Fernando L¨¢zaro Carreter recibe el homenaje de la cultura y la Universidad espa?olas en sus "primeros 60 a?os"
El catedr¨¢tico, acad¨¦mico y escritor Fernando L¨¢zaro Carreter recibi¨® en la noche del lunes en Madrid un homenaje de sus compa?eros de universidad, del mundo acad¨¦mico y de distintos sectores de la cultura espa?ola. El homenaje fue organizado para festejar los 60 a?os del profesor L¨¢zaro y para celebrar la salida de dos vol¨²menes de agasajo intelectual al homenajeado, editados por C¨¢tedra. La condici¨®n, impuesta por L¨¢zaro, de que s¨®lo se invitase al acto a personas que hayan mantenido con ¨¦l una relaci¨®n personal intensa, no fue obst¨¢culo para que se llenara, y rebosara, el sal¨®n en el que se celebr¨® la cena.
L¨¢zaro, que se considera "un salmantino accidentalmente funcionario en "Madrid", agradeci¨® ese homenaje a sus "primeros 60 a?os". En medio de los borbotones de sus palabras, el acad¨¦mico mezcl¨® el balance con la gratitud; dijo que no se sent¨ªa satisfecho de c¨®mo hab¨ªa realizado el proyecto de su vida, y singulariz¨® el recuerdo de sus maestros, entre otros, en las personas de D¨¢maso Alonso, Jos¨¦ Manuel Blecua, Francisco Yndurain y Rafael Lapesa. Este ¨²ltimo fue quien le llev¨® a trabajar a la Academia y le elev¨® el ¨¢nimo cuando ¨¦ste flaqueaba y L¨¢zaro hab¨ªa decidido emiarar. Agradeci¨® la idea de los vol¨²menes de homenaje, inciativa de F¨¦lix Monge y Ram¨®n Santiago, y volvi¨® la vista a su familia -su padre muerto, su madre, sus hermanos presentes, su esposa- para trazar lo que es su retrato humano.El homenaje se convirti¨® en un perfil del acad¨¦mico, realizado desde las perspectivas m¨¢s diversas. Enrique Tierno Galv¨¢n, que fue profesor con L¨¢zaro en Salamanca, abandon¨® sus atributos de alcalde de Madrid para contar an¨¦cdotas trascendentes acerca de algunas de las actitudes vitales de su compa?ero. Record¨® c¨®mo el catedr¨¢tico homenajeado se hab¨ªa embarcado "con estupor creciente", en la aventura pol¨ªtica en a?os en los que esta aventura se convert¨ªa en exigencia de hero¨ªsmo. En uno de esos avatares, cont¨® Tierno "yo tuve que pasar unos d¨ªas en la c¨¢rcel de Carabanchel". Al regreso hall¨® a L¨¢zaro, ¨¦ste le llev¨® a un rinc¨®n y, usando todo el aire propio de un esp¨ªritu que no ha envejecido, le pregunt¨®: "?Como es la c¨¢rcel?" Para Tierno, L¨¢zaro ha tenido siempre ese talante de adolescente que permanece su lozan¨ªa, su gracia juvenil hace que quienes est¨¢n a su lado reciban la incitaci¨®n al aprendizaje perpetuo, que nace de su capaci dad de incitaci¨®n y de sorpresa.
El acto se hab¨ªa iniciado con la lectura de un poema de Luis Rosales, compa?ero de Academia del catedr¨¢tico. El profesor Ja¨ªme Delgado fue quien ley¨® el texto del premio Cervantes de Literatura, que escribi¨® los versos para la ocasi¨®n. El catedr¨¢tico, recientemente jubilado, Jos¨¦ Manuel Blecua, primer maestro de L¨¢zaro en Zaragoza, traz¨® la semblanza del profesor con estos elementos: el rigor admirable del estudio ling¨¹¨ªstico y po¨¦tico realizado por L¨¢zaro; su trabajo sobre el Lazarillo, su tarea, en la que ha trabajado con Rafael Lapesa, de reformar la did¨¢ctica de la literatura, sobre todo en el bachillerato; su penetraci¨®n, a trav¨¦s de muchos a?os y numerosos art¨ªculos, en el teatro espa?ol; su estudio de la cr¨ªtica textual, y sus art¨ªculos period¨ªsticos.
El editor Germ¨¢n S¨¢nchez Ruip¨¦rez hizo a L¨¢zaro Carreter el ofrecimiento de los dos tomos que se han editado en su honor. Antes hubo lectura de adhesiones al homenaje. Fueron recibidas, entre otras, las de los ministros de Cultura y Educaci¨®n, la del Nobel Vicente Aleixandre, la del poeta Jorge Guill¨¦n, la del rector de la universidad de Barcelona, Badia Margarit, y la del duque de Alba. La de ¨¦ste fue ilustrativa, del ambiente del homenaje. Dec¨ªa: "A Fernando L¨¢zaro Carreter, de los pocos espa?oles por los que siento envidia sin que este sentimiento me produzca verg¨¹enza".
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