Verdaderamente inseparables
Su convivencia es pl¨¢cida, son mon¨®gamos y viven en pareja. Durante la incubaci¨®n el macho cuida sol¨ªcito a la hembra. Son los agapornis, un modelo de compa?erismo.
Los agapornis se van contemplando en Espa?a, desde hace unos pocos a?os, como lo que realmente son: animales de compa?¨ªa. Proceden de ?frica, y los primeros conocidos en Europa fueron los de la especie denominada "inseparables de cabeza roja". Fueron tra¨ªdos a nuestro continente en las proximidades de 1820. Los ¨²ltimos han sido, en 1926, los "inseparables Liliana".Su presencia es la de p¨¢jaros de plumas muy coloristas en una gama suficientemente amplia, muy inteligentes, alegres y con ganas de alborotar.
Se conocen nueve especies, que se denominan: inseparables de cabeza roja (Agapornis pullaria), inseparables de cabeza gris (Agapornis cana), inseparables de cabeza negra (Agapornis nigrigenys), inseparables Liliana (Agapornis lilianae) e inseparables de Liberia (Agapornis swinderniana); todos ellos? de peque?o porte.
Hay otro grupo de mediano tama?o: el inseprable de Fischer (Agapornisfischeri) e inseparables enmascarados (Agapornis personata).
Y, por ¨²ltimo, los de tama?o grande: inseparable rosa (Agapornis roseicollis) e inseparable de Abisinia (Agapornis taranta).
La denominaci¨®n de inseparables les viene dada por la estabilidad de las parejas formadas. Son absolutamente mon¨®garnos y en su convivencia no se advierte la tendencia a las peleas, tan com¨²n en otras especies, siendo su compa?erismo total. Se advierte de manera m¨¢s acusada cuanto decimos, sobre todo, en la ¨¦poca de incubaci¨®n de los huevos. En ella, el macho alimenta a la hembra con solicitud desde un ¨¢seladero cercano al nido y le hace compa?¨ªa con su presencia y con su canto. Luego, a la hora de retirarse a descansar, los dos p¨¢jaros se acomodan en el nido para dar calor a los huevecillos, permaneciendo as¨ª toda la noche. Las personas que deseen intentar la cr¨ªa deben, por tanto, procurar un nido algo m¨¢s grande que el de otras aves.
Para tenerlos en casa es aconsejable comprarlos por parejas, y en caso de ue uno de los integrantes muela hay necesidad de buscar de inmediato otro ejemplar del mismo sexo del desaparecido, ya que, de no hacerse as¨ª, el animal que qued¨® solo no ser¨ªa capaz de sobreponerse y morir¨ªa de tristeza.
Soportan muy mal los fr¨ªos intensos y enferman f¨¢cilmente si est¨¢n sometidos a cambios bruscos de temperatura. En libertad, cuando la noche empieza, retornan a sus nidos.
Presentan los agapornis la particularidad de que tienen el pico rojo, y s¨®lo hay dos excepciones: el inseparable de cabeza gris tiene el pico de color ceniza, y el inseparable de Liberia, tambi¨¦n gris, aunque m¨¢s oscuro.
Son muy domesticables y aprenden con rapidez a acudir a nuestra mano para recibir su comida, que ser¨¢ un compuesto de mijo blanco, espigas de panizo, alpiste, avena y algo de c¨¢?amo durante el celo. Puede a?adirse a -esta dieta bizcocho, huevo cocido y pan mojado en leche. Algo de frutas o verduras complementar¨¢n perfectamente, cubriendo sus necesidades. Las especies de tama?o grande reciben con gran alegr¨ªa algunas semillas de girasol.
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