Un bolchevique superviviente
, Hoy la figura de Arvid Yanovich Pelche, de 84 a?os de edad, significaba poco, casi nada, en la vida pol¨ªtica sovi¨¦tica. Su vejez, sus continuas hospitalizaciones le manten¨ªan forzosamente apartado de. las decisiones importantes. Pero era, a pesar de todo, una figura hist¨®rica, la ¨²nica que quedaba en el Politbur¨® desde aquellos legendarios tiempos de la revoluci¨®n bolchevique. Pelche, originario de Letonia, form¨® parte del soviet de Petrogrado en 1917, a los 18 a?os de edad.Su fervor revolucionario qued¨® patente al ser nombrado comisario pol¨ªtico desde 1919 a 1929. Despu¨¦s de la segunda guerra mundial su actividad se centr¨® en la ense?anza ideol¨®gica de los cuadros en las escuelas del partido en Mosc¨².
Anteriormente, con la incorporaci¨®n de Letonia ala URSS, Pelche pareci¨® ser el m¨¢s adecuado para asumir las altas funciones pol¨ªticas de la nueva Rep¨²blica. Sin embargo, y a pesar de ser una de las primeras figuras de la revoluci¨®n (lo que representaba una desventaja, ciertamente, en los tiempos de Stalin), no lleg¨® a dirigir el partido de Letonia hasta 1959. Si su carrera pol¨ªtica fue retrasada por Stalin, en los sucesivos Gobiernos de Nikita Jruschov y con el posterior dominio de Leonidas Breznev, Pelche no encontr¨® un lugar importante en la vida pol¨ªtica y cuando accedi¨® al Politbur¨®, en 1966, ya era consid¨¦ralo un anciano.
Hay un fen¨®meno a tener en cuenta en la reciente historia de Pelche: su sistem¨¢tica oposici¨®n a una direcci¨®n pol¨ªtica ¨²nica, que qued¨® patente en un discurso de 1966, justo el a?o en que Breznev despedaz¨® la direcci¨®n colegiada por la que abog¨® Pelche y en nombre de la cual se arroj¨® del poder a Nikita Jruschov.
A pesar de todo, Pelche accedi¨® al Politbur¨®, lo que se interpret¨®? tal vez correctamente, como una imposici¨®n m¨ªnima, pero imposici¨®n al fin y al cabo, del Comit¨¦ Central del PCUS para colocar en la alta jerarqu¨ªa a un hombre hasta entonces no visiblemente comprometilo con los diferentes grupos que se disputaron el poder ¨¢ la muerte de Stalin.
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