La nueva izquierda latinoamericana / 1
El autor del art¨ªculo cuya primera parte se publica hoy analiza el comportamiento de la izquierda en los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Concretamente, los or¨ªgenes de los partidos revolucionarios, una experiencia frustrada por la historia y por las peculiares caracter¨ªsticas del continente
A inicios de los a?os veinte, Am¨¦rica Latina era, m¨¢s propiamente, segu¨ªa siendo, una compleja mezcla de continente esperanza y de Prometeo encadenado a un eterno tiempo sin libertad. Recorrido casi un siglo de independencia pol¨ªtica, los Estados latinoamericanos eran m¨¢s una ficci¨®n jur¨ªdica que un poder organizado para una sociedad compleja y coherente en s¨ª misma; m¨¢s un conjunto diverso de naciones en formaci¨®n que la expresi¨®n hist¨®rico-popular de identidades con un perfil propio; m¨¢s una abigarrada mezcla.de grupos, etnias, culturas y clases encontradas entre s¨ª y con relaciones de dominaci¨®n como patr¨®n de organizaci¨®n social y econ¨®mica, que pa¨ªses integrados y estructurados por una racional y moderna divisi¨®n del traribajo; en fin, m¨¢s un continente sometido y dependiente de los intereses de la expansi¨®n capitalista que la poderosa unidad de los Estados soberanos y aut¨®nomos que postulara la utop¨ªa bolivariana.Pero esa Am¨¦rica d¨¦bil y postrada no pod¨ªa ser ajena a aquellos fen¨®menos que, derivados de la revoluci¨®n industrial del siglo anterior, de las nuevas relaciones de producci¨®n y de la aceleraci¨®n del tiempo hist¨®rico hacia la modernidad, hab¨ªan introducido a la humanidad en una nueva era. El fin de la primera guerra mundial fue tambi¨¦n el de los viejos imperios, europeos. Aparecia en lugar de ellos y se afirmaba como primera potencial mundial Estados Unidos. El imperialismo como fase superior del capitalis mo y la expansi¨®n militar como elemento subyacente cobraban para Am¨¦rica Latina forma Y. contenidos concretos. Pero triunfaba tambi¨¦n,en la, Rusia zarista la primera revoluci¨®n socialista del mundo. Aunque a distancia, la Am¨¦rica hispana fue sensible al impacto de tina revoluci¨®n cuyos contenidos visibles eran la reivindicaci¨®n de los derechos de los trabajadores y la socializaci¨®n de la riqueza.
No debe extra?ar que en ese doble contexto de opresi¨®n y efervescencia popular la Am¨¦rica Latina de los a?os veinte y primeros de la d¨¦cada siguiente se conmoviese pol¨ªticamente. y que, puestos en crisis los movimientos y partidos pol¨ªticos representativos de la sociedad tradicional y aristrocr¨¢tica, surgiesen las primeras organizaciones pol¨ªticas de masas. La creaci¨®n de,partidos socialistas corresponde a este per¨ªodo; en casi todos ellos influy¨® la revoluci¨®n rusa, la evoluci¨®n y crisis de la socialdemocracia, la interpretac¨ª¨®n leninista del marxismo y tambi¨¦n, aunque en grado menor, la revoluci¨®n mexicana.
Fragmentaci¨®n pol¨ªtica
Probablemente por una excesiva sujeci¨®n a las influencias mencionadas y porque la fragmentaci¨®n pol¨ªtica del continente imped¨ªa una visi¨®n m¨¢s totalizadora, integrada e interactuante de la problem¨¢tica continental, la mayor parte de los partidos socialistas derivaron en agrupaciones marxistas-leninistas de cuadros, con muy poca presencia en las masas y marcada subordinaci¨®n a la Uni¨®n Sovi¨¦tica; movimientos pacionalistas revolucionarios, como el de Sandino en Nicaragua, fueron aislados y derrotados, y partidos de un populismo de izquierda, como el caso del Apra en Per¨², a pesar de contar con apoyo en las masas, aislados, y perseguidos, bloque¨¢ndoseles las posibilidades de ascenso al poder, no s¨®lo por las v¨ªas revolucionarias, sino tambi¨¦n por las electorales.
El hecho concreto es que las fuerzas que se anunciaban como agentes org¨¢nicos de un cambio sustancial para el destino de los pueblos latinoamericanos quedaron relativamente larvados y atrapados, tanto por errores imputables a su propia concepci¨®n estrat¨¦gica y t¨¢ctica como por la capacidad represiva del poder olig¨¢rquico Subsistente, que cont¨® para la ocasi¨®n con el auxilio del intervencionismo norteamericano. Donde debi¨® producirse un enorme e indetenible movimiento de masas, lo que ocurri¨® fue dispersi¨®n, represi¨®n y debilitamiento; donde se esperaba alianza y convergencia para la conformaci¨®n de s¨®lidos frentes populares, lo que sucedi¨® fue empantanamiento ideol¨®gipo, incapacidad para leer la realidad, dogmatismo y soberbio de capillas. Unas fuerzas se encerraron en su clande'stina peque?ez, otras dieron testimonio de martirio, aunque la larga espera las abland¨® y aburgues¨®.
S¨ª, los a?os veinte y treinta fueron para nuestra Am¨¦rica ricos y generosos enla gesta vital de opciones, revolucionarias, en la aparici¨®n del movimiento popular, en la consecuci¨®n de los primeros derechos sociales y en la puesta de bases para el pase inacabado de la sociedad tradicional a la moderna. Pero fueron tambi¨¦n a?os truncos para aquella izquierda que naci¨® para la liberaci¨®n del continente y fracas¨® en el empe?o, aunque dejando hitos y testimonios gigantes.
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