Todos los procesados por el fraude del Consorcio de la Zona Franca coinciden en acusar al ¨²nico que est¨¢ huido

A finales de 1979, pocos meses despu¨¦s de la llegada del equipo socialista al Ayuntamiento de Barcelona, empez¨® a ser investigada la contabilidad del Consorcio de la Zona Franca, detect¨¢ndose un escandaloso caso de corrupci¨®n que propici¨® un fraude de 1.150 millones de pesetas. El ep¨ªlogo de esta historia judicial empez¨® a escribirse ayer en la secci¨®n primera de lo penal de la Audiencia Provincial de Barcelona, donde comparecieron y declararon tres acusados, Jos¨¦ Luis Bruna de Quixano, Rafael del Barco y Fernando Serena. Coincidieron ayer los tres procesados en asegurar que el ¨²nico responsable de las supuestas irregularidades es el abogado del Estado y ex secretario general del Consorcio, Antonio de la Rosa, hoy en paradero desconocido. La afirmaci¨®n no sorprendi¨® a nadie. Era la salida l¨®gica y f¨¢cil para explicar un complicado caso de compra-venta de 72 fincas fantasmas.

Ayer, a las 10,30 de la ma?ana, ante la Secci¨®n Primera de lo Penal de la Audiencia Provincial de Barcelona, comparecieron los tres presuntos implicados en el fraude del Consorcio de la Zona Franca, a quienes se les acusa de delitos de malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, falsedad en documento oficial, encubrimiento y receptaci¨®n, y para quienes se pide un total de 47 a?os de prisi¨®n y una indemnizaci¨®n conjunta y solidaria de 1.250 millones de pesetas, con los que se pag¨® 72 fincas inexistentes, con una extensi¨®n de 220 hect¨¢reas.La primera sesi¨®n del juicio oral, que se prolong¨® hasta las 14,30 horas y que se cerr¨® con la declaraci¨®n de los tres procesados, llam¨® la atenci¨®n de numerosos abogados, de periodistas y de diversos funcionarios de la Administraci¨®n de Justicia, que acudieron a la sala de la vista para seguir la incidencias de la sesi¨®n. Se insist¨ªa ayer en los pasillos del Palacio de Justicia de Barcelona en la importancia de esta causa, por tratarse de un caso de clara corrupci¨®n de la Administraci¨®n, generada en los ¨²ltimos a?os del antiguo r¨¦gimen y descubierta por el primer consistorio democr¨¢tico. Esta era una de las razones fundamentales que avalaban la expectaci¨®n suscitada por el caso, pero se barajaban tambi¨¦n, entre otras causas, la categor¨ªa pol¨ªtica y social de los procesados, y las conexiones y relaciones econ¨®micas que se derivaron de aquellas investigaciones.

Un fant¨¢stico proyecto

Jos¨¦ Luis Bruna de Quixano, delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, explic¨® ayer desde el estrado la g¨¦nesis del fraude. Las palabras del procesado Bruna de Quixano estuvieron jalonadas de reiteradas acusaciones a su antiguo amigo y compa?ero Antonio de la Rosa -ex secretario general de la entidad- asegurando que "se hab¨ªa aprovechado de todos y hab¨ªa utilizado la confianza absoluta que todos ten¨ªan puesta en ¨¦l". Las continuas alusiones al procesado rebelde culminaron con una frase tajante: "Me enga?¨®". Resum¨ªa con esta frase el procesado Bruna de Quixano aquellas "complejas, sorprendentes y at¨ªpicas operaciones" con las que se adquieron 220 hect¨¢reas de terrenos inexistentes en la comarca del Vall¨¦s, para levantar all¨ª un proyecto bautizado con el nombre de CITE y que deb¨ªa de dar albergue a un Centro Integrado de Transportes y Almacenamientos.Estas operaciones de compra de terrenos inexistentes, que fueron fiscalizadas y cerradas por el propio Antonio de la Rosa, significaron para el Consorcio de la Zona Franca un desembolso de 1.250 millones de pesetas, que fueron a parar a la cuenta corriente de una sociedad del propio Bruna de Quixano, bautizada con el nombre de FINOSA, y de donde se asegura partieron los talones para pagar a los propietarios fantasmas de las fincas inexistentes. Jos¨¦ Luis Bruna de Quixano justific¨® su participaci¨®n en esta operaci¨®n insistiendo en la confianza absoluta que ten¨ªa depositada en el secretario general del Consorcio. Menos coherentes y de m¨¢s dif¨ªcil justificaci¨®n fueron esas otras explicaciones que dio el procesado a esos 52 millones de pesetas -un 5% de la cantidad defraudada- que fueron detectadas en sus propias cuentas corrientes y en la de algunos miembros de su familia.

