Moderado optimismo en Argel ante la visita de Alfonso Guerra

La visita oficial a Argelia que iniciar¨¢ hoy el vicepresidente del Gobierno espa?ol, Alfonso Guerra, es considerada por los medios oficiales argelinos como un primer paso hacia un avance positivo en las relaciones entre ambos pa¨ªses. El optimismo moderado con que se recibir¨¢ a la delegaci¨®n espa?ola est¨¢ relacionado con la voluntad compartida de separar el aspecto fraternal de los v¨ªnculos existentes entre el PSOE y el Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN) argelino y la cautela de Argel a la hora de analizar el deseo de Espa?a de solicitar una moratoria a sus importaciones de materias energ¨¦ticas.

Los principales ministerios argelinos concernidos por la visita de la delegaci¨®n que encabeza Alfonso Guerra han elaborado informes que tienen un bajo perfil con respecto a los que se hab¨ªan presentado en mayo de 1979 al entonces ministro de Industria y Energ¨ªa, Carlos Bustelo, en el marco de la visita oficial realizada por el entonces presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez. En esta ocasi¨®n Argelia y Espa?a han tenido en cuenta los condicionamientos que representan el tope espa?ol admitido para sus importaciones de gas natural licuado y la incidencia de la crisis energ¨¦tica en lo que afecta a las finanzas de Argelia.Si se except¨²an los grandes temas econ¨®micos, como el reajuste del precio del gas natural -el precio de base al firmar Enag¨¢s su contrato, en agosto de 1975, era de 1,30 d¨®lares el mill¨®n de unidades t¨¦rmicas de norma brit¨¢nica (BTU) y pasar¨¢ a situarse en 4,77-, que la parte argelina va a jugar a fondo, quedar¨¢n relegados los proyectos evocados en 1979, como las posibilidades de prospecci¨®n en la plataforma continental, la constituci¨®n de sociedades mixtas de montaje o las posibilidades de realizar una planta de veh¨ªculos ligeros en colaboraci¨®n con Santana.

Enag¨¢s no cumpli¨® lo establecido

El equilibrio logrado el a?o pasado en la balanza comercial hispano-argelina (mil millones de d¨®lares aproximadamente) no satisface a los argelinos, en la medida en que no se han cumplido los compromisos del contrato Enag¨¢s, cifrados en 4.000 millones de metros c¨²bicos por a?o. En 1982 Espa?a ha adquirido menos de la mitad de esa cantidad, lo que ha suscitado bastante preocupaci¨®n en los medios de la firma estatal Sonatrach, que refleja la propia inquietud del Gobierno.

Al lado de este contencioso, que debe ser tratado en las discusiones t¨¦cnicas entre expertos de uno y otro lado, la visita del vicepresidente Guerra tiene una connotaci¨®n pol¨ªtica relacionada con el deseo de relanzar la cooperaci¨®n en varias ¨¢reas -Magreb, Mediterr¨¢neo-, incidencia de la ampliaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica Europea y, por supuesto, conflicto del S¨¢hara occidental.

Por lo que respecta al Magreb, la llegada de Guerra a Argel se enmarca en un contexto mucho m¨¢s favorable que el que dominaba en v¨ªsperas de la visita de Adolfo Su¨¢rez. La firma de un tratado de fraternidad y concordia entre Argel y T¨²nez y la perspectiva de una r¨¢pida normalizaci¨®n argelino-marroqu¨ª debe facilitar te¨®ricamente la opci¨®n espa?ola en esta zona, basada en un equilibrio de relaciones con todas las partes.

Los argelinos, que esperan ver solucionado pol¨ªticamente el conflicto del S¨¢hara occidental durante la actual d¨¦cada, han reducido notoriamente sus cr¨ªticas a la postura espa?ola, aunque esa discreci¨®n se ha visto acompa?ada por un violento recrudecimiento de las que formula el Frente Polisario. La presi¨®n de los saharauis es considerada aqu¨ª como coyuntural, y habr¨ªa que situarla, salvado el contexto, en la que ejerci¨® el Frente independentista contra el Gobierno socialista franc¨¦s y que ahora ha pasado a segundo plano.

Con respecto a ese problema, los medios argelinos estiman factible que el vicepresidente del Gobierno espa?ol acepte, como lo hizo Adolfo Su¨¢rez en 1979, entrevistarse con los dirigentes del Polisario, mencionar p¨²blicamente este encuentro y ratificar en el comunicado conjunto final hispanoargelino la voluntad de Espa?a de apoyar el proceso de autodeterminaci¨®n de los saharauis, en funci¨®n de las recomendaciones de la OUA.

En la actualidad, las l¨ªneas de fondo de la pol¨ªtica que sigue el Polisario hacia el Gobierno espa?ol se basan no tanto en la denuncia de los acuerdos tripartitos como lograr que Madrid reconozca sus responsabilidades en el proceso de descolonizaci¨®n y acepte que "no puede haber reparto ni desmembramiento del territorio...". El gran inter¨¦s pol¨ªtico que tiene para Argelia el llevar adelante la construcci¨®n de un gasoducto, seg¨²n el proyecto Segamo, en el que participa tambi¨¦n Francia, debe ser tambi¨¦n objeto de las conversaciones que mantendr¨¢ aqu¨ª la delegaci¨®n ministerial presidida por Guerra, al que la Prensa gubernamental argelina, imitando esquemas conocidos, presenta como "el verdadero cerebro organizador del PSOE".

M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 57