Estados Unidos y Nicaragua / 1

Toda Centroam¨¦rica es vital para Estados Unidos. Supone, seg¨²n el autor de este texto, el control del canal de Panam¨¢ y, con ¨¦l, la seguridad del tr¨¢fico mar¨ªtimo entre sus dos costas. Esto explica que en esta regi¨®n se hayan dado las ¨²nicas intervenciones militares estadounidenses en Latinoam¨¦rica y la actitud de ese pa¨ªs respecto a la evoluci¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica de Nicaragua.

Desde la conquista de Texas, California y las otras regiones mexicanas al norte del r¨ªo Bravo, en la d¨¦cada de 1840, una de las preocupaciones fundamentales de Estados Unidos ha sido la de asegurar la regi¨®n que se extiende entre Florida, las islas del Caribe, el istmo de Panam¨¢ y California. Esa vasta porci¨®n geogr¨¢fica, en la cual se encuentra toda Centroam¨¦rica, es vital -desde el punto de vista estrat¨¦gico- para asegurar el control del canal de Panam¨¢ y, con ello, el tr¨¢fico mar¨ªtimo entre la costa del Pac¨ªfico de Estados Unidos y la del Atl¨¢ntico. La ruta alternativa pasa por los confines de Am¨¦rica del Sur, ya sea por el estrecho de Magallanes o por el cabo de Hornos. En este caso, hay que agregar varios miles de kil¨®metros a la navegaci¨®n.Durante el siglo pasado se desarroll¨® una intensa pugna entre Estados Unidos y el Reino Unido para asegurar la v¨ªa interoce¨¢nica. El Reino Unido avanz¨® desde Belice hacia el sur por la costa atl¨¢ntica, amagando a Panam¨¢, y para ello cre¨® el m¨ªtico reino de los mosquitos, hoy denominados indios Miskitos. Es decir, bajo la supuesta soberan¨ªa de una comunidad ind¨ªgena el Reino Unido comenz¨® a expandirse por Centroam¨¦rica, abarcando regiones que pertenecen a Honduras y Nicaragua.

La contienda por el canal fue zanjada en beneficio de Estados Unidos que construy¨®, en Panam¨¢, la v¨ªa de comunicaci¨®n entre los oc¨¦anos Pac¨ªfico y Atl¨¢ntico. Posteriormente estableci¨®, en la zona adyacente, importantes bases militares que sirvieron, tambi¨¦n, para adiestrar en t¨¢cticas antiguerrilleras a miembros de los ej¨¦rcitos latinoamericanos.

Dentro del pensamiento estrat¨¦gico norteamericano se le dio tal importancia a la defensa de Panam¨¢ que, durante la segunda guerra mundial, Estados Unidos alquil¨¦ las islas Gal¨¢pagos a Ecuador, para establecer bases ante un eventual ataque de los japoneses. La posibilidad de que las tropas del Afrika Corps de Rommel pudieran ser enviadas, por v¨ªa a¨¦rea, desde ?frica a Brasil y ah¨ª establecer aeropuertos que pudieran servir para atacar al canal, fue otro de los temores que quitaron el sue?o a Washington. Para prevenir esta posibilidad, Estados Unidos arrend¨® bases en la regi¨®n brasile?a de Natal, que es el territorio americano m¨¢s cercano a ?frica.

La totalidad de las intervenciones militares norteamericanas en Am¨¦rica Latina se han efectuado en el arco que cubre Florida, las islas del Caribe, Panam¨¢ y California. No han existido jam¨¢s desembarcos de los Marines en Suram¨¦rica; solamente en la regi¨®n que -como hemos se?alado- cubre las rutas de comunicaci¨®n entre ambas costas de EE UU. A contar de la segunda guerra mundial, las intervenciones militares, ya sea por medio de la CIA o directamente por tropas de Estados Unidos, han sido en Guatemala en 1954, Cuba -Bah¨ªa Cochinos en 1960 y "crisis de los cohetes" en 1962- y Rep¨²blica Dominicana, en 1965.

Como otro elemento a recordar hay que se?alar que entre Panam¨¢ y Colombia no existe, todav¨ªa, comunicaci¨®n terrestre. La carretera Panamericana est¨¢ interrumpida en la selva del Dari¨¦n, una regi¨®n h¨²meda y boscosa, cuyas dif¨ªciles caracter¨ªsticas geogr¨¢ficas han impedido, hasta nuestros d¨ªas, el trazado de un camino. Esta situaci¨®n acent¨²a el eventual aislamiento del canal. Las comunicaciones entre Suram¨¦rica y Panam¨¢ son por mar o por medio del avi¨®n.

