Rub¨¦n Zamora: "Estados Unidos va hacia una intervenci¨®n en El Salvador"
"Hemos entrado en un momento cr¨ªtico", declara Rub¨¦n Zamora, responsable de Relaciones Exteriores para Estados Unidos y Canad¨¢ del Frente Farabundo Mart¨ª de Liberaci¨®n Nacional-Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FMLN-FDR). Zamora se encuentra en Washington, donde mantiene contactos con miembros del Congreso estadounidense y otros grupos pol¨ªticos interesados por la situaci¨®n en El Salvador.
Este miembro de la oposici¨®n salvadore?a considera que la radicalizaci¨®n de la Administraci¨®n Reagan en Centroam¨¦rica "aleja a corto plazo las posibilidades de negociaci¨®n". Opina, sin embargo, que "el mismo curso de la guerra convencer¨¢ a EE UU de una negociaci¨®n para el cambio pol¨ªtico".El FMLN-FDR valora positivamente las iniciativas de otros pa¨ªses latinoamericanos, como los del grupo de Contadora (Venezuela, Colombia, Panam¨¢ y M¨¦xico). Tambi¨¦n espera una mediaci¨®n del presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, en Centroam¨¦rica. Rub¨¦n Zamora, abogado y pol¨ªtico de 40 a?os, de ideolog¨ªa democristiana, de clara a EL PAIS que "Estados Unidos va hacia una intervenci¨®n en El Salvador, pero no ser¨¢n los d¨®lares para armas ni para elecciones seudodemocr¨¢ticas los que puedan cambiar el rumbo de la guerra. S¨®lo alargar la al precio de un alto sufrimiento humano".
Pregunta. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n militar en El Salvador, desde el punto de vista del FMLN-FDR?
Respuesta. A partir de la campa?a del FMLN, en el pasado mes de septiembre, la situaci¨®n militar de El Salvador ha evolucionado como consecuencia de la coordinaci¨®n entre los diferentes frentes guerrilleros y el incremento del armamento. Por ejemplo, ya en febrero, el FMLN, por primera vez, utiliz¨® la artiller¨ªa. Reunir 500 hombres o movilizar a 1.000 es ya otra cosa normal en el FMLN. Por otra parte, en el Ej¨¦rcito, a pesar de la ayuda de Estados Unidos en armas y asesores, se han mostrado estos ¨²ltimos meses lo que consideramos sus dos debilidades b¨¢sicas: la baja moral de combate de las tropas y la estructura de mando de oficiales, que responde m¨¢s a t¨¦rminos pol¨ªticos que militares.
P. ?En qu¨¦ medida cree que incidir¨¢ el cambio en el Ministerio de la Defensa?
R. Nosotros creemos que no resuelve el problema, debido a la contradicci¨®n interna que contin¨²a existiendo en el cuerpo de oficiales. Eugenio Vides Casanova, el nuevo ministro de Defensa, es un candidato de compromiso, porque es un general que trabaja muy cerca del general Guillermo Garc¨ªa v de la embajada norteamericana, y que mantiene fuertes v¨ªnculos con la extrema derecha, tanto de las fuerzas armadas como de la oligarqu¨ªa.
P. Cuando define a Casanova como un hombre de compromiso, ?incluye la posibilidad de compromiso hacia la negociaci¨®n?
R. Yo creo que no. La pretensi¨®n de los norteamericanos con el nombramiento de Vides Casanova es que se convierta en el pol¨ªtico de las fuerzas armadas, lo que es irreal, porque las diferencias internas en el Ej¨¦rcito contin¨²an y no van a abandonar los militares la pugna pol¨ªtica.
P. ?C¨®mo analiza el FMLN la actual pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan para con El Salvador?
R. En primer lugar hay que registrar que a principios de este a?o se ha producido un cambio importante en el proceso de toma de decisiones en la pol¨ªtica exterior norteamericana hacia Centroam¨¦rica. Antes era manejada por, digamos, los altos bur¨®cratas de la Administraci¨®n, como Thomas Enders, en el Departamento de Estado; S¨¢nchez, en el de Defensa; M¨ªnguez, en la CIA. Pero, a principios de este a?o se produce una elevaci¨®n en la toma de decisiones, en la medida en que es el Consejo Nacional de Seguridad -a trav¨¦s de William Clark, y de manera m¨¢s directa a trav¨¦s de la se?ora Jeane Kirkpatrick, que en esto opera como una asesora directa del presidente Reagan- quien marca la pol¨ªtica a seguir. Con ello, la Casa Blanca asume directamente la responsabilidad de la pol¨ªtica, planteando la cuesti¨®n de Centroam¨¦rica como una confrontaci¨®n Este-Oeste. Es decir, en t¨¦rminos de la seguridad nacional de Estados Unidos.