Por en¨¦sima vez y con tono crispado que le oblig¨® a pedir disculpas a la sala, Jos¨¦ Luis Bruna de Quixano asegur¨® que no se hab¨ªa beneficiado ni con un s¨®lo c¨¦ntimo de aquellas operaciones y que lo ¨²nico que hab¨ªa hecho era servir de intermediario en una operaci¨®n que no le gustaba y que la hab¨ªa llevado personalmente el procesado huido.

En este procedimiento judicial ha quedado tambi¨¦n registrada una pen¨²ltima pirueta, esbozada por el procesado rebelde de acuerdo con el acusado Rafael del Barco, y con la cual el Consorcio de la Zona Franca intent¨® desprenderse de las 72 fincas fantasmas vendi¨¦ndolas a un precio de verdadero saldo, a un hombre de paja que contaba con el respaldo de un grupo financiero.

Bruna de Quixano reconoci¨® ayer que inici¨® la venta de estas fincas, acatando los acuerdos del pleno del Consorcio. Sin embargo, el Consorcio de la Zona Franca jam¨¢s llegar¨ªa a deshacerse de las fincas fantasmas. La investigaci¨®n judicial, las demandas del ayuntamiento y de la propia entidad defraudada frenaron la operaci¨®n.

En tres a?os 42 coches

Las pistas del dinero defraudado fueron esbozadas por los acusados Fernando Serena y Rafael del Barco, quienes j unto con el acusado rebelde, hab¨ªan creado una red de empresas, que iban desde las salas de fiestas a las tiendas de modas, a las inmobiliarias o a la venta de coches de lujo. Las declaraciones de estos dos acusados ayudaron a dibujar el perfil del cuarto procesado del que aseguraron que era "un verdadero capirichoso en cuesti¨®n de autom¨®viles" y que era capaz de comprar lujosos veh¨ªculos para venderlos dos d¨ªas despu¨¦s a mitad de precio. En tres a?os adquiri¨® al contado 42 coches.Con discreci¨®n y fidelidad, los dos colaboradores de Antonio de la Rosa, desmintieron las acusaciones vertidas por la propia polic¨ªa en un detallado informe, seg¨²n el cual Antonio de la Rosa llevaba una vida de lujos, rodeado por se?oritas de la alta costura a las que hac¨ªa importantes regalos. Se desmintieron tambi¨¦n las bacanales en los cruceros o los viajes lujosos al extranjero. Sin embargo, se insinu¨® y habl¨® por un instante de su vida conyugal destrozada, de aquel deseo de abandonar todo y huir y empezar una nueva vida. Casualmente, entonces empez¨® a descubrirse todo.

Hoy a las diez de la ma?ana se reanudar¨¢ el juicio oral, con las declaraciones de los ex alcaldes de Barcelona Narc¨ªs Serra y Josep Maria Socias Humbert. Se espera la declaraci¨®n del nuevo alcalde, Pasqual Maragall. No acudir¨¢ el ex alcalde Enrique Mas¨® V¨¢zquez, cuyo domicilio no ha podido ser localizado.