Espa?a, tierra de asilo

El Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Centro Espa?ol de Ayuda al Refugiado (CEAR) calculan, ante la imposibilidad de establecer estad¨ªsticas fiables, que en Espa?a hay alrededor de 50.000 exiliados pol¨ªticos, aunque s¨®lo unos 2.600 dispon¨ªan oficialmente de la condici¨®n de refugiados al terminar 1982 (m¨¢s de 5.000 personas en realidad, ya que se calcula como promedio que cada uno tiene a otra persona a su cargo).Por razones de seguridad personal, por desconocimiento de la normativa jur¨ªdica, por comodidad, por recelo o simplemente por lo a veces humillante de la situaci¨®n, el propio ACNUR calcula que s¨®lo un 10% de los afectados se acogen a la condici¨®n de asilado pol¨ªtico.

Espa?a ha pasado de ser uno de los principales pa¨ªses exportadores de exiliados, desde el final de la guerra de 1936, a convertirse en el cuarto pa¨ªs receptor de refugiados de Europa, despu¨¦s de Francia, el Reino Unido y la Rep¨²blica Federal de Alemania. Pero la falta de una legislaci¨®n adecuada a la Convenci¨®n de Ginebra de 1951, a la que Espa?a se adhiri¨® en 1978 (existe un vac¨ªo legal en esta materia), y la dificil situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs (con m¨¢s de dos millones de parados) han hecho que millares de refugiados, especialmente las numerosas colonias de vietnamitas, camboyanos, iran¨ªes, laosianos y eritreos, constituyan un verdadero drama social y humano.

Repudiados generalmente por la sociedad en la que se desenvuelven, con problemas insalvables de idioma y sin voluntad de integraci¨®n social, pasean su miseria moral por las ciudades y, una vez que dejan de percibir ayudas oficiales, suelen caer inevitablemente en los escalones m¨¢s bajos de la prostituci¨®n, la delincuencia, la esclavitud o el subempleo.

Es una de las caras de la moneda. La otra, el exilio de intelectuales o pol¨ªticos -mayoritariamente latinoamericanos y especialmente gobernantes de extrema derecha-, suele recibir un mejor trato, descontado tambi¨¦n el importante n¨²mero de refugiados latinoamericanos disfrazados generalmente de emigrantes.

Espa?a fue el pa¨ªs n¨²mero setenta en adherirse a la Convenci¨®n de Ginebra y a su protocolo adicional, firmado en Nueva York en 1967.

En Espa?a hay exiliados de hasta 45 nacionalidades diferentes, que se reparten mayoritariamente, seg¨²n el ACNUR y considerando siempre el doble de las cifras, de la siguiente forma: 13.000 argentinos, 4.000 uruguayos, 2.000 cubanos, 1.000 chilenos, 900 de Oriente Pr¨®ximo y 200 de pa¨ªses del Este, con especial referencia, por primera vez, a polacos.