Bloqueada la 'cumbre' del Mercado Com¨²n socialista

El aplazamiento indefinido de la esperada cumbre econ¨®mica del Mercado Com¨²n socialista (Comecon), que deber¨ªa haberse celebrado por fin este mes de mayo, tras una larga demora, ha suscitado numerosas especulaciones. Pero hasta ahora la URSS hab¨ªa guardado silencio. Y lo ha roto para salir al paso de las recientes informaciones sobre una eventual crisis de la organizaci¨®n.Por medio de la agencia oficial sovi¨¦tica Tass, la URSS ha declarado que los rumores sobre las divergencias internas en el seno del Consejo de Asistencia Econ¨®mica Mutua, nombre original de la organizaci¨®n, carecen de "escr¨²pulos", son una "invenci¨®n y no tienen nada que ver con la realidad".

Ra¨ªz del problema

Las divergencias entre la URSS y Ruman¨ªa est¨¢n, al parecer, en la ra¨ªz del aplazamiento de la cumbre, que hubiera reunido a los jefes de los partidos comunistas de los 10 pa¨ªses miembros de la organizaci¨®n (Bulgaria, Hungr¨ªa, RDA, Polonia, Ruman¨ªa, URSS, Checoslovaquia, Vietnam, Cuba y Mongolia). La posibilidad de celebrar esta reuni¨®n antes del mes de septiembre parece: quedar excluida ahora. Desde 1971 los dirigentes de los pa¨ªses del Comecon no celebran ninguna cumbre econ¨®mica al m¨¢s alto nivel. Los jefes de Gobierno de los pa¨ªses miembros celebran, sin embargo, reuniones anuales regulares, la ¨²ltima de las cuales tuvo lugar en Budapest el pasado verano.La idea de la cumbre fue relanzada en 1981 por distintos pa¨ªses miembros (Ruman¨ªa, Checoslovaquia) y fue defendida tambi¨¦n por los dirigentes sovi¨¦ticos. El apoyo parece encubrir, con todo, ideas distintas de lo que la reuni¨®n deb¨ªa ser, seg¨²n expertos en la pol¨ªtica del Este europeo.

En las actuales circunstancias, se?alan estas fuentes, la URSS debe experimentar un cierto alivio ante la congelaci¨®n de un foro que podr¨ªa haberse convertido en una suma de exigencias de los aliados para que Mosc¨² incremente su ayuda, especialmente en lo que se refiere a los suministros energ¨¦ticos.

Debido a sus necesidades de divisas, la URSS ha reducido el suministro de crudo a los pa¨ªses socialistas europeos (con excepci¨®n de Polonia) en un 10% en 1982, al tiempo que incrementaba sus precios, cuyo promedio se ha duplicado casi desde el inicio de esta d¨¦cada, pero sigue siendo m¨¢s barato que el precio vigente en el mercado libre occidental, incluso despu¨¦s de su reciente ca¨ªda, seg¨²n expertos econ¨®micos occidentales.

Energ¨ªa y mayor cooperaci¨®n

Uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha insistido para la celebraci¨®n de la cumbre ha sido Ruman¨ªa, que, a diferencia de los otros aliados europeos de Mosc¨², paga sus importaciones de petr¨®leo en divisas y no en rublos transferibles, ya que en su d¨ªa se neg¨® a participar en proyectos energ¨¦ticos conjuntos dentro del Comecon, confiada en el desarrollo de su propia industria petrolera, que se revel¨® menos rentable de lo esperado.En su comunicado, Tass se?al¨® que el "problema de los precios del petr¨®leo no es un obst¨¢culo para que el proceso de perfeccionamiento y desarrollo de la cooperaci¨®n socialista contin¨²e, como lo demuestran los programas de energ¨ªa nuclear, ingenier¨ªa, producci¨®n de aut¨®matas, equipo rnicroelectr¨®nico, etc¨¦tera, del Comecon".

Los deseos de Mosc¨², en el sentido de una mayor integraci¨®n y coordinaci¨®n econ¨®mica entre los pa¨ªses del Comecon, pueden chocar con las aspiraciones de Hungr¨ªa, que mantiene con ¨¦xito reformas orientadas hacia la econom¨ªa libre de mercado y un alto nivel de consurno basado en gran parte en las importaciones procedentes de pa¨ªses capitalistas. Hungr¨ªa, que no ha podido librarse de los impactos de la crisis econ¨®mica, posee un brillante equipo de economistas en su banco central.

La crisis econ¨®mica mundial, las dificultades para exportar y el deterioro de la situaci¨®n pol¨ªtica Este-Oeste han forzado a los pa¨ªses del Este a. buscar una mayor cooperaci¨®n entre s¨ª. Esta cooperaci¨®n, sin embargo, se ve frenada por la necesidad de proyectarse hacia pa¨ªses de econom¨ªa capitalista con objeto de obtener divisas para hacer frente al endeudamiento exterior con Occidente, que para el conjunto de los pa¨ªses socialistas europeos se calcula en 54.000 millones de d¨®lares.