Las manifestaciones pacifistas en la RFA concluyeron con m¨ªtines a los que asistieron centenares de miles de personas
Las manifestaciones pacifistas celebradas en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) durante el pasado fin de semana, en las que participaron centenares de miles de personas, culminaron ayer con numerosos m¨ªtines en las principales ciudades del pa¨ªs, a los que asistieron, seg¨²n los organizadores, m¨¢s de 450.000 personas. La polic¨ªa berlinesa detuvo el domingo por la noche a 160 manifestantes que bloqueaban la entrada a unas instalaciones de radar del Ej¨¦rcito norteamericano que se encuentra estacionado en la antigua capital alemana.Entre 300.000 y 700.000 personas, seg¨²n el Gobierno alem¨¢n y los organizadores, respectivamente, participaron este fin de semana, entre el Viernes Santo y el lunes de Pascua, en las 90 marchas por la paz que se organizaron en Alemania Occidental para protestar contra el rearme y la instalaci¨®n de nuevos misiles de alcance medio en este pa¨ªs y pedir por la paz.
Las marchas de Pascua, que contaron con una participaci¨®n ligeramente menor a la esperada, debido quiz¨¢ al mal tiempo reinante en todo el pa¨ªs, contaron con el apoyo de los socialdem¨®cratas (SPD) y los verdes -ambos presentes en el Bundestag-, el Partido Comunista Alem¨¢n (KPD), grupos pol¨ªticos marxista-leninistas, sindicatos y organizaciones religiosas y ecologistas.
La acci¨®n m¨¢s destacable de las que se produjeron durante este fin de semana en Alemania Occidental fue el bloqueo de una base norteamericana en la ciudad b¨¢vara de Neue Ulm, donde probablemente ser¨¢n instalados algunos misiles Pershing 2.
El bloqueo de la base estadounidense se inici¨® el pasado viernes y dur¨® hasta el domingo por la tarde, tiempo durante el cual se mantuvo constantemente una guardia pacifista que imped¨ªa la entrada y salida de veh¨ªculos en el campamento de las tropas norteamericanas, que soportaron estoicamente su encierro.
A pesar de que la manifestaci¨®n ante las puertas del cuartel norteamericano fue totalmente pac¨ªfica, el primer d¨ªa se produjeron enfrentamientos entre pacifistas y polic¨ªas, con un balance de dos j¨®venes heridos por mordedura de perro, que, despu¨¦s de ser atentidos por los servicios sanitarios, se reintegraron al grupo de protesta como si nada hubiera pasado.
Poco tiempo despu¨¦s, la polic¨ªa tuvo que desalojar la zona para permitir la entrada de un convoy militar, vi¨¦ndose obligada a trans portar en brazos a los pacifista que se negaban a retirarse por su propio pie.
El sitio de la base norteamericana termin¨® el domingo por la tarde con la suelta de varios cientos de globos con anagramas como Lograr la confianza mediante el desarme o La violencia termina donde comienza el amor, ante m¨¢s de 5.000 personas y con acusaciones del diputado verde y ex general del Ej¨¦rcito alem¨¢n Gert Bastian al presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, que "no hace m¨¢s que estafar y enga?ar" en las negociaciones sobre desarme en Ginebra.
Las marchas de Pascua por la paz han desencadenado en este pa¨ªs una ola de reacciones por parte de los pol¨ªticos de la totalidad del espectro, que van desde la cr¨ªtica dura, exagerada a veces, hasta el apoyo total, pasando por la semicomprensi¨®n de algunos sectores. Ya antes de que se iniciaran los actos por la paz, el secretario de Estado del Interior, el socialcristiano b¨¢varo Karl-Dieter Spranger, acus¨¦ a los organizadores de ayudar con sus acciones a la pol¨ªtica de Mosc¨² y de apoyar al comunismo internacional. A las palabras de Spranger, que acus¨® a los pacifistas de utilizar la violencia, respondi¨® el jefe del Sindicato de la Polic¨ªa, Guenter, Schroeder, diciendo que, "mediante declaraciones precipitadas y poco reflexivas, existe el peligro de provocar la violencia".
Alois Mertes, secretario de Estado de Relaciones Exteriores y miembro del partido democristiano, intent¨® paliar las declaraciones de su compa?ero pol¨ªtico, y dijo que "no todos los participantes en las marchas de Pascua tienen por qu¨¦ ser comunistas".
El miembro de la directiva del partido socialdem¨®crata Oskar Lafontaine, pertenecierne al ala izquierda de su grupo pol¨ªtico, acus¨® a Estados Uhidos de poner en peligro la base negociadora de la Alianza Atl¨¢ntica en provecho de su propia seguridad.
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