Aprobada definitivamente la reforma de la prisi¨®n preventiva, que permitir¨¢ la libertad de miles de reclusos

El Pleno del Senado aprob¨® ayer, por amplia mayor¨ªa, el proyecto de ley de reforma de la ley de Enjuiciamiento Criminal, sin modificaciones respecto al proyecto enviado por el Congreso, que modifica la regulaci¨®n de la prisi¨®n preventiva. Esto implica que el proyecto, tras la sanci¨®n real, se publicar¨¢ inmediatamente en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. El rechazo de todas las enmiendas planteadas a lo largo de la jornada de ayer por los senadores de la oposici¨®n, responde al inter¨¦s del partido del Gobierno por aprobar la ley de Enjuiciamiento Criminal con la m¨¢xima urgencia, debido a que afecta a varios miles de presos preventivos, que con la nueva regulaci¨®n saldr¨¢n en libertad provisional.

El primer grupo parlamentario de la oposici¨®n, el Grupo Popular, de Manuel Fraga, volvi¨® a demostrar ayer su rechazo en el Senado, al igual que ya lo hiciera en su d¨ªa en el Congreso, al proyecto de ley de Enjuiciamiento Criminal, por entender que "roza la inconstitucionalidad" y provoca un estado de indefensi¨®n constante en los ciudadanos.Por estas razones, el Grupo Popular intent¨® rechazar este proyecto durante toda la tarde de ayer, primero con una propuesta de veto, despu¨¦s con una enmienda a la totalidad, y finalmente mediante enmiendas a los art¨ªculos y con las correspondientes votaciones en contra. No obstante, la mayor¨ªa socialista absoluta impidi¨® que ninguna de estas acciones parlamentarias prosperaran. Al final de la sesi¨®n, el proyecto de ley fue aprobado con 120 votos favorables, 33 en contra y 8 abstenciones.

Los argumentos que emplearon durante los debates de ayer los senadores que intervinieron, pueden resumirse en dos grandes bloques: por un lado, los defensores del texto, los socialistas, alegaron que la ley es absolutamente necesaria porque, en palabras del senador Miguel Cid Cebri¨¢n, todas las personas que a¨²n no han sido juzgadas son, seg¨²n la Constituci¨®n y las leyes espa?olas, inocentes, y como los presos preventivos, como su propio nombre indica, a¨²n no han sido juzgados, son, en consecuencia, inocentes.

"Por ello", dijo este senador, "nosotros no podemos estar tranquilos cuando hay miles de inocentes hacin¨¢ndose en las c¨¢rceles". La consideraci¨®n -defendida tanto por Cid Cebri¨¢n como por el senador Rafael Nadal- de que "las c¨¢rceles espa?olas son academias donde se imparten cursillos acelerados de delincuencia" fue otro de los argumentos empleados por los socialistas para sacar adelante el proyecto de ley.

Indulto subterr¨¢neo

Por otro lado, representantes del Grupo Popular y algunas enmiendas de las minor¨ªas vasca y catalana reflejaban el criterio de que la ley de Enjuiciamiento Criminal implica, de hecho, "la extinci¨®n de la prisi¨®n preventiva" -al menos as¨ª lo entendi¨® el senador de Alianza Popular Jos¨¦ Luis Aguilera-, y, en consecuencia, como subray¨® el senador Fern¨¢ndez de la Madrid, tambi¨¦n del Grupo Popular, "se va a producir la terrible, preocupante y lacerante situaci¨®n de que miles de individuos profesionales del delito van a estar pululando impunemente por nuestras ciudades, nuestras calles y nuestros pisos".

El texto de la propuesta de veto que defendieron los senadores del Grupo Popular se basaba en que el art¨ªculo 24.1 de la Constituci¨®n salvaguarda la defensa de los ciudadanos, y esta defensa puede verse afectada, en su opini¨®n, "al dejar a la sociedad inerme ante la soltura de miles y miles de delincuentes, muchos de ellos autores de graves delitos, y otros, multirreincidentes", argumento que le sirvi¨® para alegar la posible inconstitucionalidad de la ley.

La propuesta de veto del Grupo Popular ped¨ªa la devoluci¨®n del proyecto de ley de Enjuiciamiento Criminal al Gobierno, por entender que en la pr¨¢ctica iba a ser un "indulto subterr¨¢neo", y en lugar de su tramitaci¨®n solicitaron "la articulaci¨®n urgente de una ley org¨¢nica y procesal coherente que sirva a los fines de una justicia eficaz".

El socialista Miguel Cid les replic¨® diciendo que "no podemos consentir la situaci¨®n de tantas personas inocentes hacinadas en las c¨¢rceles mientras sesudos legisladores emplean dos a?os en hacer una ley impecable".