Aquellas historias la RAF

Durante los a?os que siguieron a la II Guerra Mundial el cine brit¨¢nico rivaliz¨® con el norteamericano en la producci¨®n de pel¨ªculas de guerra. Como las grandes masas no cab¨ªan en los escuetos estudios de las Islas y la libra no estaba para costear el despliegue de extras a lo Hollywood, ocurri¨® que el cine de Pinewood y Shepperton Studios se especializ¨® en una guerra m¨¢s tecnol¨®gica, con maquetas m¨¢s socorridas, de bombarderos Lancaster y cazas Spitfire, que unas veces defend¨ªan Inglaterra o bombardeaban Berl¨ªn en la gallarda acci¨®n de la primavera del 40.Eran pel¨ªculas con actores deliberadamente distintos al modelo Clark Gable o Van Johnson, que impon¨ªa el cine norteamericano, y la cr¨ªtica de la ¨¦poca hablaba de sobriedad interpretativa, gran verismo, fuerte contenido psicol¨®gico y humano de las historias narradas. En realidad, lo que pasaba es que no hab¨ªa dinero para m¨¢s, como luego se ver¨ªa cuando pudieron rodar Lawrence de Arabia, o Battle of Britain, todas ellas pel¨ªculas del gran boom de prosperidad laborista en los a?os sesenta.

Una de ellas es Historia de Malta, rodada en 1953, ni peor ni mejor que las restantes. Aquellos tiempos de la RAF no eran todav¨ªa los de Michael Caine ni de Albert Finney. El cine ingl¨¦s era muy nuestro.