Relevo en la pe?a Los de Jos¨¦ y Juan

Una de las pe?as taurinas de m¨¢s solera, Los de Jos¨¦ y Juan, acaba de elegir una nueva junta directiva. Joaqu¨ªn Casas Vierna, de 90 a?os, cesa en su cargo de presidente a petici¨®n propia. Le sustituye Jos¨¦ Montes I?iguez, el ingeniero del nueve, abonado desde hace tres d¨¦cadas en aquel tendido de Las Ventas, donde ha desarrollado una vociferante labor en contra del fraude y los abusos.Montes manifest¨® que bajo su presidencia la pe?a seguir¨¢ sus trabajos en pro de la fiesta. "Estamos ilusionados con las declaraciones del senador Ar¨¦valo en el sentido de que se va a proceder a una: nueva ordenaci¨®n de la fiesta. Desde luego, la pe?a est¨¢ dispuesta a colaborar en esto."

La pe?a se fund¨® despu¨¦s de la guerra por aficionados que quisieron rendir homenaje a los dos colosos del toreo, Jos¨¦ G¨®mez Ortega Joselito y Juan Belmonte, la gran pareja que protagoniz¨® la edad de oro de la fiesta, hasta la muerte del primero hace 63 a?os.

Los de Jos¨¦ y Juan es algo as¨ª como la Real Academia de las pe?as: tiene s¨®lo 50 socios que se van renovando cuando fallece uno de ellos. En los ¨²ltimos a?os han ingresando aficionados m¨¢s j¨®venes, que as¨ª contin¨²an sus tradiciones. Uno de los elementos m¨¢s destacados de la pe?a son los ciclos de conferencias que se celebran durante el invierno, donde expertos en la materia hablan de la fiesta. Entre las m¨¢s interesantes reuniones fue un reciente mano a mano entre el matador de toros Manolo V¨¢zquez y el aficionado y escritor sevillano Luis Bolla¨ªn.

"Claro que los socios siguen discutiendo sobre Jos¨¦ y Juan", se?ala Montes. "Como en aquellos a?os de su rivalidad, hay partidarios del uno y del otro, hay divisiones de opini¨®n. Pero en nuestro elogio de los dos, estamos todos de acuerdo". Montes dice que sigue siendo un aficionado exigente, pero que sus protestas se expresan ahora en plan m¨¢s tranquilo.

Una feria sin ambiente

No hay ambiente. Las primeras corridas de la feria se celebran con agua, fr¨ªo y aire. Si no llueve, hace un fr¨ªo invernal, y si no hace fr¨ªo, sopla un viento fuerte que dificulta el manejo de los enga?os y crea un peligro innecesario. En el tendido se venden pocos refrescos o botes de cerveza. Unos vendedores se acercan a los espectadores con cajas blancas que parece que llevan dentro helados, pero que cuando se abren resulta que traen botellas de co?¨¢ y whisky.

Pero la empresa sigue sin suspender los festejos: aunque la entrada sea floja, parece que resulta mas rentable celebrar la corrida que aplazarla para otra fecha. Entre tanto, los aficionados y la empresa ans¨ªan el buen tiempo, un poco de sol y calor. Ni los m¨¢s so?ados carteles tienen inter¨¦s si no hay ambiente.