Caos en las condiciones salariales y laborales vigentes en el sistema financiero espa?ol
La efigie de Rafael Termes, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca Privada (AEB), ardiendo en Barcelona; los inconvenientes sufridos por cientos de miles de ciudadanos que en estos d¨ªas de vacaciones no han podido retirar su dinero de los bancos por la huelga de los trabajadores del sector, o la amenaza, hasta ahora inconcebible, de posibles paros en las instituciones oficiales de cr¨¦dito son meras an¨¦cdotas puntuales, aunque enojosas para quien las padece o las protagoniza, de la grave irracionalidad que caracteriza al sistema financiero espa?ol.M¨¢s graves que estos peque?os avatares de la negociaci¨®n colectiva son los cientos de miles de millones de pesetas con que el contribuyente est¨¢ subvencionando en los ¨²ltimos a?os el saneamiento de bancos en crisis; o el cierre de innumerables empresas por la imposibilidad de soportar los elevados costes financieros que se les imponen. Extremos ambos que no cabe achacar s¨®lo, ni como causa principal, a la incidencia salarial sobre los costes de transformaci¨®n de las entidades de cr¨¦dito.
No obstante, uno de los factores de irracionalidad del sistema financiero espa?ol, no el principal ni el ¨²nico, es el aut¨¦ntico caos que reina en el sector en materia de retribuciones, jornada y prestaciones sociales. A id¨¦ntica categor¨ªa laboral y similares funciones Ia disparidad de retribuciones y jornada entre la banca oficial, privada o cajas de ahorro es abismal y caprichosa. Abismal porque en algunos casos se llegan a alcanzar diferencias salariales de hasta un 40%, porcentaje que, si se midiera incluyendo pluses, ayudas, facilidades crediticias y retribuci¨®n por hora trabajada, podr¨ªa incluso situarse en el 100%. Y caprichosa, porque no todos los empleados de una misma entidad est¨¢n igualmente privilegiados o discriminados con respecto a los de su categor¨ªa en el sector.
El sistema es tan complejo y disparatado que los nuevos responsables del Instituto de Cr¨¦dito Oficial, s¨®lo por poner un ejemplo, llevan varios meses intentando conocer y homogeneizar los distintos conceptos retributivos que est¨¢n en vigor en las diversas entidades que de ¨¦l dependen, y que difieren mucho de unas a otras. Incluso en la banca privada, aunque en menor medida, ocurre otro tanto. No todos los bancos tienen el mismo n¨²mero de pagas anuales y son muy diferentes la cantidad e importancia de las retribuciones no estrictamente salariales entre unas y otras entidades.
P¨®lvora del rey
La c¨®moda e ineficaz banca oficial heredada del franquismo, cuya funci¨®n real fue financiar aquellas operaciones que por sus niveles de riesgo o rentabilidad no eran apetecibles para la banca privada, o la de facilitar dinero barato a influyentes del r¨¦gimen (ha habido quien adquiri¨® yates con cr¨¦ditos del Banco Hipotecario), ha sido un nido de prebendas y privilegios que poco o nada ten¨ªan que ver con un sistema serio de relaciones laborales. Cada banco, como un reino de taifas, ha ido acumulando a lo largo de su existencia sus particulares formas de retribuci¨®n, pluses peregrinos y ayudas sociales que har¨ªan palidecer a cualquier empresario serio. S¨®lo el sistema actual de jubilaciones del Banco Hipotecario, seg¨²n fuentes del propio Instituto Oficial de Cr¨¦dito, pondr¨ªa en n¨²meros rojos a esta entidad -si no se modifica- muy corto plazo.En los cuadros adjuntos, elaborados por sindicalistas del sector, se ha hecho un esfuerzo por intentar aproximarse -en base a promedios de las condiciones vigentes en cada entidad, que ellos han podido conocer- a la realidad salarial y laboral de la banca oficial. No son datos exactos, pero son los primeros que se ofrecen a t¨ªtulo indicativo a la opini¨®n p¨²blica (el propio Instituto de Cr¨¦dito Oficial est¨¢ intentando conocer y homogeneizar en estos momentos las condiciones laborales de las plantillas de la banca p¨²blica). En los citados cuadros puede observarse c¨®mo las condiciones de los trabajadores de la banca oficial son, en la mayor¨ªa de los casos, mejores que las del propio Banco de Espa?a (hay algunas categor¨ªas que, por encontrarse dichas entidades fuera de convenio, no pueden evaluarse) y, desde luego, mucho m¨¢s beneficiosas de las que disfrutan en la banca privada.
