Toda la confusi¨®n del mundo
LAS NOTICIAS acerca de la conjura contra el presidente Obiang desbaratada en la segunda semana de mayo han sido conocidas por los medios de comunicaci¨®n espa?oles m¨¢s de 10 d¨ªas despu¨¦s de que se produjeran esos confusos sucesos. El rocambolesco incidente de la petici¨®n de asilo en nuestra Embajada en Malabo del sargento Venancio Miko, que hab¨ªa fracasado en sus anteriores intentos de encontrar refugio en otra residencia diplom¨¢tica, al parecer la sovi¨¦tica, tambi¨¦n fue mantenido en cuidadoso silencio, dadas las graves repercusiones del acontecimiento en las relaciones entre Guinea Ecuatorial y Espa?a. La breve visita a Malabo de nuestro ministro de Asuntos Exteriores, acompa?ado del subsecretario del departamento, se propuso probablemente paliar, con la espectacularidad del desplazamiento, la inconcebible par¨¢lisis de nuestra diplomacia, que hizo crisis hace pocos d¨ªas, tras las fracasadas gestiones del director general de ?frica para negociar la salida del pa¨ªs del sargento asilado en nuestra embajada.El viaje de Fernando Mor¨¢n ha servido, en ¨²ltima instancia, para justificar o endulzar la entrega a las autoridades guineanas del sargento Miko mediante la solemne participacion en la operaci¨®n de nuestro ministro de Asuntos Exteriores y la promesa del Gobierno guineano de que el asilado no ser¨¢ pasado por las armas. El dilema obligaba, ciertamente, a tener que elegir entre dos males. La protecci¨®n diplom¨¢tica espa?ola al refugiado amenazaba con deteriorar de forma definitiva las relaciones entre ambos pa¨ªses y con sentar un precedente que podr¨ªa ser esgrimido en el futuro por otros ciudadanos guineanos. Pero la expulsi¨®n de nuestra embajada del sargento Miko, pese a las promesas que se ha tra¨ªdo de Malabo el ministro de Asuntos Exteriores, deja el regusto amargo de las decisiones adoptadas por las presiones ajenas y escasamente congruentes con los principios del asilo pol¨ªtico.
Hay muchas cosas que explicar en esta historia. Y las tiene que explicar Fernando Mor¨¢n en el Parlamento. La situaci¨®n inestable de Guinea, sobradamente conocida por todos los observadores, convierte en una negligencia inadmisible que nuestra representaci¨®n all¨ª fuera, en estos momentos, sede vacante, ya que el anterior embajador abandon¨® Malabo hace casi dos meses. Este largo intervalo resulta tanto m¨¢s sorprendente en cuanto Guinea Ecuatorial es el ¨²nico pa¨ªs africano donde -por razones hist¨®ricas, idiom¨¢ticas, culturales y econ¨®micas bien sabidas- la influencia espa?ola sigue siendo preponderante. Parece inadmisible que Espa?a, que dedica miles de millones de pesetas a la cooperaci¨®n con Guinea Ecuatorial, no mantenga en ese pa¨ªs una estructura diplom¨¢tica suficiente para que el Gobierno disponga de una informaci¨®n m¨ªnimamente fiable de lo que sucede. Por lo dem¨¢s, las posibilidades de que las lagunas de nuestra burocracia exterior sean suplidas por otras fuentes de informaci¨®n han quedado anuladas mediante una obstrucci¨®n sistem¨¢tica al trabajo de los periodistas espa?oles en aquel pa¨ªs. Sin embargo, los contribuyentes espa?oles, que saben muy poco acerca del uso y el destino que se est¨¢ dando al dinero de la cooperaci¨®n, tienen pleno derecho a recibir informaci¨®n fidedigna y exacta del destino de esos fondos sufragados por sus iinripuestos.
En Guinea Ecuatorial viven, dedicadas a los negocios o a misiones de cooperaci¨®n, unas 300 familias espa?olas, cuya protecci¨®n y arriparo es obligaci¨®n ineludible de nuestro Gobierno. Empresas estatales -como Hispanoil y Adaro- han realizado importantes inversiones en su territorio. Algunos sectores de la opini¨®n p¨²blica espa?ola pueden poner en duda ese destino manifiesto que obligar¨ªa al Gobierno de Felipe Gonzalez a continuar defendiendo un ¨¢rea de influencia espa?ola en el golfo de Guinea que hasta ahora nos ha conducido de sobresalto en sobresalto. Creemos, sin embargo, que el mantenimiento de la cooperaci¨®n puede redundar en beneficio de ambas partes, siempre que nuestros compatriotas no corran los peligros que tuvieron que arrostrar durante la ¨¦poca de Mac¨ªas. Pero, a la vez, la cobertura gubernamental dada a los ciudadanos espa?oles instalados en Guinea no debe interferirse con la soberan¨ªa del r¨¦gimen de Malabo.
Varias son las preguntas que el Gobierno est¨¢ obligado a responder en torno a los incidentes guineanos. ?C¨®mo se explica que nuestra Embajada en Guinea Ecuatorial haya permanecido como sede vacante durante casi dos meses? ?Cu¨¢l es la raz¨®n de que la dotaci¨®n de nuestra representaci¨®n diplom¨¢tica en personal, material y protecci¨®n sea tan pobre, en abierto contraste con la ayuda que all¨ª dispensa el Tesoro P¨²blico? ?Por qu¨¦ la petici¨®n de asilo del sargento Miko en nuestra Embajada de Malabo tard¨® tanto tiempo en hacerse p¨²blica? Si la entrega del refugiado a las autoridades de su pa¨ªs es conforme con los h¨¢bitos diplom¨¢ticos y con la ley, ?por qu¨¦ no se hizo antes y con menor esc¨¢ndalo? Si el sargento, por el contrario, tuviera derecho moral al asilo, ?c¨®mo justificar su entrega? ?Cu¨¢l es el verdadero significado pol¨ªtico de la frustrada conspiraci¨®n contra el presidente Obiang? ?Qui¨¦n la financi¨®, qui¨¦n la prepar¨®, a qu¨¦ intereses serv¨ªa? ?Qu¨¦ ha contado a los funcionarios de la Embajada espa?ola el sargento refugiado? De ser cierta la inspiraci¨®n del bloque sovi¨¦tico en la conjura, ?qu¨¦ justificaci¨®n tendr¨ªan nuestras potenciadas relaciones con el r¨¦gimen cubano, dedicado en tal caso a interferirse, al menos indirectamente, en intereses espa?oles en ?frica? ?Guarda alguna relaci¨®n ese movimiento conspirativo con el incoado acercamiento de Guinea Ecuatorial al ?frica franc¨®fona? ?Y qu¨¦ papel puede jugar toda esta historia en la inminente visita del propio Fernando Mor¨¢n a la Uni¨®n Sovi¨¦tica?
Est¨¢ fuera de duda que el ministro de Asuntos Exteriores no puede responder a estas interrogaciones en una conferencia de prensa. El Congreso de los Diputados es el ¨²nico ¨¢mbito adecuado para que el Gobierno informe de lo que ha ocurrido en Malabo y explique las claves de nuestra pol¨ªtica en Guinea. Un Pleno del Congreso sobre pol¨ªtica exterior y de defensa, desde el viraje sobre la instalaci¨®n de los misiles en Europa hasta la adquisici¨®n del FACA, pasando por el futuro de nuestra pertenencia a la OTAN y la estrategia espa?ola en Guinea y en el Magreb, es una de las asignaturas pendientes que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez no puede dejar para septiembre.
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