Normativa estricta en la Rep¨²blica Federal de Alemania
En la Rep¨²blica Federal de Alemania existen unas normas muy estrictas de empadronamiento en las oficinas municipales. Todo cambio de domicilio tiene que ser comunicado dentro del plazo de una semana, bajo pena de multa. Los propietarios de viviendas no est¨¢n obligados a notificar si alquilan una casa, pero tienen que certificar y poner la fecha del contrato al inquilino para que ¨¦ste pueda empadronarse.La dif¨ªcil relaci¨®n entre protecci¨®n de los datos personales y las medidas antiterroristas en la era cibern¨¦tica es un tema permanente de discusi¨®n pol¨ªtica en la RFA en los ¨²ltimos a?os.
La polic¨ªa federal criminal (BKA) tiene almacenados en sus bancos de datos un volumen de informaci¨®n que, en opini¨®n de los defensores de la intimidad personal, lleva camino de superar la par¨¢bola orwelliana del Hermano Mayor, que todo lo controla, expuesta en 1984.
La BKA tiene desde diagramas de voces -un sistema que permite identificar la voz humana- hasta gigantescos microscopios para analizar la grafolog¨ªa o identificar por medio de las orejas a personas que cambian de fisonom¨ªa para despistar a la polic¨ªa.
"La oreja es un regalo que Dios hizo a los polic¨ªas", dec¨ªa Horst Herold, minister computadora, el ex presidente de la BKA, principal impulsor del banco de datos sobre terrorismo.
El programa PIOS (personas, instituciones, objetos, cosas) contiene datos sobre terrorismo: n¨²meros de serie de armas empleadas en atentados y matr¨ªculas de coches robados, nombres de terroristas y domicilios sospechosos en toda Europa.
La escalada terrorista de 1977
Este arsenal de datos se ampli¨® con la escalada terrorista del a?o 1977, cuando el grupo Baader-Meinhof cometi¨® varios asesinatos espectaculares. La BKA recibi¨® grandes incrementos de presupuestos, que permitieron crear toda la base cibern¨¦tica y de personal necesaria para la lucha antiterrorista.
El temor a llegar a caer en un totalitarismo cibern¨¦tico plante¨® la necesidad de frenar legalmente esta acumulaci¨®n de datos sobre personas que en muchos casos no ten¨ªan riada que ver con la llamada escena terrorista. Los cr¨ªticos de este aparato plantean la cuesti¨®n de "?qu¨¦ har¨ªa hoy d¨ªa un Hitler con este material almacenado en los ordenadores?".
Herold sol¨ªa responder que "el mayor peligro de que venga un Hitler procede de las actividades del terrorismo".
El sue?o de Herold, que todav¨ªa no se realiz¨®, era dotar a cada polic¨ªa en la calle, a cada coche-patrulla, de un ordenador de bolsillo conectado con la terminal de datos del PIOS para poder preguntar en el acto por cualquier persona o el n¨²mero de matr¨ªcula de un coche sospechoso.
Hasta ahora, s¨®lo se han instalado unas 2.000 terminales de datos conectadas con la central.
El Tribunal Constitucional ha puesto un freno, con su decisi¨®n del pasado mes de abril, contra la realizaci¨®n del censo de poblaci¨®n, que pensaba recopilar una cantidad de datos que los jueces consideraron como peligrosa.
Los polic¨ªas de la RFA cuentan tambi¨¦ncon un inconveniente en su trabajo: las huellas digitales s¨®lo se pueden tomar a los sospechosos de delito y no aparecen en los documentos de ?dentidad. A Herold le brillaban los ojos cuando ve¨ªa un DNI espa?ol, pero dec¨ªa, con un suspiro: "El Estado de derecho tiene que considerar inocentes a sus ciudadanos".
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