Gobierno y duraci¨®n
Lo que tiene en un grito a la Oposici¨®n, claro, no es que gobierne Felipe Gonz¨¢lez, sino que pueda gobernar-para-siempre. Felipe o el psocialismo o el socialismo propiamente dicho, o la socialdemocracia, o alguna de esas f¨®rmulas progresivas que llevan m¨¢s de sesenta a?os en Suecia, un suponer. ("Un suponer". Leo otras columnas y parece que me estoy leyendo a m¨ª mismo. La palabra s¨ª que es un poder, Mercedes, amor. Agradezco a los colegas el homenaje t¨¢cito/impl¨ªcito.) Llega una se?ora al Casino de Torrelodones, sitio que me gusta mucho, coge, agarra, llega, y apuesta al 23:-Yo, por el 23 de febrero, que aquel guardia s¨ª que los ten¨ªa bien puestos.
Y le toca, claro. Ha pasado delante de m¨ª. Hay gentes en la derecha que tienen el don de las lenguas -Fraga-, pero no el don de la lengua, el don de hablar y escribir creadoramente y correctamente un idioma. Don Manuel no lo tiene, no, y yo s¨¦ que lo del p¨®lipo es cosa de poco momento, de modo que volver¨¢ a decir, como gran consigna pol¨ªtica y programa de gobierno, a los espa?oles, que "arriba los corazones". Su p¨®lipo sintagm¨¢tico es que se ha quedado en Fern¨¢ndez de la Mora, como s¨ªntesis crepuscular de todo el pensamiento conservatista anterior. Gobierno y duraci¨®n. No es un vacile de presidente Gonz¨¢lez, poco dado a eso (Felipe tiene el encanto del andaluz soso, que es otro encanto). Es una realidad politol¨®gica. El se?or Roca, que tambi¨¦n tiene, quiz¨¢, el don de las lenguas, pero no el don de la lengua, evidentemente, ya se lo est¨¢ haciendo de ¨²nico en su vasta red de las elecciones municipales. Quiere ganar hasta en Betanzos, aprovechando el p¨®lipo de silencio que atenaza a Fraga. Y otras mil derechas, que son mucho m¨¢s y mucho menos que una granderecha como la so?¨® Fraga.
La bella y rubia Rosa Valmty vuelve al teatro con El tocador de se?oras. J. L. Mathieu me invita a cenar en Joy/Eslava, "todo de blanco o todo de negro, please, o de blanco y negro". Sof¨ªa Morales se ha tra¨ªdo del campo todas las flores de abril -"de colores se visten los campos en la primavera", don Manuel-, pero se le ha casado la chica y tiene que hacer la casa. "No me queda tiempo para pintar, Umbral, hijo". Ah el tiempo, ah, la dur¨¦e, ah Bergson. La dur¨¦e es hoy, ya digo, lo que tiene en un grito a la Oposici¨®n:
-?Y cu¨¢nta dur¨¦e cree usted que puede quedarle a este Gobierno nacionalizador, sevillano y tercermundista?
Es la pregunta por los bares/ chafl¨¢n de Serrano. La dur¨¦e. Tienen el don de las lenguas, claro, como los ap¨®stoles de la misa diaria (son de misa diaria, como don Zoilo). Pero se pone uno a hacer calendarios, ya digo, y lo vertiginoso es que al PSOE no se le ve alternativa. Han acertado con un progresismo regeneracionista y templado que es lo que esperaban hasta los tardofranquistas. A esta coincidencia de Gonz¨¢lez/Guerra con casi toda la cartograf¨ªa pol¨ªtica y sociol¨®gica es a lo que la Oposici¨®n, por aliviarse un poco, llama votos prestados. Votos devaluados en el troquel de Adolfo Su¨¢rez (mayormente, desde que la uced¨¦ quit¨® a Su¨¢rez, o sea que se quit¨® a s¨ª misma), que han asaeteado, como dulces saetas de papel, el cuerpo sociol¨®gico de Espa?a. El psocialismo, hoy, no tiene recambio, y esto, lejos de movemos a triunfalismos, a uno le inquieta y preocupa. La dur¨¦e est¨¢ bien mientras no sea demasiada dur¨¦e, ni 202 votos de dur¨¦e. Pero no es culpa de ellos, sino de la Oposici¨®n real, legal, leal y coyuntural, que no se aclara.
Palona Segrelles ha hecho un v¨ªdeo con mis ¨²ltimos numbers televisivos y me invita a tortilla para verlos.
El gran librero de viejo, Berchi, me trae primorosa edici¨®n de Los crep¨²sculos, una cosa que hac¨ªan los poetas de derechas durante la Rep¨²blica, visitando crep¨²sculos y cementerios. Se les pas¨® el cementerio civil, donde, ay, crec¨ªa ya la yerba de la dur¨¦e.
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