Diversos informes deontol¨®gicos y m¨¦dicos reafirman la competencia del doctor Barrios
Los estudios que se han realizado sobre el caso cl¨ªnico de Mar¨ªa Pilar L¨®pez establecen que no hubo ninguna negligencia en el tratamiento que recibi¨® del doctor Barrios, del hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet. Las acusaciones que formul¨® desde diversos medios informativos -entre ellos EL PAIS- eran infundadas, por lo que lamentamos haberlas reproducido sin la debida contrastaci¨®n en fuentes m¨¦dicas.
El comit¨¦ deontol¨®gico del Colegio Oficial de M¨¦dicos de Barcelona, el Departamento de Sanidad de la Generalitat de Catalu?a y la c¨¢tedra de Patolog¨ªa Quir¨²rgica de la universidad de Barcelona han realizado dict¨¢menes e informes oficiales que establecen la falsedad de las afirmaciones que efectuaron la paciente Mar¨ªa Pilar L¨®pez y sus familiares sobre el doctor Barrios, del servicio de cirug¨ªa del hospital de la Cruz Roja de I'Hospitalet, desde las p¨¢ginas de diversos medios informativos espa?oles, entre los que figura EL PAIS. Estos documentos establecen que la actuaci¨®n profesional del doctor fue absolutamente correcta, sin negligencias ni incompetencias m¨¦dicas.El pasado 19 de marzo se publicaron en este peri¨®dico unas declaraciones de Mar¨ªa Pilar L¨®pez, de 26 a?os, y de su madre, acompa?adas de una fotografia en la que se apreciaba una gran cicatriz en forma de equis en el vientre de la paciente, asegurando que por una di¨¢stasis de recto hab¨ªa sido operada trece veces en dos a?os, en el Hospital de la Cruz Roja de Hospitalet. Mar¨ªa Pilar L¨®pez responsabilizaba de su situaci¨®n a los m¨¦dicos que la hab¨ªan atendido, particularmente al doctor Barrios.
A ra¨ªz de su personamiento en el Departamento de Sanidad de la Generalitat y de sus declaraciones a diversos medios informativos, el comit¨¦ deontol¨®gico del Colegio Oficial de M¨¦dicos de Barcelona, el propio Departamento de Sanidad de la Generalitat y la c¨¢tedra de Patolog¨ªa Quir¨²rgica de la universidad de Barcelona estudiaron el caso y han redactado informes sobre el tema y la historia cl¨ªnica de Mar¨ªa Pilar L¨®pez. Se ha realizado, asimismo, un detallado estudio m¨¦dico-legal a cargo de un forense, y todos ellos vienen a certificar que en ning¨²n momento del tratamiento hubo incompetencia o negligencia por parte de los m¨¦dicos.
Mar¨ªa Pilar L¨®pez ingres¨® en el hospital de la Cruz Roja con un diagn¨®stico de di¨¢stasis de recto, afecci¨®n de la que fue operada el mes de marzo de 1980. La serie de intervenciones que sufri¨® a continuaci¨®n, en un periodo de dos a?os, hasta marzo de 1982, se debieron a la aparici¨®n de tumoraciones abcesiformes atribuidas en un principio a reacciones al hilo de sutura. Tras repetidos an¨¢lisis histol¨®gicos se descubri¨® la existencia en la paciente de un raro tumor no cencer¨ªgeno. El informe medico-farense explica el desarrollo de la enfermedad como debido al car¨¢cter evolutivo y recidivante del tumor. "De los protocolos m¨¦dico quir¨²rgicos del Hospital de la Cruz Roja -a?ade ¨¦l mencionado informe- puede deducirse con objetividad un alto nivel asistencial concordante con la buena calidad de su t¨¦cnica y administraci¨®n hospitalaria". Indica asimismo que "la auditor¨ªa t¨¦cnico-cient¨ªfica del proceder del equipo quir¨²rgico formado por los doctores Borrell, Barrios y Sala no permite detectar indicio alguno de ignorancia, incompetencia, precipitaci¨®n, irresponsabilidad o negligencia m¨¦dica".
Seis intervenciones
Por otra parte, del informe se desprende que el n¨²mero de intervenciones que sufri¨® la paciente no fueron trece -tal y como ella afirm¨® a la prensa-sino seis, adem¨¢s de un desbridamiento y un drenaje.Los informes cuestionan, asimismo, las secuelas que Mar¨ªa Pilar L¨®pez atribu¨ªa a las sucesivan intervenciones, y que, seg¨²n ella, la incapacitaban para hacer una vida normal, permanecer sentada o tener hijos. El forense las considera "como ¨²nicas secuelas permanentes, probables y seguras de un defecto est¨¦tico consecutivo de las cicatrices quir¨²rgicas y ¨²nico tratamiento posible de la grave enfermedad tumoral que sufre". La penuria de su medio social o los problemas familiares -la separaci¨®n del marido en medio de su tratamiento-, son otros factores contemplados en el informe en relaci¨®n a las declaraciones de la paciente.
El dictamen de la primera c¨¢tedra de Patolog¨ªa Quir¨²rgica de la universidad de Barcelona establece tambi¨¦n la existencia del tumor en la paciente Mar¨ªa Pilar L¨®pez, y en relaci¨®n a su tratamiento constata que "a nuestro entender, el proceder de la pr¨¢xis m¨¦dica en todo momento fue correcta". El resto de los informes se pronuncian en el mismo sentido.
Llamamiento a la opini¨®n
A ra¨ªz de los perjuicios que pueden motivar las declaraciones de Mar¨ªa Pilar L¨®pez y sus familiares, que fueron recogidas sin la debida contrastaci¨®n con las fuentes cl¨ªnicas, los representantes del hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet hacen un llamamiento a la opini¨®n p¨²blica para "evitar que este tipo de noticias da?en algo tan fundamental y necesario como es la confianza m¨¦dico-enfermo". "Si el m¨¦dico se preocupa por lo que pueden publicar de ¨¦l los perif¨¦ricos sin consultarle previamente, y el enfermo como consecuencia de noticias incorrectas desconf¨ªa de su m¨¦dico, el resultado puede ser nefasto y siempre perjudicial para el paciente. El m¨¦dico puede dejar de cumplir su funci¨®n pero el enfermo nunca puede dejar de ser enfermo". En este sentido, aunque -en cita del doctor Gregorio Mara?¨®n- "el prestigio de un m¨¦dico le debe servir fundamentalmente para jug¨¢rselo tantas cuantas veces sea necesario para lograr la curaci¨®n o el alivio del enfermo", el llamamiento de la Cruz Roja va encaminado tanto a que se restituya debidamente el honor del doctor Barrios y del hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet, afectados en su cr¨¦dito y prestigio por aquellas declaraciones injustificadas, como a pedir del mundo de la informaci¨®n la debida contrastaci¨®n de fuentes y la verficaci¨®n cuidadosa de los datos en todos estos temas, a fin de evitar no s¨®lo desprestigios involuntarios de personas, sino tambi¨¦n defender el prestigio profesional de toda la profesi¨®n que tiene el alto deber de vigilar y cuidar la salud.
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