Geopol¨ªtica

Nicaragua corta en dos a Centroam¨¦rica dejando al norte a Honduras, El Salvador y Guatemala que es, precisamente, la zona de mayor posibilidad de conflictos pol¨ªticos violentos de Am¨¦ rica Latina en la actualidad. La amenaza de que un Gobierno hostil a Estados Unidos fomente la guerrilla, en esa regi¨®n, dando abastecimientos o infiltrando combatientes a trav¨¦s de la extensa frontera entre Honduras y Nicaragua es una posibilidad que no puede ser descartada, a priori, por los analistas del Pent¨¢gono.

Al sur de Nicaragua se encuentran Costa Rica y Panam¨¢. El primer pa¨ªs carece de fuerzas armadas y, en el pasado, logr¨® resistir a varios intentos de agresi¨®n nicarag¨¹ense -bajo el dominio de los Somoza- gracias a la protecci¨®n de Estados Unidos. Jos¨¦ Figueres, un antiguo presidente de Costa Rica, se jactaba de que el tel¨¦fono era el gran instrumento defensivo de su pa¨ªs, ya que le bastaba llamar a Washington para que la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) y la Casa Blanca tomar¨¢n medidas frente a los intentos agresivos de los Somoza. De hecho, en la d¨¦cada de 1950 el Gobierno de Estados Unidos le traspas¨® cuatro aviones de combate a Costa Rica, al precio de un d¨®lar por cada uno, como gesto de apoyo en una de las crisis. Los cazas permanecieron en el aeropuerto de San Jos¨¦, sin uso, ya que al decir de los costarricenses (ticos) carec¨ªan de pilotos de guerra y no pensaban gastar dinero en crear una fuerza a¨¦rea. Durante la ¨²ltima visita del Papa, los ticos tuvieron que pedir prestado un helic¨®ptero a Panam¨¢ para proteger a Juan Pablo II, ya que no ten¨ªan material de este tipo. Es indudable que el importante proceso de armamentisino del Ej¨¦rcito sandinista est¨¢ causando seria preocupaci¨®n en Costa Rica y, m¨¢s a¨²n un eventual retiro de Estados Unidos de la zona. No hay que olvidar que la pol¨ªtica exterior tica ha premiado considerablemente sus relaciones con Washington.

Al sur de la desarmada Costa Rica se encuentra Panam¨¢. De acuerdo con un tratado, suscrito durante el Gobierno Carter, Estados Unidos se comprometi¨® a un retiro gradual de la administraci¨®n del canal, que ir¨ªa pasando a las autoridades locales. Cabe recordar que Ronald Reagan fue uno de los m¨¢s implacables cr¨ªticos de este tratado ya que, a su entender, amenaza seriamente la seguridad de Estados Unidos. Precisamente, uno de los temores paname?os es que, argumentando la existencia de una amenaza comunista en Nicaragua, el Gobierno norteamericano puede negarse a cumplir los plazos de transferencia del canal. Cabe recordar que en los casos de intervenci¨®n en Guatemala (1954) y Santo Domingo (1965), Washington adujo el argumento del "peligro de control comunista".

Nicaragua, por otra parte, es una de las regiones donde puede construirse una v¨ªa interoce¨¢nica. Y, de hecho, durante el siglo pasado se discuti¨® largamente sobre si el canal se har¨ªa por Panam¨¢ o Nicaragua.

Hay que analizar, en estas condiciones, la posibilidad de que, en el futuro, un Gobierno prosovi¨¦tico permita a la URSS construir una v¨ªa interoce¨¢nica en Nicaragua, con la consecuente instalaci¨®n de bases militares para proteger la zona. En estas condiciones, cortar¨ªa el territorio centroamericano y amagar¨ªa seriamente la seguridad de Estados Unidos.

Son, en gran medida, estos factores los que est¨¢n siendo analizados en Estados Unidos, y de ah¨ª la seria preocupaci¨®n que existe en Washington ante la posibilidad de que un r¨¦gimen prosovi¨¦tico pueda consolidarse en Nicaragua.

Alberto Sep¨²lveda Almarza es profesor de Relaciones Internacionales y ex columnista de la revista Hoy, de Santiago de Chile.