A manera gu¨ªa
Me abstengo aqu¨ª de facilitar -ser¨ªa imposible- cualquier gu¨ªa gastron¨®mica de Euskal Herr¨ªa, am¨¦n de que podr¨ªa sonar a publicidad encubierta. El lector no tiene m¨¢s que consultar las m¨²ltiples gu¨ªas existentes.Pero, en otro orden de cosas, s¨ª deseo dejar constancia, no exhaustiva, de aquellos rurales deportes vascos que en la actualidad se siguen practicando y que el lector curioso no tiene m¨¢s que consultar un diario vasco en el que bajo el ep¨ªgrafe rural se da cuenta de los actos a efectuar en la semana en curso y que alcanzan en esta ¨¦poca del a?o sus m¨¢ximas representaciones:
Los concursos de aizkoIaris, cortadores de troncos, tanto en horizontal como en vertical.
Los arrua soketa, lanzadores de piedra.
Los concursos de Aari-Talka, lucha de carneros.
Y, aunque parezca mentira, la pervivencia de los segadores de hierba (segalaris), sus fiestas de Sega Apustu.
Sin olvidar a los korrikoIaris que en lenguaje angl¨®filo se denominan hoy, internacionalmente, como corredores de campo a trav¨¦s.
Mucho menos olvidar a lo lanzadores de peso o jabalina los palankaris, en sus distintas modalidades.
En la mente de todos est¨¢ el c¨¦lebre reto del idi dema (arrastre de grandes piedras por bue yes) y hasta el menos conocido arrastre de piedras por hombres (gizonproba).
Podr¨ªamos, a rengl¨®n seguido referimos a los deportes de ra¨ª ces marineras: as¨ª el soka-tira (donde se enfrentan dos equipos que tienen que tener una equivalencia de peso para tirar de una soga y hacer que rebase una raya o marca) o las regatas de traine ras en sus modalidades de traineras, trainerillas y bateles.
Imposible dejar fuera al de porte de la pelota, que los vascos han universalizado (a mano, a pala, a remonte, a cesta-punta, a rebote y al share).
?Y qui¨¦n puede olvidar el concurso anual de pruebas de perros pastores que se suele dar sobre todo en los valles del Pirineo navarro? ?Y qui¨¦n puede desatender que la mayor¨ªa de los pastores del Far West de Estados Unidos son vascos?
Pero la ya larga lista no se termina aqu¨ª: aparte hemos dejado de nombrar a los levantadores de piedras, cuadradas y cil¨ªndricas, habr¨ªa quehablar de los palankaris (lanzadores de barra o palanca), a los segalaris (segadores de hierba). Asimismo, los bolos en sus distintas modalidades: Estutxulco, Irurtuxulo, Bola, Palma y la Toca, o los Txingas (transporte de pesas que el participante lleva colgando de cada una de sus manos en un tiempo determinado, y que recuerda a los transportadores hind¨²es y chinos).
Tampoco es ocioso nombrar a deportes vivos hoy como el antzarjohua (juego de gansos) o el ollar jojua (lucha de gallos).
En cuanto a las manifestaciones folkl¨®ricas de canto y baile, el Pa¨ªs Vasco es sumamente rico en los mismos. Ser¨ªa interminable enumerar una m¨ªnima lista de ezpatadantzas. Por lo que respecta a elementos musicales aut¨®ctonos, el txistu es una simple flauta universal, que tiene su origen en la humilde flauta campesina, hecha de una simple ca?a y unos agujeros. M¨¢s primitiva y rural es la albaka, instrumento musical r¨²stico, pastoril, hecho con cuerno de vaca y madera, que suele acompa?arse de una candereta.
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