Un conserje de la banca oficial, por ejemplo, cobra m¨¢s que un jefe de cuarta en la banca privada y que un oficial administrativo de primera en el Banco de Espa?a. Sin embargo, los altos cargos, que no se encuentran excluidos de los respectivos convenios de las entidades a que pertenecen, reciben percepciones algo menores a las vigentes en el sector. De todos modos, son m¨ªnimos los altos cargos que est¨¢n incluidos en convenio y, por tanto, el valor de la comparaci¨®n es muy relativo.
Los salarios del Banco Exterior, que sobre el papel es privado, pero que cuenta con mayor¨ªa de capital p¨²blico, son tambi¨¦n sustancialmente superiores a los de la banca privada, aunque, en general, no alcanzan a los de la banca oficial.
Banco de Espa?a
Hasta ahora nadie discut¨ªa que las mejores condiciones laborales del sector financiero eran las del Banco de Espa?a, y de hecho ha perdurado la an¨¦cdota del que fuera ministro de Hacienda de Franco, Mariano Navarro Rubio, que, seg¨²n se cuenta, pidi¨® al general el Banco de Espa?a a la hora de cesar en su cartera ministerial. Franco le respondi¨® que ¨¦l tambi¨¦n querr¨ªa para s¨ª ese puesto.Los datos facilitados por los sindicatos, primeros que se conocen, confirman, a niveles generales, las privilegiadas condiciones de los empleados del Banco de Espa?a; pero tambi¨¦n permiten matizar que no todo el colectivo est¨¢ igualmente privilegiado, y que especialmente el personal de categor¨ªa media cuenta con muchas menos ventajas salariales comparativas que las de sus compa?eros de instituci¨®n. No obstante, tambi¨¦n est¨¢n por encima de las percepciones correspondientes a su categor¨ªa en la banca privada; aunque tambi¨¦n hay que a?adir que las retribuciones de los bancos centrales en los distintos pa¨ªses siempre suelen ser superiores, pero en menor proporci¨®n que en el caso de Espa?a, a las que se dan en la banca privada.
En cuanto a horario, uno de los puntos claves de la actual negociaci¨®n colectiva (la direcci¨®n del banco quiere aument¨¢rselo), la jornada semanal es muy inferior a la que se realiza en la banca privada y la m¨¢s baja de cuantas est¨¢n en vigor en los bancos centrales europeos. Mientras en el Banco de Espa?a se trabajan 34 horas semanales, con 30 minutos para el desayuno, en el banco central de Suiza se trabajan 40 horas, con 30 minutos de descanso; en el de Alemania, 42 horas y 30 minutos, con 30 minutos de descanso; en el de Francia, 42 horas, con una hora y 15 minutos m¨¢s para cantina; en el de Italia, 38 horas y 45 minutos con una hora de descanso, y en el de Suecia, 40 horas semanales con 30 minutos de descanso.
Banca privada y cajas de ahorro
Los salarios de la banca privada, como puede observarse en el cuadro adjunto, son inferiores, del orden de un 20% a un 30%, a los correspondientes de la banca oficial. Faltan, no obstante, los del alto personal directivo, que, por encontrarse fuera de convenio, no se conocen y que, seg¨²n general creencia, son, en muchos casos, superiores a los que se perciben actualmente en las instituciones p¨²blicas (tras el recorte de sueldos introducido por el Gobierno socialista para los altos cargos).En las cajas, las condiciones laborales y salariales son, en general, superiores a las que se disfrutan en la banca privada. Las diferencias entre unas entidades y otras, como en el caso de la banca, pero de forma m¨¢s acusada en las cajas, son muy grandes. Hay entidades, como La Caixa, cuyos trabajadores disfrutan pr¨¢cticamente de dos pagas al mes; mientras que en otras es mucho menor el salario bruto anual que perciben los trabajadores.
Toda esta situaci¨®n est¨¢ siendo utilizada en la negociaci¨®n colectiva de este a?o para recortar privilegios en la banca oficial y limitar las mejoras en la banca privada. Por ello es necesario el que los sindicatos reconozcan la conveniencia de homogeneizar -lo que no quiere decir igualar- las retribuciones y condiciones laborales del sector financiero, como est¨¢n ya haciendo algunos comit¨¦s de empresa, para evitar que se les imponga en detrimento de los trabajadores. "Si aumenta la jornada en el Banco de Espa?a debe disminuir paralelamente en la banca privada para acercar el sector al horizonte de las 35 horas". La homogeneizaci¨®n, por otra parte, deben negociarla los sindicatos de forma plurianual y escalonada, seg¨²n estos trabajadores, y no de forma aislada y puntual. "Homogeneizar s¨ª, pero con contrapartidas".
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