Paco Rabanne
"Vamos a cambiar de civilizaci¨®n y yo quiero cambiar tambi¨¦n el aspecto de la moda"
Utiliza siempre camisas de cuello Mao, con el bot¨®n superior bien abrochado oprimi¨¦ndole la garganta. Dice que es espa?ol y morir¨¢ siendo espa?ol -nunca quiso aceptar la nacionalidad francesa-, aunque le cuesta hablar en castellano. Estudi¨® arquitectura, pero se hizo modisto. Se dedica a la moda femenina, pero considera imb¨¦cil a la mujer que la sigue. Vive de ello -y bien-, pero se considera, por encima de todo, un profeta. Y, cuando habla, una parece estar escuchando la voz de un predicador. ?Genio, visionario o un perfecto publicista? Muchos simplificar¨ªan la personalidad del siempre sorprendente Paco Rabanne calific¨¢ndole, sencillamente, de exc¨¦ntrico.
Paco Rabanne, uno de los m¨¢s importantes genios de la alta costura parisiense, naci¨® en Espa?a. En San Sebasti¨¢n, el 18 de febrero de 1934. Un doble Acuario, dice ¨¦l; Acuario loco: por su signo del Zod¨ªaco y por su ascendente. Rabanne, hijo del ¨²ltimo general republicano que fusil¨® Franco, lleg¨® a Par¨ªs con su madre y sus hermanas cuando acababa de cumplir los cuatro a?os. All¨ª, con el paso del tiempo, se convirti¨® en uno de los modistos m¨¢s cotizados y revolucionarios. Rompi¨® los esquemas de la alta costura con sus mallas met¨¢licas, sus vestidos de pl¨¢stico o sus prendas de cuero, y aqu¨¦lla le acept¨®, sin embargo, sin reservas como genio indiscutible. Paco Rabanne ha vuelto a Espa?a, en una de sus espor¨¢dicas visitas profesionales, para presentar en Madrid su ¨²ltima colecci¨®n.Hablar con Paco Rabanne no supone mantener una aburrida conversaci¨®n sobre la l¨ªnea que se va a llevar el pr¨®ximo oto?o o el estilo de los zapatos del verano. Su calidad de profeta -le gusta llamarse as¨ª- y el tiempo dedicado al estudio de la historia, la arquitectura y la esoteria implican en ¨¦l una visi¨®n m¨¢gica de todo lo que toca. Sobre su propia existencia, Rabanne es capaz de esbozar en pocos minutos toda una complicada teor¨ªa basada, fundamentalmente, en la reencarnaci¨®n, en la que cree a pies juntillas. "Yo s¨¦ por qu¨¦ he venido aqu¨ª, por qu¨¦ nac¨ª", dice el modisto. "Al otro lado de la muerte hay dos mundos. Hay una especie de pa¨ªs gris, oscuro, y, por encima de ¨¦l, un mundo de vibraciones. Alrededor del centro de este mundo de vibraciones est¨¢n las almas, m¨¢s cerca o m¨¢s lejos del centro seg¨²n su vida pasada. En el centro hay una vibraci¨®n enorme, de amor, de gozo, de placer. Y el alma que est¨¢ en ese mundo de vibraci¨®n s¨®lo tiene un deseo, un solo deseo: estar m¨¢s cerca del centro. Y cuando un alma decide que quiere subir m¨¢s alto, vienen los jueces -hay 40- y te dicen: mira todas tus vidas, y si quieres estar m¨¢s cerca de Dios, has de bajar de nuevo y vivir otra vida. Te muestran todas las posibilidades y t¨² ves la vida que vas a vivir. No hay un ser huma?o que no haya elegido su vida".
Dice Rabanne que ¨¦l no quer¨ªa bajar. Siempre ha declarado en entrevistas a la prensa que en 1984 se producir¨¢ la tercera guerra mundial, y ¨¦l morir¨¢ tambi¨¦n en esa horrible guerra en la que, seg¨²n ¨¦l, desaparecer¨¢ casi por completo el viejo continente europeo. "Antes, en mi vida anterior, era un tranquilo cura del Pa¨ªs Vasco. Tambi¨¦n, s¨ª, hace tres mil a?os, fui sacerdote egipicio. Baj¨¦ porque sab¨ªa lo que iba a pasar en 1984 y es importante que gente as¨ª vea lo que va a ocurrir para chupar todo lo que hay de malo".
Sus creaciones como modisto est¨¢n directamente relacionadas con esta visi¨®n del mundo. "Lo met¨¢lico, lo que brilla, es una representaci¨®n del mundo en que vivimos. Vamos a cambiar de civilizaci¨®n, y yo quiero cambiar tambi¨¦n el aspecto de la moda. Lo que yo hago representa una ¨¦poca y adelanta el momento hist¨®rico. La moda es prof¨¦tica. Cuando las cosas van mal, las faldas bajan. Cuando van bien, las faldas suben. Siempre lo he dicho. Y no hay m¨¢s que fijarse un poco para comprender que es as¨ª. Cuando el pelo de la mujer sube, el r¨¦gimen pol¨ªtico cae. La moda no es un juego o la voluntad de un modisto. Es un momento de la civilizaci¨®n".
Paco Rabanne dice que vio a Dios, cuando ten¨ªa 27 a?os. "Es una explosi¨®n de energ¨ªa, un momento de amor, un momento de eternidad. ?Bup! Una cosa fabulosa". Y tambi¨¦n asegura que sabe c¨®mo va a morir, en esa tercera guerra mundial. "Ver¨¦ una luz intensa... y se acab¨®". "?Miedo? No. Estoy esperando el otro lado".
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