Banca y democracia
Lo m¨¢s eficaz para que el dinero entienda una democracia es que se la compre. Felipe Gonz¨¢lez le ha vendido muy bien nuestra democracia a la Banca espa?ola. Un d¨ªa de septiembre/octubre 82, cuando estaba claro el ¨¦xito PSOE, los siete grandes, que siempre andan al loro, cogieron, agarraron, pillaron, se reunieron y decidieron comprar la democracia espa?ola. De eso vamos viviendo. Se la han comprado y, por tanto, tienen que sostenerla, e incluso sostenella, que es m¨¢s arriesgado y caballeresco. Si ellos echan una mano, de su parte, el r¨¦gimen les certifica, les legitima, de la otra. Ante el mundo, o sea. Pero en la dial¨¦ctica democracia/dinero ha habido ahora dos cirios: uno, que Comisiones ha roto los convenios en marcha (a ver Justo Fern¨¢ndez de qu¨¦ color se pone las manoletinas para mirar la cosa). Y dos: que los siete grandes se quieren quedar con la Banca Catalana, cuando ya el Gobierno iba a nacionalizarla. Ahora, los del pastizamen se han reunido a almorzar. Rafael Termes tiene una nobte melena blanca de banquero bueno de pel¨ªcula americana, y por la frente le andan ya las pecas de la madurez, como un quieto revoloteo. Me lo dijo Edgar Neville en Afrod¨ªsio Aguado, por encima de su tripa y su papada:-Mire usted, Umbral, la vejez son las pecas en las manos.
Aguirre/Banesto cree que el Gobierno debe incentivar (este verbo lo trajo Su¨¢rez, o su amanuense) la inversi¨®n y la creaci¨®n de riqueza. Esc¨¢mez, del Central, ya era el delf¨ªn de Villalonga cuando yo estaba de botones en ese Banco. Albert Sol¨ªs, del Hispano, entiende la finanza como un monacato. Asia¨ªn, del Bancobao, es quiz¨¢ el m¨¢s dialogante. Gal¨ªndez, del Bancaya, tambi¨¦n es "hombre de di¨¢logo", que es como les gustaba definirse a los preliberales en el tardofranquismo. Emillo Bot¨ªn, del Bansander, todav¨ªa un poco altivo por el triunfo de la derecha en su tierra, que es una manera de nadar en el Sardinero y guardar la ropa. Valls Taberner, del Popular, que dio cr¨¦ditos a Carrillo para las ¨²ltimas generales. Siete eran siete.
Uno, que ha le¨ªdo poco a don Ramiro de Maeztu vestido de Filem¨®n, con su alzacuello de porcelana y sus gafas redondas -apenas, Don Quijote, Don Juan y La Celestina-, uno, digo, no tiene "el sentido reverencial del dinero", pero s¨ª el sentido caucional del dinero, y sabe que desde que los siete grandes compraron la democracia espa?ola, como juego de madurez y tarjeta ante el mundo, se sent¨ªan, obligados a defenderla. Lo est¨¢n haciendo. Muy por delante del gran empresariado, politizado en exceso por el apol¨ªtico Ferrer Salat, van los banqueros en virtud democr¨¢tica, hoy, aunque con Justo Fern¨¢ndez hayan topado. Los siete ducales de los ducados espa?oles no admit¨ªan en su elite a Ruiz Mateos, el vinatero, empresarie/ piloto, aventurerista, de los ricos protegidos del francofranquismo. Entre el liberalismo monetarista,y el fascismo financiero todav¨ªa hay un abismo t¨¦cnico y un desentendimiento ideol¨®gico. La her¨¢ldica del dinero tampoco admite al parvenu. Socialismo/capitalismo recelaban de Rumasa/Rumasina. Espa?a y Termes somos as¨ª, se?ora. El gran pensador catal¨¢n Ferrater Mora me dedica uno de sus libros: "A Umbral, que tanto sab.de lenguas y lenguajes". Dice Ferrater que el lenguaje de los amimales es cerrado, y el lenguaje humano es abierto, cambiante. Pero los gatos, seg¨²n los naturalistas, mis lecturas y observaciones, respetan siempre una habitaci¨®n de la casa, misteriosamente, un lugar donde s¨®lo hacen incursiones para la aventura. Se reservan un espacio para lo posible. Luego su mundo/lenguaje tambi¨¦n es abierto. Los banqueros, listos como felinos, tienen hoy su cuarto/cuarta dimensi¨®n, en la democracia, porque la dictadura s¨ª que era un idioma cerrado. Por eso se pusieron la gabardina de Termes el 23-F. Mapfre/mecenas nos devuelve la Espa?a, europeizante de Penagos. El Banco Exterior homenajea en Sempere a toda la pintura moderna. El dinero espa?ol, don Ramiro, va adquiriendo el sentido reverencial de la democracia. Usted, como profeta, un baldado, don Ramiro.
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