Propaganda oficial contra dirigentes en la clandestinidad
Los medios oficiales de comunicaci¨®n de Polonia realizaron los ¨²ltimos d¨ªas una amplia campa?a para desacreditar moralmente a los militantes del sindicato independiente Solidaridad que trabajan en la clandestinidad.La organizaci¨®n clandestina de Solidaridad de Silesia sufri¨®, desde la declaraci¨®n del estado de guerra en Polonia, fuertes golpes: nada menos que tres dirigentes, miembros de la comisi¨®n coordinadora provisional (TKK), cayeron en poder de la polic¨ªa. El ¨²ltimo detenido, Jozef Pinior, cay¨® con toda su red clandestina y la caja de los fondos econ¨®micos.
Simpatizantes de Solidaridad en Varsovia sospechan que la polic¨ªa ha conseguido infiltrar la Solidaridad clandestina en Silesia, y esto explica las repetidas ca¨ªdas de Wladyslaw Frasyniuk, Piotr Bednarz y la ¨²ltima de Pinior.
La propaganda oficial aprovech¨® estas ca¨ªdas para lanzar una ins¨®lita campa?a de desprestigio contra los clandestinos, a trav¨¦s de la radio y de todos los medios de Prensa. En un programa de radio titulado Retransmisi¨®n desde la clandestinidad, se emiti¨® una cinta grabada con una conversaci¨®n entre dos mujeres, colaboradoras clandestinas en Silesia.
Con un lenguaje vulgar, las dos mujeres se quejan de la vida que llevan los clandestinos, "se esconden, pero viven muy bien con alcohol y mujeres. Ya no tienen que ver con los obreros". La Prensa oficial habla ir¨®nicamente de "la primera dama del se?or Pinior", a la que las dos mujeres critican.
Una de las mujeres dice de la amiga de Pinior: "Compr¨® cartones de Gauloise (marca de prestigio en Polonia); pero, ?con qu¨¦ dinero, mierda?". La conversaci¨®n contin¨²a: "Ella ten¨ªa perfumes y pijamas. Todo de pewes (tiendas donde se compra con divisas occidentales). Esa puta compr¨® durante el internamiento zapatos por 12.000 zlotys (18.000 pesetas) y un abrigo de pieles".
La otra responde que "bajo la tapadera de la clandestinidad ellos se arriesgan y trabajan, pero cada uno encuentra un culo para ¨¦l. Imag¨ªnate que llega un hombre para esconderle. Est¨¢ casado y tiene un hijo, y viene con una chica. ?C¨®mo se les prepara la cama? Naturalmente, en la misma habitaci¨®n; ni siquiera se preocupan de guardar las apariencias".
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