Los refugiados pol¨ªticos
La entrega por el Gobierno espa?ol a las autoridades guineanas del sargento Mik¨®, presunto implicado en actuaciones golpistas, y que se hab¨ªa refugiado en nuestra Embajada de Malabo, justific¨® un viaje rel¨¢mpago de nuestro ministro de Asuntos Exteriores a la capital de la antigua colonia espa?ola.Que la ocasi¨®n era grave y se produc¨ªa, por a?adidura, sin precedentes claros y en el marco de una relaci¨®n muy fluida, que llegar¨ªa incluso a la movilizaci¨®n de la escuadra, queda demostrado con el viaje del se?or Mor¨¢n, pues no es lo m¨¢s normal que el encargado de dirigir la diplomacia de un pa¨ªs emprenda un largo viaje como el que no dud¨® en arrostrar el ministro cada vez que se produce un incidente de este tipo. Por lo que habremos de concluir que el viaje se inscrib¨ªa dentro de la pol¨ªtica de gestos destinada a vender una imagen de Espa?a campeona de los derechos y libertades democr¨¢ticos tanto en Am¨¦rica como en ?frica.
Ahora bien, a esta nueva imagen de marca le faltaba, para poder introducirse sin tropiezos, el marco legal de una regulaci¨®n del derecho de asilo entre nosotros que plasmase la vocaci¨®n de impulsor de los reg¨ªmenes democr¨¢ticos a que nuestro pa¨ªs se ha consagrado, y que acaba de ser objeto de un proyecto de ley que, entre otros beneficios, aliviar¨¢ sin duda la situaci¨®n de los refugiados pol¨ªticos que, procedentes de pa¨ªses donde constituye delito la pertenencia a partidos de oposici¨®n y la emisi¨®n de libres opiniones discrepantes, y en n¨²mero impreciso -de 5.000 a 20.000-, han venido en busca de asilo entre nosotros.
Cuando, la ley sea aprobada contaremos con un instrumento que, adem¨¢s de incluir la acomodaci¨®n al estatuto de los refugiados de Ginebra y al protocolo de Nueva York, que ratificamos en 1978, nos convertir¨¢, formalmente al menos, en uno de los raros pa¨ªses de la Tierra donde se ejerce la noble misi¨®n de servir de asilo.
En cuanto al incidente del sangento Mik¨¦, responde a un planteamiento jur¨ªdico diferente que la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores se ha cuidado, por otra parte, de puntualizar. El derecho de asilo en una embajada no existe a menos que sea reconocido por el pa¨ªs en que la representaci¨®n diplom¨¢tica est¨¦ ubicada, y ¨¦ste no es ciertamente el caso de Guinea Ecuatorial.(...
6 de junio.
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