Llegan hoy a Madrid los reyes Gustavo y Silvia de Suecia
En el palacio real de Estocolmo, los reyes recibieron hace unos d¨ªas a un peque?o grupo de periodistas espa?oles para adelantarles sus prop¨®sitos de cordialidad e impulso a, las relaciones bilaterales que presiden su viaje a Madrid. Durante 45 minutos respondieron a preguntas centradas en las relaciones que mantienen con los reyes espa?oles, las remotas ra¨ªces familiares de la reina Silvia en Toledo, su conocimiento del castellano, su estancia de tres meses en Barcelona en 1970, la simpat¨ªa sueca por, la nueva democracia espa?ola, el cambio legal que permitir¨¢ a la princesa Victoria, de seis a?os, ocupar en su d¨ªa el trono.Carlos XVI Gustavo accedi¨® al trono a los veintisiete a?os, el 19 de septiembre de 1973. y adopt¨® entonces el lema: "Por Suecia y con nuestro tiempo". Carlos XVI Gustavo es el menor y ¨²nico var¨®n de los hijos de Gustavo Adolfo y la princesa Sibylla de Sajonia Coburgo-Gotha. Cuando contaba un a?o de edad, en 1947, muri¨® su padre en un accidente de aviaci¨®n. Y al acceder al trono su abuelo Gustavo VI Adolfo, en 1950, fue nombrado duque de J?mtland y se convirti¨® en pr¨ªncipe heredero.
Curs¨® estudios de bachillerato en un internado de Sigtuna, cerca de Estocolmo, y cumpli¨® despu¨¦s su servicio militar instruy¨¦ndose durante dos a?os y medio en las distintas armas, y especialmente en la Marina. Su abuelo y antecesor en el trono, Gustavo Adolfo encontr¨® en la arqueolog¨ªa internacional una salida al aislamiento que no pocas veces rodea a una personalidad real, seg¨²n asegura el Instituto Sueco. Carlos Gustavo ha encontrado esa salida en la conservaci¨®n de la naturaleza. Participa de forma activa en la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (IUCN), as¨ª como en el Fondo Mundial para la Defensa de la Naturaleza (WWF)
Carlos XVI Gustavo contrajo matrimonio en 1976 con Silvia Renate Sommerlath, que lleg¨® as¨ª a ser la reina de Suecia. La reina tiene cuarenta a?os, es hija de un hombre de negocios alem¨¢n y de su esposa brasile?a, Alice, oriunda de la ciudad espa?ola de Toledo. Obtuvo en Munich el certificado de int¨¦rprete de espa?ol y fue nombradajefa de ceremonias en el Comit¨¦ de Organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Munich, en 1972. Los reyes tienen tres hijos. La heredera, Victoria, nacida el 14 de julio de 1977; Carlos Felipe, nacido el 13 de mayo de 1979, y la menor, Madeleine, nacida el 10 de junio de 1982.
Creciente inter¨¦s por Espa?a
La reina Silvia, vivo contraste de tez y cabellos morenos, con el contexto rubicundo de Estocolmo, ha ganado muchas simpat¨ªas para la instituci¨®n que representa. Un periodista le sugiri¨® que en su viaje a Espa?a se hicieran acompa?ar por la princesa Victoria, en la seguridad de que ello dar¨ªa un ba?o de popularidad a la visita entre los espa?oles. La reina lament¨® que las obligaciones escolares no lo hayan hecho posible por esta vez.En Suecia se detecta un creciente inter¨¦s por Espa?a, m¨¢s all¨¢ del solaz festivo de las soleadas vacaciones. Y para los espa?oles, el modelo sueco cobra un fuerte atractivo, sobre todo en las ¨¢reas de la Administraci¨®n p¨²blica, la defensa y la pol¨ªtica exterior. Los periodistas espa?oles que fueron invitados a Suecia cumplieron un programa que, adem¨¢s de los reyes y del primer ministro, les llev¨® a entrevistarse con el ministro de Defensa, Anders Thunborg; el subsecretario de Exteriores, Pierre Schori; el general Bengt Lilljestrand, director de la Escuela Superior de Estudios para la Defensa Nacional; la subsecretaria del Ministerio de Trabajo, Berit Rolen; los l¨ªderes del Partido Conservador, Ulf Adelsohn; del Partido Liberal, Ola Ullsten; de la Confederaci¨®n Patronal, Ulf Jacobson, y de los Sindicatos de Trabajadores, Erik Karlsson. Adem¨¢s pudieron visitar un escuadr¨®n a¨¦reo, la Real Adademia Militar, el Instituto de Pol¨ªtica Exterior, la televisi¨®n y el peri¨®dico liberal Dagens Nyheter, con una tirada de 500.000 ejemplares, y escuchar del ingeniero director del programa, Suen HelIman, lo que se refiere al nuevo avi¨®n de combate JAS 39.
A los periodistas espa?oles les fue dado recorrer, como ya queda dicho, la Administraci¨®n sueca de arriba abajo, sin toparse con un conserje, sin sortear tertulia alguna de ch¨®feres y escoltas, sin detectar esos focos de ociosidad sin descanso que brotan espont¨¢neamente en los pasillos madrile?os y que han sido tan cuidadosamente institucionalizados en la Administraci¨®n p¨²blica espa?ola.
Tradici¨®n de neutralidad
Los periodistas espa?oles pudieron iniciarse en el mundo de los contrastes sin explicaci¨®n para mentalidades ib¨¦ricas, que podr¨ªan ejemplarizarse en el plano de la Defensa: una dedicaci¨®n de hombres y recursos planificada con un rigor admirable y llevada a la pr¨¢ctica con un ampl¨ªsimo consenso de todas las fuerzas pol¨ªticas. Y todo ello, desde una firm¨ªsima tradici¨®n de neutralidad y bajo la pujanza de los movimientos pacifistas y de desarme.Los conservadores, incontaminados a¨²n de contactos con la Alianza Popular de Maiquel Fraga, tascan con amargura el freno de su reciente derrota. Ulf Adelsolin, su l¨ªder, explica que el Gobierno socialdem¨®crata tiene apoyo comunista en el Parlamento y que "Suecia ha pasado de modelo a mal ejemplo". Nada bueno puede esperarse para el pa¨ªs, a su entender, desde las concepciones socialdem¨®cratas, que ven el beneficio de las empresas como una blasfemia, que mejoran las pensiones en perjuicio de los salarios de la poblaci¨®n activa y aplican una presi¨®n fiscal que desalienta a quienes podr¨ªan trabajar m¨¢s. La r¨¦plica socialdem¨®crata hace un balance inclemente del anterior Gobierno conservador, que mantuvo las atenciones y prestaciones sociales mientras hac¨ªa descender los impuestos y optaba, para pagar la factura, por el endeudamiento exterior.
El horizonte de las relaciones ofrece muy buenas perspectivas, y algunas acciones conjuntas en la escena internacional parecen factibles. Pero una vez m¨¢s aparece la falta de medios. A nuestro embajador, en el invierno, s¨®lo le auxilian otros dos diplom¨¢ticos y apenas una traductora. Los presupuestos son ¨ªnfimos (200.000 pesetas al a?o para acci¨®n cultural), y la situaci¨®n heredada puede llamarse, sin exageraci¨®n, dif¨ªcil.
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