Secuestrado en Azpeitia un industrial militante del PNV

Jes¨²s Guibert Azcue, de 55 a?os, militante del Partido Nacionalisita Vasco y gerente de la empresa sider¨²rgica Marcial Uc¨ªn, SA, de Azpeitia (Guip¨²zcoa), fue secuestrado, poco despu¨¦s de las nueve de la ma?ana de ayer, por tres desconocidos que se alejaron del lugar a bordo de un autom¨®vil propiedad de la empresa, al que previamente obligaron a subir al industrial. La autor¨ªa de ETA en este nuevo secuestro parece fuera de toda duda, si bien se desconoce por el momento a qu¨¦ rama de la organizaci¨®n terrorista podr¨ªa pertenecer el comando responsable del hecho.

El gobernador de Guip¨²zcoa, Julen Elgorriaga, confirm¨®, tras hablar con familiares de Guibert, que ¨¦ste hab¨ªa recibido cartas con exigencia de pago del impuesto revolucionario. Personas que en el pasado tuvieron relaciones profesionales con la empresa, informaron, por su parte, que hace unos tres a?os Jes¨²s Guibert, sometido ya a la extorsi¨®n terrorista, acostumbraba a tomar ciertas precauciones, como la de utilizar coches diferentes para sus desplazamientos. Durante una temporada, seg¨²n dichas fuentes, el industrial guipuzcoano estuvo oficialmente ausente, dejando de aparecer durante alg¨²n tiempo por los lugares que habitualmente frecuentaba.?ltimamente hac¨ªa vida normal, aparentemente sin ninguna precauci¨®n especial: Cada ma?a na, entre las 8,15 y las 8.30, sal¨ªa de su domicilio donostiarra, en la calle de Zubieta y recorr¨ªa los 52 kil¨®metros que separan la capital guipuzcoana de Azpeitia a bordo de un Opel, modelo Senator, de color azul claro metalizado y matr¨ªcula de San Sebasti¨¢n 3468-0. Un comerciante azpetiarra que conoce a Guibert de toda la vida coment¨®: "Si le ped¨ªan el impuesto no lo s¨¦, pero si se lo ped¨ªan, seguro que lo pagaba por que sino no andar¨ªa tan tranquilo por ah¨ª, no s¨®lo por el pueblo, sino de paseo, s¨®lo por el campo, lo mismo que su cu?ado y socio, Pedro Uc¨ªn".

Empresa moderna

Jes¨²s Guibert Azcue entr¨® en la empresa Marcial Uc¨ªn hace unos veinticinco a?os tras casarse con Elena Uc¨ªn, hija del fundador de la f¨¢brica. Uno de los cuatro hermanos de la mujer de Guibert, Pedro, comparte la direcci¨®n de la f¨¢brica con el secuestrado. Este ¨²ltimo, hijo de un ferretero del pueblo -y emparentado por v¨ªa materna con los propietarios de la f¨¢brica de muebles Azcue- consigui¨® convertir en una bollante empresa el peque?o taller de fabricaci¨®n de arados y otros aperos de labranza que su suegro hab¨ªa abierto hace medio siglo.Actualmente Marcial Uc¨ªn S.A. es una de las f¨¢bricas con tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada de todo el Pa¨ªs Vasco. Realiza laminados met¨¢licos, siendo la chatarra la principal materia prima empleada. Guibert tiene fama en Azpeitia de ser muy inteligente y emprendedor para los negocios. La f¨¢brica, por lo dem¨¢s, no se caracteriza por una alta conflictividad, seg¨²n el comentario de un vecino, "si ten¨ªa problemas con alg¨²n trabajador le ofrec¨ªa una indemnizaci¨®n fuerte para que se fuera, y se acababa el problerna". Un total de 174 empleados prestan actualmente sus servicios en la empresa, situada en el Paseo de los Fueros, casi enfrente del mercado. De la buena marcha de la empresa dan prueba los desmontes en curso en la parte zaguera de la factor¨ªa, con el fin de ampliar las instalaciones.

Varias fueron las personas que ayer vieron llegar, como cada d¨ªa, a Guibert. Algunas de ellas -al menos una secretaria que en ese momento cruzaba la calle tras haber dejado a su hija en el colegio, y un agente femenino de la polic¨ªa municipal que regulaba el tr¨¢fico a apenas cincuenta metros de la f¨¢brica- vieron c¨®mo casi inmediatamente el autom¨®vil volv¨ªa a salir del garaje situado en los bajos de la f¨¢brica.

Esos testigos se extra?aron un tanto de ver que el Opel, que circulaba a velocidad moderada, no iba conducido por el industrial, sino por un hombre moreno, de unos 35 o 40 a?os. Jes¨²s Guibert iba en el asiento contiguo al del conductor y al parecer otras dos personas viajaban en el asiento posterior.

Una hija, nuera de Echeverr¨ªa

Fue la secretaria quien primero se inquiet¨® al ver que el gerente no regresaba. La familia confirm¨® telef¨®nicamente que Guibert hab¨ªa salido de casa a la hora acostumbrada. Fue entonces cuando se di¨® la voz de alarma. Seg¨²n un vecino, desde bastante antes de las doce del mediod¨ªa, hora a la que se conoci¨® por la radio la noticia del posible secuestro, "se notaba que algo raro pasaba".Gubiert Azcue es padre de cuatro hijos, dos chicos y dos chicas con edades comprendidas entre los diecisiete y los veintinueve a?os. Una de las hijas es al parecer novia de uno de los hermanos de Miguel, Echeverr¨ªa, el joven secuestrado el pasado d¨ªa 10 de enero y que ser¨ªa liberado, tras pagar el rescate exigido a sus familiares, una semana despu¨¦s.

La familia Guibert vive habitualmente en San Sebasti¨¢n, pero posee una casa -la de los Uc¨ªn- en Azpeitia, donde acostumbran a pasar algunas temporadas. Azpeitia es un pueblo de 13.000 habitantes. Antiguo feudo carlista, la patria chica de San Ignacio -pero tambi¨¦n del l¨ªder del PNV, Xabier Arzallus- es actualmente un pueblo muy identificado pol¨ªticamente con el PNV, al que pertenece su alcalde, Luciano Lazcano Uranga, y otros doce concejales. El resto se los reparten Euskadiko Ezkerra (2 concejales), PSOE (1) y EK -Partido Carlista- (1).

La hija mayor del secuestrado confirm¨® que su padre hab¨ªa recibido cartas firmadas por ETA -no precis¨® si Militar o Pol¨ªtico Militar- pero a?adi¨® que "¨²ltimamente las amenazas hab¨ªan cesado". Respecto a la salud de su padre se?al¨® que "es un hombre fuerte, acostumbrado a hacer deporte y con gran presencia de ¨¢nimo".

Nada m¨¢s producirse la denuncia, tanto la Guardia Civil como la Polic¨ªa Nacional y la Ertzaina (polic¨ªa aut¨®noma vasca) instalaron controles en las inmediaciones de Azpeitia. Esta ¨²ltima localidad se encuentra en una zona bastante monta?osa llena de caser¨ªos y caba?as. El Alto de Azk¨¢rate separa Azpeitia y Azkoitia, localidades casi contiguas, de Elgo¨ªbar, por donde discurre la autopista Bilbao-Hendaya.