La posici¨®n prooccidental espa?ola no ha cambiado con el Gobierno socialista, seg¨²n Max Kampelman
Estados Unidos aceptar¨¢ con reticencia el fin de la Conferencia de Madrid a pesar del convencimiento de que la URSS sigue violando los acuerdos de Helsinki
Pregunta: Cree que este proyecto de Documento es equilibrado y por tanto aceptable por Estados Unidos y los pa¨ªses occidentales. ?Considera factible la fecha del 27 de abril para terminar esta ronda de la Conferencia?Respuesta: No tenemos ninguna objecci¨®n para fijar la fecha del 27 de abril como el final de esta reuni¨®n. Sin embargo hemos entrado en un per¨ªodo de negociaci¨®n y trataremos de mejorarlo en algunos puntos. En la Conferencia sobre Cooperaci¨®n y Seguridad en Europa no se pueden fijar fechas definitivas porque todo tiene que ser consensuado entre los 35 Estados miembros y la pr¨¢ctica ha demostrado desde 1975 que las fechas pueden ser irrelevantes. Creo que las palabras sobre el papel est¨¢n ahora m¨¢s cerca de los objetivos de un documento equilibrado que lo estaban hace unos meses. Pienso que el documento podr¨ªa haber sido mejor y por eso estoy algo desilusionado con nuestros amigos neutrales y no alineados. Hay algo que no podemos ignorar: estas son palabras que la Uni¨®n Sovi¨¦tica puede aceptar, pero los hechos y la pr¨¢ctica demuestran que la URSS contin¨²a hoy violando lo acordado en Helsinki en 1975.
Desde que comenzamos en 1980, Mosc¨² no nos ha enviado un s¨®lo mensaje que indique que toma en serio lo acordado en Helsinki. La Conferencia de Madrid debe ser consecuente con el mensaje de que la paz. y la justicia son uno y el mismo tema. Pero en estos dos a?os y medio los hechos demuestran que la URSS ha encarcelado aproximadamente a quinientas personas por tener puntos de vista pol¨ªticos independientes, o por razones religiosas o por querer organizar movimientos pacifistas. La emigraci¨®n se ha reducido, de 15.000 visados para jud¨ªos sovi¨¦ticos en 1979 a un promedio de 80 a 100 visados en los primeros meses de 1983. Al mismo tiempo, mantienen 110.000 soldados en Afganist¨¢n, a pesar de que los acuerdos de Helsinki nos dicen que "debemos respetar las fronteras de otros Estados soberanos".
P. Pero el Documento de los neutrales y no alineados permite la sindicaci¨®n y la libertad religiosa, por primera vez.
R. El documento dice que el hombre y la mujer trabajadora deben tener el derecho a la sindicaci¨®n, pero los hechos demuestran que en Polonia se ha declarado ilegal a Solidaridad. Tambi¨¦n est¨¢n dispuestos a aceptar la libertad religiosa? pero yo recibo cada semana centenares de cartas de grupos religiosos, protestantes, jud¨ªos y musulmanes, en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que son castigados por sus actividades religiosas. Esto representa una gran hipocres¨ªa.
'Propaganda desarmament¨ªstica sovi¨¦tica'
P. ?Cu¨¢l es, en su opini¨®n, el inter¨¦s principal de la URSS en esta Conferencia?P. El inter¨¦s de la Uni¨®n Sovi¨¦tica es conseguir que salga de Madrid una Conferencia de Seguridad que ellos llamar¨¢n de Desarme, y as¨ª podr¨¢n dirigirse a los pueblos europeos diciendo que las cosas marchan mejor entre el Este y el Oeste, que tenemos una conferencia de desarme y que estamos volviendo a la etapa de distensi¨®n. Por esta raz¨®n, los europeos no tienen por qu¨¦ temernos, ni aumentar sus fuerzas armadas. Pero el oeste sabe que esto es puro ejercicio de propaganda.
P. ?Ha notado alg¨²n cambio en la posici¨®n sovi¨¦tica o de sus aliados en los ¨²ltimos dos a?os y m¨¢s concretamente desde la subida de Andropov al poder?