P. ?Hacia d¨®nde puede conducir tal pol¨ªtica?
R. Lo que vemos es que, por una parte, el aumento de la ayuda militar gradual, siendo importante, ya no tiene capacidad de cambiar el curso de la guerra en El Salvador. Por otra parte, s¨®lo logra comprometer a¨²n m¨¢s a la Administraci¨®n Reagan en un proceso agresivo. Tarde o temprano deber¨¢ afrontar la disyuntiva de si interviene o no masivamente en El Salvador. Esta Administraci¨®n est¨¢ siguiendo un camino que la lleva a una intervenci¨®n en Centroam¨¦rica.
P. ?Qu¨¦ posibilidades ve usted para una salida negociada?
R. Es un mito. Porque cuando Thomas Enders elabora su planteamiento de buscar una salida pol¨ªtica por la v¨ªa de negociaci¨®n, a trav¨¦s de los buenos oficios de terceros pa¨ªses, una muestra de lo cual es su visita a Madrid, su plan es derrotado por el Consejo Nacional de Seguridad bajo el control de Clark y la inspiraci¨®n de la embajadora Kirkpatrick.
P. ?Cree el FMLN en los buenos oficios de un enviado especial o de un mediador?
R. El papel de un enviado especial est¨¢ m¨¢s bien destinado a resolver las diferencias internas en EE UU entre la Administraci¨®n Reagan y el Congreso, y tiene la funci¨®n de explicar el proceso de las futuras elecciones pero no buscar una soluci¨®n global.
P. ?Qu¨¦ condiciones pondr¨ªa el FMLN para participar en las pr¨®ximas elecciones?
R. En primer lugar hay que decir que puede que las elecciones sean a¨²n m¨¢s desastrosas que las del pasado a?o, porque se est¨¢ dando un proceso de aglutinamiento hacia la extrema derecha. Nosotros creemos que las elecciones son un instrumento v¨¢lido y necesario del proceso democr¨¢tico. Sin embargo, para que pueda funcionar es necesario que haya condiciones normales de respeto a los derechos humanos y civiles. En El Salvador, no s¨®lo no existen tales condiciones, sino que, al contrario, participar en estas elecciones significar¨ªa que nos mataran.
P. ?C¨®mo puede incidir la influencia de otros pa¨ªses, como los del grupo de Contadora, en un cambio en la pol¨ªtica de EE UU hacia Centroam¨¦rica?
R. Nosotros creemos que la participaci¨®n del grupo de Contadora o de otras iniciativas que puedan salir puede tener un efecto beneficioso en la situaci¨®n salvadore?a. En el sentido de propiciar el ambiente necesario para que las partes del conflicto puedan sentarse a dialogar. Pero, cualquier salida que no incluya al FLMN-FDR en el acuerdo no ser¨¢ v¨¢lida. El problema salvadore?o es un problema interno de El Salvador; por tanto son las partes internas las que deben sentarse a discutir y a buscar un acuerdo. Naturalmente, para lograr ¨¦ste, es importante el apoyo de terceros que traten de buscar y unir a las fuerzas en litigio.
P. ?C¨®mo ve la oposici¨®n en El Salvador la posibilidad de alguna iniciativa por parte del Gobierno socialista espa?ol?
R. Consideramos positiva la disponibilidad que ha demostrado el nuevo Gobierno espa?ol al ofrecer sus buenos oficios. Felipe Gonz¨¢lez es un gran conocedor de la realidad centroamericana. Espa?a debe ayudar a que todas las partes relacionadas con el conflicto en El Salvador, y con Centroam¨¦rica en general, busquen una posibilidad de di¨¢logo y acuerdo como ¨²nica salida.
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