El ministro de Asuntos Exteriores viaja hoy a Londres sin excesivo optimismo sobre Gibraltar

El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, inicia esta tarde una visita oficial de dos d¨ªas al Reino Unido, que se considera en medios diplom¨¢ticos espa?oles como la m¨¢s dif¨ªcil de las realizadas hasta ahora dentro de la serie de contactos bilaterales con otros Gobiernos de la Europa comunitaria. Aunque el objeto del viaje, que se produce a invitaci¨®n del secretario del Foreign Office, Francis Pym, es tratar en general de las relaciones bilaterales, no se oculta que el tema de Gibraltar ocupar¨¢ un lugar preponderante en la agenda de conversaciones. La primera ministra, Margaret Thatcher, ha reservado una hora de su tiempo el jueves para recibir al ministro espa?ol.

En medios del equipo ministerial que acompa?ar¨¢ a Mor¨¢n a Londres, y que incluye a los directores generales de Europa, Mariano Berdejo; de Relaciones Econ¨®micas, Carlos Blasco; de Informaci¨®n Diplom¨¢tica, Fernando Schwartz, y el secretario general para las Relaciones con las Comunidades Europeas, Carlos Westendorp, no exist¨ªa, excesivo optimismo antes de la partida y se descartaba cualquier triunfalismo sobre los resultados.A pesar de que desde el a?o 1975 el Reino Unido ha sido uno de los mejores aliados espa?oles en la necesidad de una integraci¨®n completa en las instituciones europeas tanto defensivas como econ¨®micas, a ra¨ªz de la intervenci¨®n militar en las Malvinas y las no siempre acertadas declaraciones del anterior Gobierno espa?ol en algunos foros internacionales sobre el tema se ha originado una especie de resentimiento, sobre todo en la persona de Margaret Thatcher, que no lo ocult¨® p¨²blicamente en una de sus intervenciones en la C¨¢mara de los Comunes despu¨¦s del conflicto.

Las relaciones comerciales bilaterales se han equilibrado bastante, sobre todo a partir de 1980, y, por ejemplo, el a?o pasado supusieron un monto aproximado de 140.000 millones de pesetas por ambas partes. Esto no quiere decir que la entrada de Espa?a en el Mercado Com¨²n no vaya a encontrar dificultades de negociaci¨®n con el Reino Unido en algunos productos. Hace una semana, Espa?a ha flexibilizado su actitud en relaci¨®n con el elevado arancel que disfruta su comercio de autom¨®viles con la CEE -y, en concreto, en el caso del Reino Unido- desde los acuerdos preferenciales hispanocomunitarios de 1970. El a?o pasado entraron en Espa?a 350 autom¨®viles de fabricaci¨®n brit¨¢nica con un arancel del 36,7%, mientras que Espa?a vendi¨® m¨¢s de 12.000 unidades con un arancel del 4,2%.

El tema Mercado Com¨²n estar¨¢ muy presente en la visita de Fernando Mor¨¢n hoy y ma?ana a Londres, y el Gobierno espa?ol comprende que los acuerdos preferenciales, sobre todo en el sector industrial, han quedado ventajosos para nuestro pa¨ªs, que tiene que empezar a desarmarse arancelariamente de cara a su futura integraci¨®n en la CEE. Sin embargo, est¨¢ el sector agr¨ªcola, que es el m¨¢s importante para Espa?a, donde las concesiones europeas tienen que mejorar.

Gibraltar, iniciativas espa?olas

El nuevo equipo en Asuntos Exteriores est¨¢ convencido de que los brit¨¢nicos no han cambiado su actitud respecto de la Declaraci¨®n de Lisboa, firmada por los ministros Oreja y Carrington, en Sintra, en abril de 1980. En esta declaraci¨®n, los dos Gobiernos acuerdan, por primera vez en la larga historia del contencioso gibraltare?o, "iniciar negociaciones a fin de solucionar todas las diferencias sobre Gibraltar" (anteriormente se hab¨ªa hablado siempre de conversaciones, pero no de negociaciones).A pesar de que la frase todas las diferencias fue interpretada del lado espa?ol como incluyendo tambi¨¦n el tema de la soberan¨ªa, los actuales responsables de la pol¨ªtica exterior piensan que su inclusi¨®n en la declaraci¨®n ser¨ªa conveniente. Tampoco se incluye un tema importante para Espa?a como es el de la reciprocidad de derechos para los espa?oles en Gibraltar ni se fija una fecha para la aplicaci¨®n de las medidas restrictivas en las comunicaciones.

El Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez decidi¨® unilateralmente la apertura peatonal de la verja de Gibraltar ¨¦l pasado 15 de diciembre. La medida ha sido bien acogida tanto por el Gobierno Thatcher como por las autoridades de la Roca. El propio primer ministro gibraltare?o, sir Joshua Hassan, escrib¨ªa el 20 de enero en el Daily Telegraph, de Londres, que esta medida, "despu¨¦s de a?os de separaci¨®n y de pol¨¦mica internacional, ha restablecido en muy corto per¨ªodo de tiempo y en un esp¨ªritu de reconciliaci¨®n aut¨¦ntico las amistades y la coexistencia que prevalecieron antes de 1969"

Hassan dec¨ªa tambi¨¦n que, por primera vez en muchos a?os, existen ahora perspectivas de que un cierto grado de comprensi¨®n (aunque no necesariamente una soluci¨®n) pueda alcanzarse entre las partes en disputa". Las partes en disputa son los Gobiernos de Madrid y Londres.

El ministro Fernando Mor¨¢n tuvo un contacto el 10 de diciembre en Bruselas con su colega brit¨¢nico, Francis Pym, y ambos acordaron celebrar una reuni¨®n en la primavera de este a?o para tratar de implementar la Declaraci¨®n de Lisboa. En medios diplom¨¢ticos espa?oles se piensa que a esa reuni¨®n hay que acudir con la suficiente preparaci¨®n para no fracasar. Por eso no se descarta que en el presente viaje ambos Gobiernos abran una etapa de estudio que establezca unos grupos de trabajo para tratar de llegar a acuerdos sobre los tres temas m¨¢s conflictivos de la declaraci¨®n de 1980: soberan¨ªa, reciprocidad y medidas restrictivas. Estos grupos podr¨ªan empezar a trabajar inmediatamente, sin plazo fijo de terminaci¨®n.