El peligro de Centroam¨¦rica
Centroam¨¦rica es una peligrosa zona de conflicto a las puertas mismas de Estados Unidos, y ya sabemos lo que puede pasar cuando un pa¨ªs serio e importante encuentra amenazada su seguridad. Baste recordar la reacci¨®n sovi¨¦tica en casos similares en Europa e incluso en Afganist¨¢n. Hoy d¨ªa no es cencebible convertir Centroam¨¦rica en un nuevo Vietnam, pero es preciso se?alar que desde 1978 se ha acrecentado la acci¨®n subversiva en todos los pa¨ªses del istmo centroamericano y se ha promovido un armamentismo extraordinario en algunos de ellos, como es el caso de Cuba y Nicaragua. Con objeto de promover la subversi¨®n se ha trabajado ¨²ltimamente en la unificaci¨®n en muchos de aquellos pa¨ªses de grupos radicales tradicionalmente divididos, comprometi¨¦ndolos en la lucha armada con todo tipo de asesor¨ªa y de ayuda material. Al mismo tiempo se han adiestrado cuadros especializados en t¨¢cticas de guerrilla urbana y rural, pero, a diferencia de los intentos del Che Guevara en la d¨¦cada de los sesenta, faltos de coordinaci¨®n y v¨ªctima del aislamiento en las monta?as bolivianas, la acci¨®n que se lleva a cabo en la actualidad est¨¢ apoyada por un extenso equipo de inteligencia y control, con un espl¨¦ndido adiestramiento armado, con fuerzas militares modernas y con una vasta y perfeccionada red, de propaganda. Es corriente la utilizaci¨®n de asesores y de la ayuda militar para lograr influir sobre el comportamiento pol¨ªtico de los grupos m¨¢s radicales, y se llega a estimular el terrorismo, facilitado por el abundante suministro, de armas, al objeto de provocar la violencia y la represi¨®n indiscriminada con el fin de debilitar la legitimidad de los Gobiernos y atraer nuevos adeptos a la lucha armada.Ante este panorama es urgente poner en marcha un serio esfuerzo de paz, y a ello debe responder el viaje del presidente del Gobierno 'espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, a los pa¨ªses de la zona. Es bueno que se obtenga in situ el mayor acopio de informaci¨®n posible, a condici¨®n de que luego se elaboren seriamente los datos y se act¨²e en consecuencia y no de forma previa, incoherente y precipitada, como fue el caso con ocasi¨®n del debate sobre Nicaragua en Naciones Unidas, donde la representaci¨®n espa?ola atribuy¨® todos los males a las desigualdades sociales y econ¨®micas de los pa¨ªses de la zona e ignor¨® por completo la exportaci¨®n que all¨ª se hace de la revoluci¨®n marxista. Cubanos y sandinistas buscaron, y obtuvieron, sacar el debate del contexto centroamericano y de la OEA, sabiendo que obtendr¨ªan m¨¢s apoyo de la URSS y de otros pa¨ªses socialistas en el marco amplio de la ONU, y, sin embargo, cuando temen que las cr¨ªticas vayan demasiado lejos y que pueda producirse alguna desfavorable reacci¨®n, claman por que los conflictos centroamericanos sean resueltos en el marco regional sin que se reencarn¨¦ en ellos el enfrentamiento Este-Oeste.
Con ocasi¨®n de su viaje a Bonn, el presidente del Gobierno espa?ol apoy¨® la doble decisi¨®n de la OTAN, solidariz¨¢ndose con Occidente en el importante paso de negociar en Ginebra con la URSS sin renunciar a la instalaci¨®n de los euromisiles si no se logra un acuerdo. Cuando Felipe Gonz¨¢les viaje a Washington, a finales de junio, debe completar el viraje iniciado en Bonn en sentido modera do y prooccidental, y para ello debe apoyar la pol¨ªtica m¨¢s razonable para Centroam¨¦rica. Esa pol¨ªtica debe ser la de la doble v¨ªa, lo mismo que para Europa lo razo nable ha sido la doble decisi¨®n. La doble v¨ªa viene a significar que negociar para obtener una soluci¨®n pac¨ªfica es ciertamente el primer camino a recorrer, pero al mismo tiempo no cabe renunciar al otro carril, consistente en continuar con la ayuda militar que asesora y facilita la lucha contra la guerrilla.
Llegar a entenderse
En Centroam¨¦rica se asiste a una proliferaci¨®n de la subversi¨®n guerrillera, a la que dif¨ªcilmente se puede combatir ya con iniciativas como la del peque?o Helsinki, con la convocatoria de una Conferencia de Cooperaci¨®n y Seguridad para Centroam¨¦rica, que no pasa de ser una utop¨ªa mientras siga manteniendo Cuba su pol¨ªtica actual. La iniciativa del grupo de Contadora es positiva a condici¨®n de que cristalice en una pacificaci¨®n concreta. Resulta encomiable buscar una soluci¨®n de paz en el marco regional centroamericano, tratando de evitar que el escenario se convierta, como acabo de decir, al igual que la zona de teatro europea, en un conflicto Este-Oeste. No es seguro, sin embargo, que esos piadosos deseos coincidan con la realidad. En el fondo late la duda de cu¨¢l debe ser la reacci¨®n occidental ante un conflicto promovido en cualquier parte. del mundo, sea en Centroam¨¦rica o en Afganist¨¢n. Cuando se produjo la invasi¨®n de este ¨²ltimo pa¨ªs, Occidente se rasgaba las vestiduras. No se acudi¨® a la Olimpiada de Mosc¨², pero poco a poco el tema ha ido pasando a segundo plano y, por ejemplo, ahora en las negociaciones de Ginebra no se pide como contrapartida un gesto sovi¨¦tico de retirada en Afganist¨¢n. Nos hemos acostumbrado a convivir con la invasi¨®n, lo mismo que nos acostumbramos a lo que sucede en Polonia. Parece como si el mundo, que est¨¢ cada vez m¨¢s acosado por conflictos y tensiones, s¨®lo pudiera encontrar un alivio buscando un modus vivendi con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Los que defienden este punto de vista sostienen que no hay conflictos irreconciliables y que una distensi¨®n aut¨¦ntica con la URSS es algo perfectamente realista. Se trata, por tanto, de llegar a acuerdos y de tratar de reconciliar posturas diametralmente opuestas.
La otra reacci¨®n occidental es la de los que buscan la paz sin recurrir al apaciguamiento y son conscientes de que se maneja un concepto selectivo de, la distensi¨®n, seg¨²n el cual el objetivo final de la misma ser¨¢ la cooperaci¨®n si favorece a los intereses de los pa¨ªses del Este y la confrontaci¨®n en m¨²ltiples escenarios del mundo si as¨ª conviene para perjudicar a Occidente. Los que buscan la paz sin recurrir al apaciguamiento son conscientes de que existen conflictos realmente irreconciliables, lo que hace que una verdadera detente con el bloque del Este sea una ilusi¨®n manipulada para debilitar a Occidente minando. su seguridad.
Es importante, por tanto, detener la subversi¨®n por medios pac¨ªficos y legales, pero sin contemplaciones, y en Centroam¨¦rica es donde est¨¢ en peligro el control de m¨¢s de medio mundo. Por ello, en Cen6oam¨¦rica la doctrina de la doble v¨ªa, la negociaci¨®n seguida del asesoramiento militar a los reg¨ªmenes democr¨¢ticos para fortalecerlos defendi¨¦ndolos de la guerrilla subversiva parece el ¨²nico camino a seguir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.