Un negocio, que Brasil mantiene con sigilo
Brasil vende hoy armas a 38 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, Oriente Pr¨®ximo y ?frica, donde consigui¨® penetrar en mercados que eran dominados por norteamericanos, franceses, belgas y brit¨¢nicos. Se trata de un negocio mantenido con la m¨¢xima discreci¨®n y sigilo. Las principales industrias brasile?as se localizan en una ciudad cercana a S?o Paulo, S?o Jos¨¦ dos Campos.
En S?o Jos¨¦ dos Campos, donde est¨¢n instaladas las principales f¨¢bricas de armas, fue construido un aeropuerto capaz, de recibir grandes aviones de carga y hay un complejo hotelero de nivel internacional. Esta ciudad, cercana a S?o Paulo se ha convertido en un enorme supermercado de armas.Todos los d¨ªas, con la Prensa mantenida siempre a distancia por un fuerte dispositivo de seguridad, se firman en S?o Jos¨¦ dos Campos gandes contratos de venta de armas. Las misiones oficiales que llegan son las ¨²nicas que admiten un contacto con la Prensa, y no dan detalles de los equipos en negociaci¨®n. Dentro de las f¨¢bricas, los obreros tienen prohibido hacer comentarios sobre y las ventas.
En octubre del a?o pasado se hizo p¨²blico por primera vez el sigiloso plan que se pone en marcha cada vez que se va a realizar un embarque de armas. Un periodista descubri¨® en una zona apartada del aeropuerto un avi¨®n de la fuerza a¨¦rea de Ir¨¢n. El informador decidi¨® investigar qu¨¦ es lo que estaba esperando el aparato iran¨ª y asisti¨®, sin ser visto, al embarque de cuarenta toneladas de armas -b¨¢sicamente, misiles y cohetes bal¨ªsticos- de la f¨¢brica Avibras, perteneciente al Ministerio del Aire. Los equipos costaban 197 millones de d¨®lares (unos 26.595 millones de pesetas).
Las autoridades militares se sorprendieron por el revuelo provocado en la opini¨®n p¨²blica por la noticia del embarque. Los portavoces oficiales, tanto gubernamentales como militares, explicaron que era una operaci¨®n normal y que ocurr¨ªa siempre. No se pudo evitar que en los m¨¢s diversos sectores sociales se abriera un debate sobre la venta de armas.
El cardenal de S?o Paulo, Paulo Evaristo Arns, critic¨® el papel de mercader de la muerte del Gobierno brasile?o. Los militares declararon p¨²blicamente que el cardenal era un mal ciudadano y que la producci¨®n y venta de armas generaba muchos empleos. Brasil siempre se declar¨® prodesarme.
Era inevitable que, con una industria b¨¦lica poderosa, se radicalizara la discusi¨®n sobre el tema. Fuentes gubernamentales intentaron quitar importancia pol¨ªtica a los hechos, argumentando que s¨ª Brasil no vende sus armas, otro pa¨ªs lo har¨¢. El Ministerio de Asuntos Exteriores explica que un pa¨ªs desarmado, como Brasil, que tiene una importancia m¨ªnima en la venta de armas, puede actuar en este campo y critica a las superpotencias diciendo que "una pol¨ªtica de desarme s¨®lo puede ser llevada en serio si comienza por EE UU, la URSS, Francia y otros pa¨ªses".
Una gota en el mar de armas
En 1982 se gastaron en todo el mundo, en compra de armas, 550.000 millones de d¨®lares, de los cuales cerca de 100.000 lo fueron en armas nucleares. Por tanto, dicen los principales vendedores de armas de Brasil, como la empresa Avibras y Bernardini, "los 2.000 millones de d¨®lares que Brasil vende representan una gota en ese mar de armas".
Uno de los puntos principales para el ¨¦xito de la actual pol¨ªtica brasile?a de venta de armas es que son hechas con sentido puramente comercial. No se exige del comprador ninguna condici¨®n ideol¨®gica o pol¨ªtica previa para hacer las adquisiciones. No importa si el r¨¦gimen es de izquierda, derecha o dictadura militar; lo que importa es que compre y pague bien. Oficialmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores sigue diciendo p¨²blicamente que Brasil no har¨¢ ventas que alteren un equilibrio militar. En la pr¨¢ctica, eso no se respeta.
Am¨¦rica Central y Oriente Pr¨®ximo son dos regiones en las que hasta hace poco funcionaba la pol¨ªtica de no intervenci¨®n de Brasil. Una alta fuente diplom¨¢tica ligada directamente a la venta de armamento explica que la coproducci¨®n de armas no representa ning¨²n cambio en los actuales principios de la pol¨ªtica exterior brasile?a.
Seg¨²n explica este funcionario, Brasil mantiene la pol¨ªtica de no vender armas a pa¨ªses que puedan desestabilizar una regi¨®n. "Por eso no vendemos armas a El Salvador y Nicaragua. A Irak ya le vend¨ªamos antes de su guerra con Ir¨¢n".
El portavoz del Itamarat¨ª, palacio de la Presidencia, ministro Bernardo Pericas, niega que haya habido cambios en esos principios. Sin embargo, hay discusiones sobre este punto en la diplomacia brasile?a. Algunas de las ¨²ltimas decisiones se est¨¢n tomando en funci¨®n de principios ideol¨®gicos, seg¨²n se comenta.
De ser esto cierto, ser¨ªa el comienzo de una diplomacia ideol¨®gica, totalmente opuesta a los principios pragm¨¢ticos y no alineados del actual ministro de Asuntos Exteriores, Saraiva Guerreiro. Nicaragua es el ejemplo que analizan medios diplom¨¢ticos.
Siguiendo el h¨¢bito internacional, el Gobierno brasile?o no comenta ni divulga las principales exportaciones. Seg¨²n el informe Militarismo y control de armas en Am¨¦rica Latina, del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz, de Estocolmo (SIPRI) los mayores clientes de armas bras¨ªle?as son Libia, Ir¨¢n, Uruguay, Chile, Gab¨®n, Argentina, Togo, Tunicia, Malaisia, Tailand¨ªa y Nigeria.
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