Inocencia
Volv¨ªa el otro d¨ªa un penene de las labores did¨¢cticas propias de su circunstancia penenista, cuando, al ir a recoger su coche, encontr¨® una papilla de pl¨¢stico fundido:-Es que el veh¨ªculo ten¨ªa una apariencia sospechosa, y como iban a pasar los Reyes lo hemos explosionado.
Explic¨® la polic¨ªa al penene, la pasma al pasmado profesor. Ahora ya no se presupone la inocencia, ese estado de gracia de cuya existencia parecen haberse olvidado las autoridades, sino que m¨¢s bien vamos camino de vivir en un Estado de desgracia, que reparte la culpabilidad a priori y por igual entre todos los vecinos, en una democratizaci¨®n de lo maligno.
En esto Barrionuevo es el volc¨¢n del Gobierno, y tanta erupci¨®n le est¨¢ dejando la tez hecha una pena, las mejillas de escoria y lava seca. En su ¨²ltimo vulcanismo escupi¨® la orden del BOE que obliga a los propietarios de pisos a informar sobre sus inquilinos: todo quisque pasa as¨ª a ser susceptible de investigaci¨®n, de archivaci¨®n y de sospecha. En Alemania Federal se moviliz¨® medio pa¨ªs contra una menudencia parecida, o sea, el censo. Pero aqu¨ª se acoge la medida con la docilidad del condenado. Ser¨¢ porque con Franco era delito casi todo y a¨²n no hemos aprendido a no ser reos.
A Barrionuevo, que fue rojo en su ¨¦poca, lo ¨²nico que le parece mal de la orden del BOE es que haya sido publicada en medio de la campa?a municipal. Es una desfachatez electoralista a la que los pol¨ªticos anteriores nos ten¨ªan acostumbrados, pero una pensaba que, con el cambio, era otra cosa. A veces lo m¨¢s eficaz no es lo m¨¢s justo, sino al contrario. Pero estos ministros ejecutivos ejecutan tanto que tienen la ideolog¨ªa olvidada y envuelta en mohos.
A Barrionuevo, tan vesubial y escupefuegos, es muy f¨¢cil ponerle como un trapo, considerarle el malo de la historia, d¨ªscolo revientacoches de penenes. Mientras tanto, Felipe sobrevuela, inmaculado, como si el Gobierno no fuera responsable de la trayectoria de un ministro, como si Felipe no fuera responsable del Gobierno. A medida que aumenta el grado de culpabilidad oficial del ciudadano se incrementa la virginalidad del Presidente. Ser¨¢ cuesti¨®n de empezar a pedir la socializaci¨®n de su inocencia.
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