Un comunicante an¨®nimo se confes¨® autor de Ios cr¨ªmenes de 'Los Galindos'
El autor no identificado de una carta, ocultada al juez durante los ¨²ltimos siete a?os, afirmaba haber cobrado 10.000 pesetas por su participaci¨®n y acusaba a una persona allegada al cortijo de ser coautor e inductor de las muertes
Junto con el enigma de d¨®nde pudo haber estado hibernado este documento durante siete largos a?os, a¨²n no aclarado suficientemente, al menos tres detalles del mismo han movido a los investigadores a aceptar la carta, fechada y matasellada en Zaragoza el 18 de febrero de 1976, como elemento ¨²til a la investigaci¨®n, al coincidir plenamente con conclusiones alcanzadas en el primer trimestre de 1983, y, que sin ser dadas por definitivas, son las que sustentan actualmente las pesquisas (ver EL PA?S del 20 de febrero y del 2 de marzo y EL PA?S SEMANAL del 6 de marzo ¨²ltimos).El primero de ellos se refiere a que el objetivo de la matanza era una sola de las v¨ªctimas: Manuel Zapata, el capataz de la finca, y que las otras cuatro fueron o testigos indiscretos o cad¨¢veres con los que se pretendi¨® complicar el caso: la esposa del encargado, Juana Mart¨ªn, los tractoristas Ram¨®n Parrilla y Jos¨¦ Gonz¨¢lez y la mujer de este ¨²ltimo, Asunci¨®n Peralta. La segunda de las coincidencias es que al menos dos personas participaron en el traslado del cad¨¢ver de la esposa de Zapata. Hasta 1983 se ten¨ªa la seguridad de que un ¨²nico asesino hab¨ªa arrastrado el cuerpo hasta donde ser¨ªa encontrado por la Guardia Civil.
Y, finalmente, que tanto Gonz¨¢lez como su mujer fueron muertos por disparos de escopeta, cuando durante estos casi ocho a?os, hasta la exhumaci¨®n de los cad¨¢veres en enero de 1983, se dio por buena la versi¨®n del forense, el cual hab¨ªa apreciado que la muerte de ambos hab¨ªa sido a causa de carbonizaci¨®n, sin otras averiguaciones. A¨²n cuando el equipo del catedr¨¢tico de Medicina Legal de Sevilla, doctor Luis Frontela, encargado de las exhumaciones y de los estudios consiguientes, no ha entregado sus conclusiones definitivas al juez, EL PA?S sabe con total certeza que tanto Jos¨¦ Gonz¨¢lez como Asunci¨®n Peralta hab¨ªan sido asesinados por disparos de escopeta antes de que sus cuerpos fueran rociados con gas¨®leo e incendiados.
Sin que las citadas fuentes consultadas estimen aprovechable el 100% del contenido del an¨®nimo -"ya que contiene algunas inexactitudes notorias y, adem¨¢s, est¨¢ escrito por la misma mano que envi¨® otros an¨®nimos, incorporados al sumario, que no han sido tomados en consideraci¨®n, porque aparentemente eran disparatados"- creen que una parte del mismo puede ser utilizada a la hora de tomar declaraci¨®n nuevamente a personas relacionadas con la vida del cortijo.
En realidad, a¨²n cuando han transcurrido casi ocho a?os desde que se cometieran los cr¨ªmenes, el sumario nunca fue sobreseido. Antes al contrario, desde que hace dos a?os y medio fuera nombrado juez de Marchena Heriberto Asensio, tom¨® un impulso extraordinario, hasta el punto de rebatir la versi¨®n oficial de la Guardia Civil y de la polic¨ªa gubernativa de Sevilla, curiosamente similares, seg¨²n las cuales Jos¨¦ hab¨ªa dado muerte con una herramienta a Zapata y su esposa, asesinado a tiros a Parrilla e incinerado a Asunci¨®n, tras lo cual, o bien tuvo un accidente y se quem¨® vivo o bien decidi¨® suicidarse autoprendi¨¦ndose.
A la vista de las primeras investigaciones del doctor Frontela, tras las exhumaciones, Asensio crey¨® que, casi ocho despu¨¦s, la Justicia ten¨ªa una obligaci¨®n moral con la familia de los Gonz¨¢lez (repudiada en el pueblo, matratada, tachada de familia de asesinos), e hizo p¨²blica la revelaci¨®n de que Jos¨¦ Gonz¨¢lez no hab¨ªa muerto como establecieron las primeras invcs tigaciones policiales, circunstancia que no le exoneraba, en principio, de haber podido tener alguna participaci¨®n en el complicado crimen m¨²ltiple. Sin embargo, bast¨® a su familia para cambiar el texto de la l¨¢pida del nicho donde ahora est¨¢ enterrado junto a su mujer, tras la exhumaci¨®n, e incribir un asesinado en el lugar del calificativo muerto (en tal fecha) que segu¨ªa, en la nueva l¨¢pida, encargada precipitadamente en Sevilla, tras el nombre y los apellidos del tractorista.
