Un delegado sindical, despedido y readmitido tres veces, reclama la nulidad del cuarto despido

Cuatro reclamaciones por despido, seguidas, hasta ahora, de tres readmisiones obligatorias; un cuarto juicio por despido que se celebrar¨¢ ma?ana ante la Magistratura de Trabajo de Barcelona; un recurso de casaci¨®n ante el Tribunal Supremo; una querella criminal y dos expedientes de regulaci¨®n de empleo, configuran algunos de los cap¨ªtulos m¨¢s recientes en la complicada batalla jur¨ªdica del delegado sindical Francisco, Escribano por la defensa de su puesto de trabajo en la empresa Canalizaciones Sala Mas, SA, de Barcelona.En su ins¨®lita perseverancia por prescindir de los servicios del delegado sindical, pe¨®n especialista, de 44 a?os de edad, la empresa lleg¨® a estructurar una innovadora f¨®rmula jur¨ªdica: despu¨¦s de trasladar a la totalidad de su plantilla, formada por un centenar de trabajadores, a una empresa de nueva creaci¨®n, el delegado permaneci¨® como ¨²nico trabajador de la sociedad originaria, separado de sus representados, en un olvidado almac¨¦n.

Un a?o despu¨¦s, Francisco Escribano, protagonista de uno de los procedimientos jur¨ªdico-laborales m¨¢s complicados de los ¨²ltimos a?os, fue despedido por amortizaci¨®n de su puesto de trabajo, bajo la alegaci¨®n de que no exist¨ªa ninguna actividad profesional que el delegado pudiera desarrollar. Nulidad radical, fundamentada en el atentado de la empresa a las garant¨ªas sindicales reconocidas en la Constituci¨®n, es la principal fundamentaci¨®n de la ¨²ltima demanda, cuyo juicio se celebrar¨¢ ma?ana.

El complicado contencioso que afecta a Francisco Escribano se inici¨® en julio de 1979, tras la solicitud de suspensi¨®n de pagos de Canalizaciones Sala Mas, dedicada a instalaciones subterr¨¢neas de tendido el¨¦ctrico, cuyo principal y casi ¨²nico accionista es el empresario Antonio Sala Mas. En el mismo a?o, Francisco Escribano fue despedido por vez primera y readmitido en virtud de sus garant¨ªas sindicales. Faltas de disciplina, formuladas con escasa claridad, constituyeron el motivo formal del segundo despido, en febrero de 1980, tras el que el delegado fue readmitido por conciliaci¨®n propuesta por la Magistratura de Trabajo. El tercer despido contra Escribano se realiz¨® un a?o despu¨¦s. Tambi¨¦n en esa ocasi¨®n fue readmitido por sentencia de la jurisdicci¨®n laboral.

El ¨²ltimo, hasta ahora, de los episodios, que se debatir¨¢ ma?ana ante el juez, ha sido la voluntad de la empresa de amortizar el ¨²nico puesto de trabajo existente. Entre tanto, el rosario de procedimientos ha sido aderezado con la intervenci¨®n del Tribunal Supremo, mediante un recurso de casaci¨®n pendiente, y de un juzgado de Barcelona, al que el trabajador dirigi¨® una querella criminal por un presunto delito contra la libertad y la seguridad en el trabajo.