Escepticismo en Londres sobre el viaje de Mor¨¢n

El problema de Gibraltar ser¨¢ suscitado en las conversaciones que inician hoy en Londres los ministros de Asuntos Exteriores espa?ol y brit¨¢nico, pero en medios diplom¨¢ticos londinenses se estima que dif¨ªcilmente se lograr¨¢ ninguna aproximaci¨®n, dadas las especiales circunstancias pol¨ªticas en las que se encuentra el Gobierno conservador de Margaret Thatcher.Fernando Mor¨¢n llega a Londres con dos gestos de buena voluntad en la mano: la apertura de la verja de Gibraltar para uso peatonal, y la reducci¨®n de las tasas aduaneras que pagan los coches brit¨¢nicos para su venta en Espa?a. El ambiente que le espera a Mor¨¢n en la capital del Reino Unido no es, sin embargo, muy propicio para acuerdos concretos. En primer lugar, porque su colega de Asuntos Exteriores, Francis Pym, est¨¢ siendo objeto de una campa?a de descr¨¦dito dentro de su mismo partido, con el consentimiento de la primera ministra, cuya confianza en el Foreign Office parece haberse resquebrajado a ra¨ªz del conflicto de las Malvinas. En segundo lugar, porque todos los observadores pol¨ªticos estiman que Thatcher convocar¨¢ elecciones generales anticipadas como muy tarde el pr¨®ximo mes de octubre, y es pr¨¢cticamente imposible que se produzca ninguna novedad en el contencioso de Gibraltar en per¨ªodo preelectoral. Y, en tercer lugar, porque con motivo de recientes debates en la C¨¢mara de los Comunes sobre las Malvinas, la primera ministra ha expuesto con gran firmeza su doctrina sobre la descolonizaci¨®n, afirmando que no se discutir¨¢ de soberan¨ªa mientras los habitantes de las Malvinas no lo deseen.

Algunos representantes del lobby gibraltare?o se han aplicado, l¨®gicamente, la doctrina, aunque los casos sean diferentes. Oficialmente el Foreign Office se ha limitado a afirmar que, aunque Gibraltar no es el "objetivo" del viaje de Mor¨¢n, este ser¨¢ sin duda un tema suscitado en la cena de trabajo que mantendr¨¢n hoy ambos diplom¨¢ticos.

Pym y Thatcher

Desde el punto de vista del Foreign Office, el ¨²nico tema de conversaci¨®n sobre Gibraltar es el acuerdo de Lisboa, de 1980, y su puesta en pr¨¢ctica, lo que exige, a su juicio, la apertura completa de la verja. Pym tendr¨¢ que actuar con mucha frialdad, afirman algunos medios diplom¨¢ticos, entre otros motivos porque uno de sus m¨¢s ac¨¦rrimos enemigos, el periodista Anthony Shrimsley, acaba de ser nombrado director de prensa del Partido Conservador. Shrimsley public¨® recientemente un art¨ªculo en el que arremet¨ªa contra el ministro de Asuntos Exteriores. Aludiendo directamente al contencioso de Gibraltar, el periodista conservador dec¨ªa que los planes de Pym para discutir con Madrid eran incompatibles con la pol¨ªtica de la primera ministra, y acusaba pr¨¢cticamente al jefe de la diplomacia brit¨¢nica de vendepatrias. El art¨ªculo, zafio y agresivo, no tendr¨ªa ninguna importancia si no hubiera sido publicado escasos d¨ªas antes de su nombramiento en el Partido Conservador.

No resulta extra?o que en este ambiente, tanto el Foreign Office como el Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol, quieran poner el ¨¦nfasis de la visita primera de un miembro del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez-, no en el contencioso de Gibraltar, sino en la demanda de adhesi¨®n de Espa?a a la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), demanda que el Gobierno de Londres apoya