R. He esperado ese cambio, pero cada vez soy m¨¢s pesimista. Andropov fue el jefe del KGB (polic¨ªa de seguridad) durante quince a?os, ha castigado con crueldad a miles de personas. Es verdad que ahora tiene sobre sus espaldas una nueva responsabilidad como jefe del partido comunista sovi¨¦tico. Espero que tenga m¨¢s imaginaci¨®n porque dispone de una gran oportunidad para comenzar a cambiar esa desfavorable imagen que tiene su pa¨ªs en todo el mundo. Pero lleva en el puesto desde noviembre y todav¨ªa no hemos visto ese cambio aqu¨ª en Madrid. Estoy desilusionado y mi Gobierno tampoco ha recibido ninguna indicaci¨®n seria de ese cambio.
P. En algunos sectores se piensa que EE.UU. no quieren finalizar la conferencia de Madrid para no dar la oportunidad a los sovi¨¦ticos de que utilicen el argumento de que han conseguido una conferencia de desarme (noviembre de 1983) y de que no es necesario que los norteamericanos inicien la instalaci¨®n de los euromisiles en suelo europeo.
P. Esta pregunta me la han hecho hasta los sovi¨¦ticos. Yo les he dicho que nunca en el curso de esta reuni¨®n de Madrid les he enga?ado. Incluso me preguntaron si ¨ªbamos a finalizar esta Conferencia en 1983 para no interferir con las conversaciones de Ginebra sobre los euromisiles. Yo les dije que no, que los EE.UU. est¨¢n interesados en los objetivos de esta Conferencia (CSCE) y no desean relacionarla con otras conversaciones entre las superpotencias. Los neutrales tambi¨¦n me han preguntado si yo objetar¨ªa a la fecha de noviembre de 1983 para el comienzo de la conferencia sobre seguridad y desarme (en Estocolmo). Yo les dije que no. Y como lo he repetido muchas veces cre¨® que decir lo contrario es un m¨®vil propagand¨ªstico de Mosc¨², porque lo que ellos desear¨ªan es que Occidente olvidara la dimensi¨®n humana de los acuerdos de Helsinki.
P. ?Piensa que ha habido alg¨²n cambio, en su alineamiento, de la posici¨®n espa?ola en la CSCE, desde que llegaron al poder los socialistas?
R. No he notado nada. He hablado con el ministro Mor¨¢n hace unas semanas y creo que los espa?oles est¨¢n muy interesados en un proceso serio de paz, en mantener la unidad occidental y en llevar a cabo un papel de anfitri¨®n de manera responsable. Hasta ahora el nuevo Gobierno ha apoyado todas las posiciones occidentales.
'La posici¨®n espa?ola'
P. Se ha interpretado el discurso de Fernando Mor¨¢n en la Conferencia como una b¨²squeda de equidistancia entre los bloques.R. He le¨ªdo esta interpretaci¨®n. Tengo que decirle que eso no es lo que nos dicen a nosotros. Nos han dejado muy claro que son parte del bloque occidental de naciones y que no son neutrales. No he encontrado ninguna se?al de equidistancia; por el contrario, hemos encontrado se?ales de amistad y cooperaci¨®n con el grupo OTAN y occidental.
P. ?Qu¨¦ opina de la frase del ministro de Asuntos Exteriores espa?ol de que "cuando las superpotencias no reducen la tensi¨®n, crecen las tentaciones de neutralismo por parte de las naciones peque?as"?
R. Esa es una frase que tambi¨¦n se escucha algunas veces en Europa. Lo siento, porque ello refleja un cierto "neutralismo moral" y yo no creo que neutralismo y moral ayuden al concepto de democracia y de libertad del hombre. Los Estados Unidos son una gran potencia, pero tambi¨¦n son una sociedad democr¨¢tica y libre, sus gentes determinan la pol¨ªtica a seguir por sus gobiernos. La URSS es una sociedad totalitaria, agresiva y que no permite que su gente hable y decida su propio destino. El decir que uno tiene que estar en medio de esas dos posiciones es lo mismo que enterrar la cabeza en la arena y cegarse ante los temas morales en juego y dar la ventaja a las fuerzas totalitarias. Por eso me duele escuchar estas posturas, pero quiero dejar muy claro que yo no he encontrado ninguna se?al de esto en el nuevo Gobierno.
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