Concepci¨®n Benjumea, la madre, no dccarta la posibilidad de que su hijo supiera algo o tuviera alguna participaci¨®n en el caso. "No lo s¨¦. Nadie lo sabe. Nunca podr¨¢ saberse porque est¨¢ muerto, pero me ha servido para quitarme una de las dos penas que me hubieran acompa?ado hasta la tumba. Afortunadamente ahora solo sufro por su muerte. Se ha hecho justicia a su memoria". El hecho de que Jos¨¦ fuese a buscar a Asunci¨®n al pueblo a las 15.15 del d¨ªa de autos, cuando la esposa nunca iba al cortijo y cuando a esa hora hab¨ªa ya tres cad¨¢veres comenzando a pudrirse bajo el agobiante calor de los 49 grados al sol, que no encaja en ninguna hip¨®tesis, no fibra de sospecha a Gonz¨¢lez, a pesar de la confirmaci¨®n de su asesinato.
La tenacidad de un ahogado sevillano
EL PA?S estima que no debe de revelar la identidad de la persona a la que acusa directamente el autor de la carta citada al comienzo de este reportaje. La l¨ªnea de investigaci¨®n que sigue el juez no descarta la posibilidad de nuevos interrogatorios, incluso de aquellas personas que tuvieron o tienen relaci¨®n con el cortijo y que ya han declarado, algunas en m¨¢s de una ocasi¨®n. De hecho nunca se han detenido las diligencias. La carta puede ser un argumento m¨¢s.
El an¨®nimo est¨¢ dirigido a "Jos¨¦ G¨®mez. Alcalde. Paradas. SeviHa". Se trata de quien entonces Devaba ya sentado veinte a?os ininterrumpidos en el sill¨®n municipal y que en 1977, con su cese por las elecciones locales, ser¨ªa nombrado gobernador civil de Huesca, cargo del que ser¨ªa relevado al ganar los socialistas en los comicios de 1982. El matasellos de Correos es de la misma fecha (18.02.76) y el sobre, tama?o convencional, tiene un sello de tres pesetas con la efigie de Franco.
La carta an¨®nima lleg¨® a manos del juez encargado del caso hace s¨®lo unas semanas. Y ello fue posible gracias a la tenacidad de Manuel Toro, un brillante abogado sevillano de 52 a?os que asumi¨® de forma casi altruista la defensa de la familia de Jos¨¦ Gonz¨¢lez. Toro confiesa haber conseguido el documento, despu¨¦s de numerosas pesquisas, a trav¨¦s de un familiar del propio Jos¨¦ G¨®mez Salvago.
No se duda que el propio G¨®mez hizo llegar el an¨®nimo a la polic¨ªa, pero el juez encargado del sumario s¨®lo llegar¨ªa a tener conocimiento de la carta a trav¨¦s del abogado Toro, lo que parece confirmar la sospecha, expresada por este ¨²ltimo a varias personas, de que podr¨ªa existir alg¨²n sumario paralelo. G¨®mez Salvago neg¨® en una conversaci¨®n mantenida con un redactor de EL PA?S el pasado 16 de febrero en su domicilio sevillano de la calle de Eduardo Dato (de lo que consta testimonio magnetof¨®nico), que hubiera tenido cualquier relaci¨®n con el caso de Los Galindos despu¨¦s del funeral que se celebr¨® en la iglesia del pueblo a los pocos d¨ªas de las muertes. Como neg¨® tambi¨¦n haber mantenido relaci¨®n alguna, distinta del Buenos das, buenas tardes, con la familia de los Gonz¨¢lez, cuando se ha podido comprobar que, al menos, les remiti¨® una carta, fechada el 31 de enero de 1978 en Huesca, ya como gobernador civil. Seg¨²n testimonio de los Gonz¨¢lez, estuvo varias veces en el domicilio de ¨¦stos.
En cuanto a las coincidencias entre lo escrito en febrero de 1976 por el an¨®nimo comunicante, que dice ser natural de Marchena y haber puesto la mayor tierra posible de por medio despu¨¦s de cometidos los cr¨ªmenes, y las conclusiones de la investigaci¨®n alcanzadas en 1983, fuentes solventes cercanas a ¨¦stos se?alan que "o bien quien dice llamarse Juan pudo haber acertado algunos detalles importantes de la forma en que nosotros creemos que pudieron llevarse a cabo los cr¨ªnlenes, por simple deducci¨®n, en base a las numerosas informaciones publicadas entonces, ya que su relato no se ajusta a la realidad en otros extremos de la carta, o bien, como parece, la carta podr¨ªa ser de utilidad en algunos de sus puntos a la hora de nuevas diligencias".
