El Bar?a de Menotti no pudo superar un gol del Austria
Parece que al Bar?a ya s¨®lo le queda la Copa del Rey, la competici¨®n con menos categor¨ªa de las que interviene. Lo que Udo Lattek ha estado manteniendo entre algodones, lo que estaba al alcance del Bar?a, de un incierto Bar?a, se ha convertido en ruina con la llegada de C¨¦sar Luis Menotti. El pasado s¨¢bado, el empate ante el Betis redujo sensiblemente -casi hasta anularlas las posibilidades del equipo en la Liga. Anoche, el Austria de Viena acab¨® con otro de los grandes sue?os de la afici¨®n barcelonista, la Recopa, trofeo que produjo la m¨¢s larga y emocionante peregrinaci¨®n de la gent blaugrana: El Austria de Viena, con quince dias m¨¢s de preparaci¨®n, con un planteamiento muy europeo, supo aprovechar el desconcierto barcelonista para apuntillar a un. equipo que jug¨® sin orden, marc¨® por zonas con excesiva libertad y practic¨® la t¨¢ctica de fuera de juego, en una competici¨®n donde un error puede costar un gol de doble val¨ªa. Todo eso sucedi¨® anoche en un Camp Nou fr¨ªo donde el p¨²blico volvi¨® a sufrir una nueva decepci¨®n, consol¨¢ndose algunos con retirarse gritando "Bar?a, si; N¨²?ez, no".Mientras Udo Lattek, gana dor de la Recopa-82, cenaba- salm¨®n ahumado y Vi?a Tondonia comprados por su mujer en la pasteler¨ªa Farga de paseo de San Gervasio y Quimet Rif¨¦, vencedor de la Recopa-78, sal¨ªa enfadado del estadio despu¨¦s de asis tir a un nuevo fracaso de su equi po, C¨¦sar Luis Menotti insist¨ªa en sus pareados -"estamos en la busqueda permanente de un Barq-a diferente"-, sus verdades filos¨®ficas -"el f¨²tbol es emp¨ªrico Y no hay verdades absolutas"- o sus recomendaciones -"el equipo tiene que liberarse de esta carga emocional"-. Y lo mejor- para ello es dejar en el banquillo a V¨ªctor (uno de los pilares de esta temporada), olvidarse de Urbano (el ¨²nico que puede suplir a Schuster), marcar por zonas con jugadores que se han pasado la vida marcando al hombre y practicar la t¨¢ctica de fuera de juego con un equip¨® que hace tres a?os que no lo practica.
El Barcelona jug¨® sin sistema de juego. Insisti¨® en penetrar por el centro y cuando lo hizo por las bandas le faltaron rematadores, ya que Quini no existi¨® y Maradona no est¨¢ en forma. Los jugadores elud¨ªan la responsabilidad y ¨²nicamente cabe destacar el amor propio de hombres como Migueli, Carrasco o Alonso, que intentaron hacer la guerra por su cuenta, con m¨¢s voluntad que acierto. Mientras tanto, los austriacos, que descubrieron r¨¢pida mente la incapacidad blaugrana,. se limitaron a controlar el en cuentro, aprovechar los grandes, espacios que facilitaban los loca les y contragolpear-, m¨¢s para perder tiempo, que para marcar.
En la segunda parte, el Barce-lona mostr¨® de forma palpable su incapacidad para remontar un resultado, ni siquiera en la circunstancia de que un gol le era suficiente.
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