El registro no alter¨® la vida habitual del barrio

El registro policial de las viviendas no alter¨® la habitual actividad del barrio de El Pilar. Algunos vecinos jugaban su habitual partida de domin¨® en los bares, mientras los encargados de los establecimientos m¨¢s pr¨®ximos a la comisar¨ªa hac¨ªan su agosto con los agentes que se turnaban para tomar un tentempi¨¦.El rastreo policial constituy¨® la comidilla de la barriada. Las mujeres con la bolsa de la compra en la mano se juntaban en grupos para comentar como hab¨ªa sido el registro de sus viviendas. "Yo al del secuestro le conoc¨ªa de haberlo visto en la TV, pero a los de las fotos (refiri¨¦ndose a los presuntos terroristas buscados) para nada", "A m¨ª me han visto cara de buena porque no han pasado de la puerta", y otra le contestaba, "claro, como que has salido con las dos criaturitas y as¨ª a ver como vas a parecer sospechosa". "Pues yo se lo he ense?ado todo", dec¨ªa otra.

Algunos vecinos consideraban timbre de honor no haber sido registrados: "Huy no, aqu¨ª no, aqu¨ª solo vive gente buena y humilde". Se dio tambi¨¦n el caso, seg¨²n inform¨® la polic¨ªa, de algunas se?oras que por encontrarse solas en casa se negaron inicialmente a abrir la puerta, ante el temor de que todo fuera una treta de delincuentes para entrar en su domicilio. La intervenci¨®n del portero de la finca consegu¨ªa que abrieran la puerta, al garantizar que se trataba de la Polic¨ªa. Otros, muy excepcionalmente, se negaron a que su casa fuera registrada y exigieron un mandato judicial, aunque despu¨¦s de pedirlo se arrepent¨ªan y permit¨ªan a la Polic¨ªa que registrara la viv¨ªenda. "La gente en general reacciona bien y colabora", manifest¨® un inspector.

Al preguntar a uno de los agentes si la informaci¨®n de los porteros les estaba siendo ¨²til, un polic¨ªa replic¨® ofendido: "La informaci¨®n es nuestra, no de los porteros, adem¨¢s aqu¨ª no hay porteros, esto no es la Castellana", aunque esto result¨® infundado, ya que la mayor¨ªa de las viviendas de ese ¨¢rea s¨ª lo tienen.