Resabios burocr¨¢ticos

El ministro de Educaci¨®n y Ciencia y su equipo, protagonistas del borrador de ley de Reforma Universitaria recientemente dado a conocer, cometen cuando menos un error de bulto en el tratamiento dado en tal borrador a un considerable n¨²mero de profesores no numerarios. En efecto, a los doctores se les exige como condici¨®n para acceder al puesto de profesores titulares de universidad el imprescindible requisito de llevar cinco a?os de docencia universitaria el 1 de mayo de 1983.No voy a hacer hincapi¨¦ en la arbitrariedad de esa medida (una m¨¢s de las que se hallan en dicho borrador), ya que de hecho relega a los miembros m¨¢s din¨¢micos (y, en muchos casos, cient¨ªficamente m¨¢s capaces) de ese colectivo al grado de irredentos segu - ndones.Pero lo que s¨ª quiero dejar bien sentado es que mediante ese sistema de selecci¨®n se perpet¨²a el funcionamiento del conocido mecanismo burocr¨¢tico de promoci¨®n en el que la antig¨¹edad es un m¨¦rito, y la veteran¨ªa, un grado. Cabe entonces preguntarse, partiendo de estos supuestos, qu¨¦ clase de reforma busca el ministro y su equipo. ?La que se sustenta en el principio de antig¨¹edad? Si es asi, como todo parece indicarlo, ser¨ªa preferible que nos dejara sin reforma, pues un tal principio, ¨²til quiz¨¢ en algunas organizaciones (administraci¨®n, banca, etc¨¦tera), no es el m¨¢s adecuado para llevar a cabo una reforma del profesorado universitario, la cual, pienso yo, deber¨ªa obedecer a criterios de ciencia y eficacia.

Lo que es obvio es que la suma de dos nulidades, como son arbitrariedad y selecci¨®n negativa, referidas a cualquier proyecto, no pueden dar como resultado aut¨¦nticos cambios positivos. / . Profesor no numerario.