El delegado del Gobierno en Madrid tendr¨¢ en el inicio de la etapa auton¨®mica mayor poder que los de otras regiones

El gobernador civil de Madrid se convertir¨¢ pr¨®ximamente en delegado del Gobierno de una comunidad en la que precisamente reside el Gobierno. Sus funciones registrar¨¢n un fuerte incremento en los momentos iniciales, pero ir¨¢n disminuyendo a medida que las competencias sean ejercidas por el Consejo Ejecutivo regional.

El delegado del Gobierno estar¨¢ encargado de coordinar la administraci¨®n perif¨¦rica del Estado en la provincia (direcciones provinciales de los ministerios, antes llamadas delegaciones). Los poderes efectivos que re¨²nen esos estamentos en Madrid son los mayores de todas las regiones actualmente, puesto que no ha existido preautonom¨ªa ni situaci¨®n de autogobierno, y, por tanto, no se han producido transferencias. Al tener el delegado del Gobierno atribuciones para dirigir y coordinar estas todav¨ªa importantes direcciones provinciales, sus atribuciones ser¨¢n superiores respecto a las que corresponden a los representantes gubernamentales en otras comunidades, al menos en teor¨ªa. Por otro lado, el delegado gubernamental tiene un papel importante en las comisiones de transferencias, como representante del Ejecutivo, y habr¨¢ de ser consultado constantemente por los responsables del Gobierno de la comunidad. En los pr¨®ximos meses, el trabajo en ese campo ser¨¢ muy intenso, para poner r¨¢pidamente a Madrid a la misma altura que el resto de las regiones. Por tanto, el delegado deber¨¢ cumplir en esa etapa inicial una intensa tarea en las transferencias, adem¨¢s de la labor que le corresponde como coordinador de las direcciones provinciales.No obstante, el papel del representante del Gobierno puede quedar descafeinado en la pr¨¢ctica por el hecho de que la autonom¨ªa madrile?a tiene muy cerca a los altos cargos de los diversos ministerios, y siempre existir¨¢ la f¨¢cil posibilidad de saltarse al delegado.

Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, actual gobernador civil y previsible futuro delegado, cree que ello no tiene por qu¨¦ ser as¨ª, y estima que el representante gubernamental mantendr¨¢ contacto especialmente directo con la comunidad en lo que se refiere a la especificaci¨®n de los paquetes de transferencias, la valoraci¨®n financiera de los servicios y el momento en que han de efectuarse los traspasos. "Aunque los criterios sobre las transferencias sean marcados con el Ministerio de Administraci¨®n Territorial", se?ala Rodr¨ªguez Colorado, "las consultas al delegado del Gobierno ser¨¢n l¨®gicas y constantes".

Joaqu¨ªn Leguina, virtual presidente de la Comunidad de Madrid, estima por su parte que "con la autonom¨ªa se va a ampliar la representaci¨®n pol¨ªtica del gobernador civil al pasar a ser delegado del Gobierno, aunque se vayan a recortar l¨®gicamente sus competencias. Pero ,tendr¨¢", se?ala, "gran importancia pol¨ªtica como el interlocutor inmediato y representativo del Gobierno en la comunidad".

Leguina cree que debe existir el delegado del Gobierno aunque resida en la misma ciudad que el Ejecutivo, "entre otras cosas porque no debe haber diferencias entre las autonom¨ªas, que es una filosof¨ªa que yo he defendido. Madrid no es diferente, y me parece l¨®gico que exista el delegado como representante del Gobierno".

P¨¦rdida paulatina de poder

Tras el rese?ado incremento inicial de funciones, el delegado del Gobierno ir¨¢ perdiendo poder paulatinamente. Cuando los traspasos de servicios hayan adquirido un volumen importante, las delegaciones o direcciones provinciales de los ministerios ,desaparecer¨¢n de forma progresiva, y sus funciones se integra r¨¢n en la comunidad, s¨ª corresponden a ¨¦sta. Las competencias de la Administraci¨®n central continuar¨¢n bajo la coordinaci¨®n del delegado del Gobierno, que pasar¨¢ a tener unas labores m¨¢s administrativas y pol¨ªticas.Entre las competencias del futuro delegado en Madrid figurar¨¢n la direcci¨®n de la Administraci¨®n del Estado en el territorio de la comunidad; la coordinaci¨®n con la Administraci¨®n propia de la autonom¨ªa; ejercer la autoridad sobre todos los ¨®rganos de la Administraci¨®n civil del Estado en la comunidad; velar por el cumplimiento de las leyes y de las normas reglamentarias del Estado; dirigir e inspeccionar los servicios y organismos aut¨®nomos de la Administraci¨®n Civil del coordinar la actuaci¨®n de los cuerpos y fuerzas de la Seguridad del Estado; informar, antes de su aprobaci¨®n, los planes y programas de inversiones del Estado en el territorio de la comunidad; y mantener la comunicaci¨®n necesaria con los distintos departamentos ministeriales. Una de las funciones que puede ocasionar que el cargo se revista de especial importancia pol¨ªtica es su facultad de promover acciones y recursos legales para impugnar ante los tribunales los acuerdos y disposiciones de los ¨®rganos regionales si estima que no se ajustan a las leyes.

Las funciones de los delegados del Gobierno est¨¢n reguladas en un real decreto de 10 de octubre de 1980. Actualmente se encuentra pendiente de tramitaci¨®n una proposici¨®n de ley presentada en las Cortes por el grupo parlamentario Minor¨ªa Catalana.