Un se?orito de nuevo cu?o para una 'isla' del PSA

Jerez de la Frontera, 175.000 habitantes y un t¨¦rmino municipal que ocupa 140.000 hect¨¢reas, es, desde el domingo 9 de mayo, la ciudad m¨¢s importante de Andaluc¨ªa en la que gobernar¨¢ el PSA. El ¨¦xito se debe a Pedro Pacheco Herrera, nuevamente reelegido para el puesto de alcalde, .33 a?os, casado, dos hijos, abogado y, muy posiblemente, tras los resultados de las elecciones municipales, el hombre fuerte del partido nacionalista andaluz.Se dec¨ªa anta?o: "El se?orito de Jerez es un diestro en manejar el caballo y maestro en refrescar manzanilla". Hoy, esta frase goza ya de mejor vida, ya que los nuevos se?oritos se han desvestido de la connotaci¨®n despectiva del t¨¦rmino, portan traje y corbata, esgrimen un portafolios, piensan sobre conceptos abstractos y buscan soluciones eficaces: son ejecutivos. A este segundo tipo corresponder¨ªa la personalidad de Pedro Pacheco, quien, para sus contrincantes pol¨ªticos, a derecha e izquierda, es un se?orito jerezano de nuevo cu?o.

Con anterioridad a las elecciones, los jerezanos reconoc¨ªan que la fisonom¨ªa de su ciudad ha cambiado, por la actuaci¨®n de Pacheco, seg¨²n unos, y porque la situaci¨®n financiera del Ayuntamiento hab¨ªa sido saneada por alcaldes anteriores, seg¨²n otros. El centro de la ciudad ya no presenta el aspecto sucio y descuidado que dio pie al dicho popular de que "en Jerez, el que no es se?orito es caballo".

Lo cierto es que de las 72.749 personas que ejercitaron su voto e d¨ªa 9 en Jerez, 39.231 lo hicieron a favor de la candidatura del PSA, aureolada por Pedro Pacheco. Su victoria fue rotunda y convirti¨® Jerez en una isla andalucista en me dio de una provincia en la que el voto socialista ha dominado las dos ¨²ltimas convocatorias electorales. Los hombres de Pacheco han copado el sal¨®n de plenos municipal, con 16 concejales; frente a ellos se sentar¨¢ la oposici¨®n, integrada por siete socialistas y cuatro 'hombres de Fraga. En las anteriores elecciones municipales el PSOE obtuvo un concejal menos y el partido comunista, seis, mientras que los andalucistas s¨®lo lograron ocho ediles.

La victoria actual del Partido Socialista de Andaluc¨ªa, mermado hasta el extremo en muchas localidades de la regi¨®n, fue labrada a pulso durante, los cuatro ¨²ltimos a?os por aquel joven abogado de la Caja de Ahorros de Jerez que hab¨ªa accedido a la alcald¨ªa en 1979. "T¨² ya sabes, Pedro Pacheco, alcalde", era su m¨¢s reciente consigna electoral. La noche de su reelecci¨®n fue festejada por todo lo alto en la caseta andalucista instalada en la Feria del Caballo, su caseta, coincidente en fechas con la traca final de las municipales. En aquella riada de euforia el alcalde agradeci¨® a los jerezanos su amor por ¨¦l y se reafirm¨® en su l¨ªnea de actuaci¨®n pol¨ªtica de luchar m¨¢s por la ciudad que por el partido. Aquellos votos eran los frutos de la cosecha, como la buena uva recogida en la vendimia de septiembre tras un a?o de sol y de lluvia; cada cosa a su tiempo.

Cuidado en su fisonom¨ªa hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, hasta el perfecto peinado de sus cabellos, inalterables a las bocanadas de levante que cada dos por tres se cuelan desde la pr¨®xima bah¨ªa de C¨¢diz, dicen de ¨¦l que es presidencialista, pues pretende controlar directa y personalmente todo cuanto emana de la alcald¨ªa. Nunca le ha asustado el vocablo. Es su l¨ªnea, en una ciudad rica que con la crisis de los setenta entr¨® en decadencia, que en el futuro tendr¨¢ que abandonar el monocultivo de la vid y del vino, participar en la transformaci¨®n agraria con su rico t¨¦rmino municipal, fomentar sus cualidades tur¨ªsticas, preservar su casco antiguo y potenciar los servicios en las barriadas perif¨¦ricas. Un programa a ejecutar mirando hacia 1987.