Comienza la Feria de Abril con la amenaza de la 'bendita' lluvia
Con la bendita amenaza de la lluvia pendiente sobre la ciudad, el alcalde de Sevilla, Luis Uru?uela, dirigi¨® a las cero horas de hoy uno de sus ¨²ltimos actos oficiales al frente de la capital andaluza: la prueba del alumbrado de la Feria de Abril. El recinto ferial se convirti¨® en el t¨ªpico ascua de luz y ¨¦sta fue la se?al para que los sevillanos empezasen a vivir su otra semana grande anual, a pocas fechas de la Semana Santa.
Uru?uela y sus concejales han sido conscientes de que ¨¦sta era su ¨²ltima oportunidad de dejar un buen sabor de boca a los sevillanos y se han esforzado por proporcionales una feria hu¨¦rfana de incidentes y anomal¨ªas, manteniendo hasta el l¨ªmite de lo posible la tradici¨®n casi centenaria y media de aquel festejo que se inventaron a mediados de siglo pasado dos ediles de or¨ªgenes vasco y catal¨¢n. Si Ybarra y Bonaplata levantaran la cabeza, tal vez no reconocer¨ªan esta Sevilla, pero no se extra?ar¨ªan demasiado de su recinto ferial.Quinientos polic¨ªas municipales velar¨¢n por el buen desarrollo de la fiesta (la seguridad ciudadana corre a cargo de 1.300 miembros de las Fuerzas de Orden P¨²blico por decisi¨®n del Gobierno Civil), el tr¨¢fico aparece ordenado de la mejor manera concebible y se han habilitado aparcamientos para 20.000 veh¨ªculos, a la vez que se organizan las habituales l¨ªneas de autobuses con tarifa especial desde el Prado de San Sebasti¨¢n hasta la portada misma del Real.
Al mismo tiempo, el ayuntamiento ha querido ser especialmente r¨ªgido en el cumplimiento de las ordenanzas feriales. Los horarios de recogida de basuras o del paseo de caballos y enganches se cumplir¨¢n a rajatabla para evitar a propios y extra?os -sobre todo a propios, porque el visitante suele aceptar lo que le echen- el espect¨¢culo de la suciedad o del caballo nocturno montado por jinete etilizado.
Claro que el municipio saca hasta tajada material de la feria abrile?a, los ingresos derivados del festejo se aproximan a los 200 millones de pesetas. El grueso de la tarta procede de las tasas de ocupaci¨®n que se abonan por tener casetas y los alquileres de terrenos para circos, teatros y otras atracciones de la siempre infernal Calle del infierno. Para hacerse una idea: m¨¢s de cuatro millones paga el circo de este a?o por cada una de sus dos carpas, m¨¢s el 10% por cada d¨ªa que las mantenga instaladas fuera de la estricta semana ferial. Por el contrario, los gastos que tendr¨¢ el ayuntamiento se reducen a 120 millones, siendo la partida m¨¢s llamativa los treinta que va a costar la iluminaci¨®n del cuarto de mill¨®n de bombillas empleadas.
En el millar corto de casetas instaladas en la feria, entre particulares, asociaciones, cofrad¨ªas, pe?as, grupos de empresa y las abiertas de los diez distritos municipales y los partidos pol¨ªticos se gastar¨¢ una cantidad de dinero imposible de calcular, pero que con toda seguridad consta de diez guarismos. En esta org¨ªa de los sentidos que es la Feria de Abril, la tercera parte de este dinero ir¨¢ a satisfacer el del gusto a trav¨¦s del medio mill¨®n de litros de fino y el inseparable tapeo que se consumir¨¢n. Imposible calcular las p¨¦rdidas econ¨®micas provocadas por muchos honrados padres de familia que estos d¨ªas duermen poco y rinden menos.
S¨®lo a partir del lunes 25, fiesta obligada en la ciudad, Sevilla empezar¨¢ a estar en campa?a electoral, y ya entonces habr¨¢ gente pensando en la feria de 1984.
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