Conciertos de Mike Oldfield en el d¨¦cimo aniversario del disco 'Tubullar Bells'
Dos hechos aparentemente aislados confluyen simb¨®licamente el pr¨®ximo d¨ªa 4 en el estadio Narc¨ªs Sala, de Barcelona, y el 5 en La Casilla, de Bilbao, con la actuaci¨®n de Mike Oldfield: el d¨¦cimo aniversario de la aparici¨®n de Tubullar Bells, primer hito hist¨®rico en el que una compa?¨ªa de discos independiente adquir¨ªa una disponibilidad econ¨®mica competitiva con las del resto del mercado internacional (Virgin), y el ya imparable potencial de los sellos independientes en Espa?a.
Tal afirmaci¨®n queda plenamente ilustrada con una situaci¨®n que dos d¨ªas. antes de la final del concurso de rock del Ayuntamiento de Barcelona se produjo en el transcurso de un programa de radio en el que era entrevistado el grupo finalista, Marta y su Nuevo Gobierno. El conjunto hab¨ªa acudido al programa con una cinta master (original que se utiliza para grabar posteriormente el vinilo del disco) y el locutor les pregunt¨® si la existencia de esa cinta significaba la pr¨®xima aparici¨®n de un disco. La cantante respondi¨® que, bueno, ellos estaban como finalistas de un concurso en el que se contemplaba como base que no se hubiera grabado ning¨²n disco y que, por tanto, de momento, no pod¨ªan decir nada al respecto. El premio consist¨ªa en la grabaci¨®n de un single con Ariola.De hecho, esta situaci¨®n es muy paralela a la que se produjo diez a?os atr¨¢s, cuando Mike Oldfield, despu¨¦s de recorrer las oficinas de la Harvest, Wea y CBS con la cinta de Tubullar Bells bajo el brazo y, no encontrando otras palabras m¨¢s que "no es comercial", se top¨® con Richard Brandson, en aquel entonces responsable de una de las tiendas de discos Virgin, el cual, tras tratar in¨²tilmente de colocar a Mike en otras compa?¨ªas, decidi¨® arriesgar el dinero suficiente para financiar el proyecto Tubullar Bells, que, no hace falta recordarlo, al a?o hab¨ªa vendido siete millones de copias en todo el mundo, adem¨¢s de haber sido utilizada como banda sonora del filme El exorcista y, posteriormente, tambi¨¦n, por Roger Vadim. El rid¨ªculo hecho por las compa?¨ªas comerciales se demostr¨® inmediatamente al editar ilegalmente la Atlantic, en Estados Unidos, un single con el tema. Richard Brandson, responsable de aquel afortunado toque de lucidez, a¨²n hoy -pese a los millones que acumula la Virgin- es un hombre pr¨®ximo que asegura tener muy presentes las razones primeras que movieron a la empresa.
Y en esto, sin duda, la Virgin ha sido inventora de sistemas. El sistema de los movimientos m¨²sicoculturales ha sido una de las m¨¢s efectivas armas. La honestidad ha sido otra, que ha motivado situaciones como la de que un dubitativo comprador se f¨ªe m¨¢s de un disco editado por la Virgin que por otro de cualquier multinacional. Raimon, del sello independiente espa?ol Discos Radioactivos Organizados (DRO), asegura que, para ¨¦l, "lo m¨¢s importante es que los grupos me gusten. En mi sello graban grupos de todo tipo, lo que me parece estupendo. Yo puedo permitirme grabar a gente que me divierta, o que me caiga bien, o que, por ejemplo, practique una m¨²sica horrible".
Un equipo de 150 personas
No es, sin embargo, ¨¦ste el caso de la Virgin, que se puede permitir la gira de un artista como Oldfield movilizando cinco remolques y 150 personas, con un escenario de 320 metros cuadrados y un equipo de sonido dise?ado por ¨¦l.Richard Brandson reconoce que, evidentemente, "ganar dinero nos hace estar contentos. Para empezar, esto nos sigue dando trabajo, aunque no dudo que desde el principio habremos cambiado. Sin embargo, nos mantenemos muy iguales en una cosa, y es que nunca cogemos a un grupo por motivos comerciales. Seguimos siendo absolutamente independientes. Se puede probar que el 99% de los grupos que cogemos no son conocidos. Y la verdad es que, si as¨ª es, es porque a las 100 personas que trabajamos en Virgin esto nos sigue excitando. De hecho, cada mes cambiamos. Nosotros empezarnos con las tiendas, y ahora las mantenemos porque son la mejor fuente de ideas para seguir estando pr¨®ximos a las, fluctuaciones del inter¨¦s de la gente".
En definitiva, la historia de las independientes es la historia de una gente que quiere sentirse m¨¢s humana en su trabajo. S¨®lo por esto, el futuro es suyo. Tal vez no s¨®lo suyo; pero, sin duda, aut¨¦nticamente suyo, porque, simplemente, el presente ya les reclama.
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