"Confieso para que no se culpe a un inocente"
Si el tal Juan decide escribir esta confesi¨®n no es por otra raz¨®n, seg¨²n dice, que la de evitar que se culpe a un inocente (Jos¨¦ Gonz¨¢lez) de la muerte de las otras cuatro personas, "ya que tambi¨¦n fue muerto a tiros". Para entonces, como queda dicho, los informes oficiales de la Guardia Civil y de la polic¨ªa de Sevilla hab¨ªan cargado todas las culpas a Gonz¨¢lez.
Junto con la confesi¨®n, el escrito es una amarga reflexi¨®n sobre la maldad de su propia acci¨®n (afirma merecer la horca por ello) y un acta de arrepentimiento (el autor del texto se?ala que no sabe si tendr¨¢ fuerza moral para sobrellevar su drama el tiempo que le quede de vida).
Seg¨²n Juan, ala ¨²nica persona a la que se pretend¨ªa matar era al encargado, Manuel Zapata. Los dem¨¢s fueron testigos indiscretos. Y en el caso de Asunci¨®n Peralta, a la que Jos¨¦ Gonz¨¢lez fue a buscar desde el cortijo al pueblo a las 15.15 horas (en ese momento hab¨ªa ya tres cad¨¢veres y 49? al sol) para llevarla nuevamente al caser¨ªo, donde los dos fueron tambi¨¦n asesinados, el an¨®nimo comunicante se?ala que fue el otro presunto autor de los asesinatos quien orden¨® al tractorista en cuesti¨®n que fuera a buscar a su esposa.
Como se desprende de la carta an¨®nima, Juan ten¨ªa encargado dar muerte a Manuel Zapata. Sin embargo, prosigue, no se decidi¨® a hacerlo, ante lo cual, la persona a la que acusa replic¨® que ella misma lo har¨ªa "porque de m¨ª no se llegar¨¢ a sospechar nunca". Acto seguido, el an¨®nimo comunicante afirma haber golpeado mortalmente a Juana Mart¨ªn y, con ayuda de aqu¨¦l, haber trasladado su cad¨¢ver hasta una de las habitaciones de la vivienda de los encargados. Posteriormente, Juan dio muerte a tiros a Ram¨®n Parrilla un tractorista que en ese momento se acercaba al caser¨ªo del cortijo transportando una pipa o dep¨®sito con agua potable desde otro cortijo cercano.
Seg¨²n este documento, la mis ma persona que dio muerte a Zapata asesin¨® a tiros a Jos¨¦ Gonz¨¢lez y a Asunci¨®n Peralta cuando llegaron a la finca desde el pueblo de Paradas. Entre ambos transportaron los cuerpos a lo alto de un pajar anexo a las edificaciones, y, tras rociar con gas¨®leo las pacas amontonadas, las prendieron fuego. Cuando se logr¨® dominar el incendio aparecieron completamente calcinados los dos cad¨¢veres. Hasta que a finales del pasado mes de enero fueran exhumados los cuerpos, la versi¨®n oficial, apoyada en la certificaci¨®n del forense, era que los Gonz¨¢lez hab¨ªan muerto carbonizados.
Posible m¨®vil econ¨®mico
Junto con la revelaci¨®n, siete a?os antes, de que Gonz¨¢lez y Asunci¨®n murieron por disparos de escopeta, se aseguraba ya en esta carta, (no se olvide que est¨¢ escrita en 1976), que fueron dos las personas que transportaron el cad¨¢ver de Juana Mart¨ªn, otra de las conclusiones establecida como definitiva hace s¨®lo unos meses, ya que durante estos a?os se dio por descontado -y m¨¢s en la investigaci¨®n oficial de la Guardia Civil y del Cuerpo Superior de Polic¨ªa de Sevilla- que fue una sola persona la que hab¨ªa arrastrado el cuerpo de la esposa del capataz.
Fuentes de toda solvencia relacionadas con el caso no ocultan la extrema dificultad de resolverlo en breve espacio de tiempo, tras los casi ocho a?os transcurridos y las deficiencias y errores decisivos en las diligencias iniciales, adem¨¢s del error policial subsanado con el tiempo. La casi segura posibilidad de que los componentes de la 271 promoci¨®n de jueces, a la que pertenece Heriberto Asensio, asciendan a magistrados este verano, antes de cumplir los tres a?os establecidos legalmente (diciembre de 1983), puede influir igualmente en el sumario, ya que, al parecer, el citado juez podr¨ªa adoptar la decisi¨®n de sobreseerlo provisionalmente en el caso de que no encuentre indicios suficientes como para procesar a los principales sospechosos.
Esta decisi¨®n podr¨ªa estar condicionada a los resultados completos de las investigaciones que ya tiene concluidas el equipo del doctor Frontela y que a¨²n no han sido estudiadas por el juez ante el agobio que para ¨¦ste representan las elecciones municipales y auton¨®micas en la comarca de la que es cabecera judicial Marcherta y que comprende adem¨¢s los pueblos cercanos de El Arahal y Paradas. Se pretende adem¨¢s hacer una reconstrucci¨®n de los hechos en el mismo cortijo en fecha pr¨®xima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.