Pol¨ªtica, moral y epopeya
La Academia de Hollywood siempre ha sido sensible a los filmes en los que el contenido viene expuesto en primer plano y en los que la pol¨ªtica se reconvierte en problema moral. Gandhi, con una cantidad de estatuillas inusitada, ha descabalgado de la carrera a los filmes fant¨¢sticos como E. T. o las comedias como Tootsie.Desaparecido no ten¨ªa ninguna posibilidad por la poca simpat¨ªa que despertaba en el departamento de Estado y el problema de El veredicto estriba en que, mientras Paul Newman s¨®lo se enfrenta a un abogado poderoso, Gandhi lo hace a un imperio. Lucha desigual.
Pero el mahatma ha podido con todos en todos los terrenos. La plana, segura y convencional direcci¨®n de Attenborough consigue que se olvide a Steven Spielberg o el ritmo de Pollack en Tootsie. Ben Kingsley acaba con el sue?o transformista de Dustin Hoffman o del veterano perdedor Paul Newman.
Los otros premios importantes -gui¨®n, fotograf¨ªa, montaje- tambi¨¦n son para el filme brit¨¢nico -el a?o pasado Carros de fuego tambi¨¦n signific¨® la victoria de la colonia frente a la metr¨®poli. S¨®lo la mejor interpretaci¨®n femenina escapa, de entre los premios grandes, al arrasador empuje de Gandhi y es as¨ª seguramente porque Meryl Streep no ten¨ªa ninguna rival en la epopeya hind¨². En cualquier caso han sido los t¨ªtulos, aparente o realmente fr¨ªvolos, la diversi¨®n m¨¢s o menos pura, como E. T, V¨ªctor o Victoria y Tootsie los grandes derrotados.
Los oscars de los secundarios son poco discutibles. Lou Gosset j¨²nior ten¨ªa un "bomb¨®n" en Oficial y caballero y lo ha aprovechado.
Jessica Lange obtiene el reconocimiento merecido ya el pasado a?o por El cartero siempre llama dos veces. En Tootsie ha dejado a un lado su sensualidad primitiva para potenciar el lado humor¨ªstico y par¨®dico de su personaje.
El recuerdo a Mickey Rooney es algo inequ¨ªvocamente americano y que escapa a la comprensi¨®n de los europeos. Pero eso es igual, porque los oscars son la fiesta de la capital del imperio y el mundo no anglosaj¨®n oscila entre ser espectador o comparsa. Lo admirable est¨¢ en haber conseguido dotar los oscars del aura de un refer¨¦ndum planetario.
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