Los obispos norteamericanos volver¨¢n a debatir un documento en favor de la congelaci¨®n de la carrera de armas nucleares

La Conferencia Episicopal norteamericana iniciar¨¢ hoy una reuni¨®n para debatir un tercer borrador de la pol¨¦mica carta pastoral sobre la guerra y las armas nucleares. La segunda versi¨®n de esta carta, que ped¨ªa la congelaci¨®n del desarrollo y despliegue de nuevas armas at¨®micas, levant¨® una gran pol¨¦mica, lo que provoc¨® que en el tercer borrador se suavizara el lenguaje. Ahora se espera que la Conferencia Episcopal vuelva a apoyar la petici¨®n para detener la producci¨®n y despliegue de nuevos ingenios nucleares.

Los obispos cat¨®licos norteamericanos se disponen a concluir la dif¨ªcil y en momentos tormentosa formulaci¨®n de una carta pastoral que critica duramente la carrera de armas nucleares. El debate entre los 284 obispos en una reuni¨®n cuya duraci¨®n prevista es de dos d¨ªas se centrar¨¢ en el tercer borrador de la carta que fue hecho p¨²blico el pasado mes de abril, tras amplias consultas con prelados europeos en el Vaticano y funcionarios de la Administraci¨®n Reagan.Este tercer borrador ser¨¢ revisado hasta el ¨²ltimo minuto y, seg¨²n se anunci¨® el pasado viernes, el comit¨¦ de cinco miembros encargado de su redacci¨®n ha restaurado en el texto una firme declaraci¨®n de apoyo a la congelaci¨®n de armas nucleares.

Un portavoz del comit¨¦ dijo que el documento pedir¨¢ una congelaci¨®n en la producci¨®n y despliegue de armas nucleares. Cuando el tercer borrador fue hecho p¨²blico, el pasado mes de abril, el t¨¦rmino congelaci¨®n, que hab¨ªa utilizado en la segunda versi¨®n, hab¨ªa sido reemplazado por reducci¨®n.

La vuelta a un lenguaje m¨¢s en¨¦rgico es el resultado de las protestas formuladas por muchos obispos, que afirmaron que los cambios se hab¨ªan debido a presiones del Gobierno. Es muy probable que el pleno de la conferencia vote para restaurar el t¨¦rmino utilizado en el segundo borrador.

Algunos de los cambios claves registrados en la tercera versi¨®n fueron realizados en un reuni¨®n celebrada por el comit¨¦ una semana antes de hacer p¨²blico el borrador. Esta reuni¨®n fue tensa, seg¨²n algunas fuentes, y se debatieron los diferentes criterios que existen entre los cinco miembros que lo componen.

Suavizar el tono

El tercer borrador manten¨ªa los puntos principales de la versi¨®n anterior, entre ellos la condena a la guerra nuclear, la oposici¨®n de la Iglesia al uso, en primer lugar, de las armas nucleares y la aceptaci¨®n de la disuasi¨®n nuclear s¨®lo como un paso hacia el desarme. Pero en otros muchos aspectos se corrigi¨® el tono y el lenguaje en¨¦rgico del segundo borrador.Entre las revisiones efectuadas se encontraba un tratamiento m¨¢s amplio del concepto guerra justa y de la teor¨ªa de la defensa propia. Tambi¨¦n se dio un tono m¨¢s cr¨ªtico a la responsabilidad de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la carrera de armamentos y mayor flexibilidad ante la posibilidad de una guerra nuclear limitada.

Algunos obispos han afirmado que esta tercera versi¨®n debilita la posici¨®n de la no-violencia como opci¨®n moral. Muchos cat¨®licos conservadores elogiaron este tercer borrador, calific¨¢ndolo como m¨¢s realista.

Pax Christi, grupo internacional cat¨®lico, reuni¨® las firmas de 269 te¨®logos norteamericanos para apoyar la segunda versi¨®n. El profesor Joseph Falley, del colegio de Manhattan, que distribuy¨® este documento, dijo que varios te¨®logos quer¨ªan una posici¨®n m¨¢s firme frente a la amenaza nuclear.