El Ej¨¦rcito del Aire teme que el Gobierno reduzca el n¨²mero de aviones del programa FACA

La falta de acuerdo entre el Gobierno espa?ol y McDonnell Douglas en la negociaci¨®n de las compensaciones econ¨®micas e industriales del programa FACA (Futuro Avi¨®n de Combate y Ataque) origin¨® ayer que el Consejo de Ministros no adoptara la decisi¨®n definitiva de comprar los 84 aviones F-18A de la multinacional estadounidense. El hecho caus¨® un evidente malestar en el Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire, donde se teme que, por razones econ¨®micas, el Gobierno reduzca de 84 a 72 -un escuadr¨®n menos- el n¨²mero de aparatos a comprar.

La decisi¨®n ¨²ltima la tomar¨¢ el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, antes del pr¨®ximo d¨ªa 31, fecha en que culmina el plazo para firmar el contrato de compra. En cualquier caso, los aviones que se adquirir¨¢n ser¨¢n F-18A Hornet, seg¨²n coincidieron en asegurar las diversas fuentes informativas consultadas ayer por este peri¨®dico.A primera hora de la tarde de ayer, el ministro de Defensa, Narc¨ªs Serra, recibi¨® al jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire, teniente general Emilio Garc¨ªa Conde, a quien comunic¨® que el Consejo de Ministros, en contra de lo que esperaban los propios pilotos militares, no hab¨ªa acordado, de forma definitiva, la adquisici¨®n de los aviones previstos en el FACA. La noticia, seg¨²n se comprob¨® posteriormente en el Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire origin¨® un claro malestar entre los militares, quienes confiaban que ayer se diera el carpetazo a un programa que ya lleva m¨¢s de dos a?os de retraso. No obstante, la reducci¨®n del n¨²mero de aviones a comprar no fue considerada en profundidad por las fuentes del Ministerio de Defensa consultadas ayer.

Seg¨²n explicaron ayer en medios del departamento, los problemas existentes en la actualidad son de cuatro tipos. En primer lugar, se han originado inconvenientes jur¨ªdico-formales, como es el de la equiparaci¨®n en los a?os pr¨®ximos de los d¨®lares de 1981 (que son los que se manejan en el programa) con los cambios monetarios que se originan. Asimismo, el Gobierno exige a McDonnell compensaciones firmes y concretas en la mayor¨ªa de apartados, y no simples promesas. En tercer lugar, las autoridades espa?olas consideran que el premium -cantidad que, por encima del precio de los aviones, debe pagar Espa?a por construir partes del aparato en nuestro pa¨ªs- tiene que ser rebajada en varias decenas de millones de d¨®lares (en la actualidad, asciende a 150 millones de d¨®lares). Por ¨²ltimo, el Gobierno espa?ol cree que deben ser incrementadas las compensaciones tecnol¨®gicas.

En opini¨®n de fuentes pr¨®ximas al propio ministro de Defensa, el acuerdo del Consejo de Ministros permitir¨¢ que el Gobierno espa?ol contin¨²e negociando con McDonnell las contraprestaciones del programa, valoradas en unos 300.000 millones de pesetas. "El problema principal consiste en que las compensaciones no son satisfactorias", dijeron los informantes. "A veces, se consigue en siete d¨ªas lo que no se consigue en siete meses". Como en las ¨²ltimas semanas, autoridades del Ministerio de Defensa proseguir¨¢n estos d¨ªas sus contactos con los directivos de

McDonnell Geoy y Packard, responsables de contratos y del programa de compensaciones con Espa?a.

En torno a la financiaci¨®n del programa y a las inversiones necesarias para materializar las contraprestaciones, tambi¨¦n han surgido problemas entre los ministerios de Hacienda, Industria y Defensa. Las principales discrepancias se producen entre el Instituto Nacional de Industria (INI) y el propio Ej¨¦rcito del Aire, y concretamente respecto a la posibilidad de que los F-18A puedan ser cofabricados en Construcciones Aeron¨¢uticas, S.A. (CASA). Si el montaje del avi¨®n se realiza en EE UU -en esta operaci¨®n participan unos 70 operarios-, el coste que tendr¨¢ que pagar el Gobierno espa?ol ascender¨¢ a unos 13 millones de d¨®lares. Si, por el contrario, el montaje se efectua en CASA, en la operaci¨®n intervendr¨¢n cerca de 500 operarios y tendr¨¢ un coste adicional de unos 100 millones de d¨®lares, que el INI pretende que sean sufragados por el Ej¨¦rcito del Aire, en contra de la opini¨®n de ¨¦ste.