Unos noviIlos con movilidad

Los novillos que se lidiaron ayer en Las Ventas eran ligeros de patas, incansables en la carrera y veloces en la embestida. Como se anuncian con el nombre de Camaligera, pod¨ªamos hacer un f¨¢cil juego de palabras y decir que en Camaligera hay ligereza o algo por el estilo. Lo que no hay en Camaligera es bravura, porque los cinco novillos mansurronearon bastante. El primero se fue suelto de las varas y recul¨® y busc¨® los tableros durante la faena de muleta. El tercero, que fue muy flojo, escarb¨® incansable y tercamente. El sexto coce¨® a los caballos y se descompuso en banderillas, por culpa de la mala actuaci¨®n de los peones. Pero todos corrieron mucho.El novillo de Mar¨ªn Marcos, lidiado en quinto lugar, fue bueno. Embisti¨® con prontitud y largura, y pudo deparar un ¨¦xito al torero. La inexperiencia de Santiponce, que fue su antagonista, impidi¨® que el bicho se fuera sin orejas al desolladero.

Frente a los ¨¢giles Camaligeras se pusieron dos novilleros ya conocidos del p¨²blico de Las Ventas y un,debutante. Los tres estuvieron con dignidad y los defectos que a veces exhibieron son disculpables, si se tiene en cuenta que se trata de novilleros con no mucho bagaje profesional. Los tres tuvieron mucha voluntad, deseos de hacer las cosas bien y valor evidente.

Ferm¨ªn Vioque ha dejado atr¨¢s la inconsciencia que le hac¨ªa atropellar la raz¨®n y salir volteado. Ayer se nos present¨® no exento de coraje, pero m¨¢s reposado y maduro. Lo malo es que no apunta mucha calidad y lleva camino de convertirse en un torerito vulgar, como hay tantos en el escalaf¨®n. Su primer novillo fue el mansote recul¨®n y no supo plantear la faena que las condiciones del astado exig¨ªan. En el cuarto se embarull¨® con el capote, banderille¨® muy mal y estuvo ratonero y sin mando frente a un novillo que embest¨ªa. Si hubiera rematado los muletazos, dando salida al novillo, hubiera lucido m¨¢s.

Con m¨¢s sentido del toreo y m¨¢s maestr¨ªa en el planteamiento de las faenas estuvo Pedro Santiponce. Tir¨® muy bien de segundo novillo en los comienzos de su faena, construida sobre la mano derecha, porque el novillo buscaba y se frenaba por el pit¨®n izquierdo. Lo mismo hizo en el quinto, al que tambi¨¦n aguant¨® con coraje. Su actuaci¨®n puede calificarse de meritoria, con algunas desigualdades.

Tuvo mala suerte el debutante Emilio Oliva con su lote. Su primer novillo fue muy flojo y el muchacho lo ali?¨® con buenas maneras. El sexto le vino grande en todo momento.