La tribuna de compositores de la Unesco recomienda una obra de Encinar y premia al h¨²ngaro Kurtag
El h¨²ngaro Gyorgy Kurtag, (1926) ha sido seleccionado en la 30? Tribuna Internacional de Compositores, celebrada la pasada semana en Par¨ªs, por su obra Mensajes de fuego a miss R. V. Troussova, para soprano y orquesta, presentada por la Radiodifusi¨®n H¨²ngara. Otros nueve compositores fueron recomendados para su interpretaci¨®n o transmisi¨®n, entre ellos el espa?ol Jos¨¦ Ram¨®n Encinar (1954), por su Opus 23, para soprano, tenor y grupo de c¨¢mara, presentada por Radio Nacional.
Los otros autores recomendados son: Michael Levinas (1949), por Obertura para una fiesta extra?a (Radio Francia); Detlev MollerSiemens (1957), por Passacaglia para orquesta (SFB Berl¨ªn); Hans Abrahamsen (1952), con Noche y trompetas (Radio Dinamarca); Lorenzo Ferrero (1951), con sus Cuatro momentos de la ¨®pera Marylyn (Radiodifusi¨®n Italiana); Tristan Keuris (1946), cuyo Concierto para piano present¨® la NOS, de Holanda; Marlos Nobre (1939), por Sonancias III, en grabaci¨®n de la Radio MEC de Brasil; Roger Smalley (1943), autor de una Sinfon¨ªa presentada por la BBC, y Jacqueline Fontyn (1930), con Alba, sobre poemas de Carderelli, ofrecida por Radio B¨¦lgica, emisiones flamencas.A fin de estimular a los autores j¨®venes, la Tribuna Internacional de Compositores realiza una segunda votaci¨®n sobre las obras de compositores menores de 30 a?os; de los 12 que participaban este a?o fueron destacados Meller Siemens y Encinar, que al haber sido ya recomendados permitieron el lanzamiento de Esa-Pekka Salonen, de Finlandia, por su Baalal, y Claude Ledoux, del que la RBT (emisiones francesas) present¨® Festival para diez metales.
Para medir la importancia de ser seleccionado y recomendado en la tribuna bastar¨¢ pensar que han acudido, en esta ocasi¨®n, 33 pa¨ªses con 60 obras que los especialistas de las organizaciones radiof¨®nicas hemos escuchado en la Casa de la Unesco durante una semana; el ¨²ltimo d¨ªa se llevan a cabo las votaciones, que m¨¢s tarde provocan gran n¨²mero de audiciones. Espa?a, despu¨¦s de quedar clasificada en 1976 con el cuarteto Aura, de Tom¨¢s Marco, ex aqueo con la Cantata por la paz, del b¨²lgaro Dimitri Tapkov, fue recomendada por las. partituras de Francisco Guerrero, Miguel ?ngel Roig Francol¨ª y, ahora, Jos¨¦ Ram¨®n Encinar.
El nombre de Gyorgy Kurtag figura entre los"m¨¢s destacados de la m¨²sica de Hungr¨ªa. Formado en Budapest con Kadosa, Weiner, Veress y Farkas, trabaj¨® luego en Par¨ªs con Olivier Messiaen, Darius Milhaud y Mar¨ªanne Stein. Desde 1967 es profesor .de la academia Franz Liszt y en 1971 residi¨® en Berl¨ªn.
Sin mostrarse adicto a las corrientes serialistas ni adherido a la escuela de Darmstadt, Kurtag ha sabido encontrar un lenguaje que, a partir de un racismo de base (nacionalista, en fin), conecta con las tendencias de nuestro tiempo a trav¨¦s de creaciones de gran fuerza r¨ªtmica, expresiva y colorista. De naturaleza l¨ªrica (su contribuci¨®n a la m¨²sica cantada es importante), su Opus 17, seleccionada ahora y nacida de un encargo del Conjunto Intercontempor¨¢neo de Par¨ªs, se basa en textos de la poetisa sovi¨¦tica, ciudadana de Budapest, Rimma Dalos. Tanto los 21 poemas como la m¨²sica a que dieron lugar constituyen una l¨ªnea argumental un poco a la manera de Amor y vida de mujer, de Schumann, o de Pierrot Lunaire, de Sch?nberg (del que sin duda hay resonancias en la obra de Kurtag y en su modo de tratar el hablado-cantado). Si bien, como declara el propio autor, el ejemplo stravinskiano de entender la lengua como una sonoridad, antes que en su valor sem¨¢ntico, ha dejado tambi¨¦n su huella en los Mensajes a madame Troussova.
La orquesta, coloreada por el c¨ªmbalo, el arpa, el piano, la mandolina y un amplio conjunto de percusiones determinadas e indeterminadas, es a la vez atm¨®sfera e incitaci¨®n para la voz. Magn¨ªfica la de Adrianne Csengery, soprano, estupendamente envuelta por la orquesta que dirije Andras Mihaly.
Jos¨¦ Ram¨®n Encinar une en su m¨²sica rasgos que suelen parecer contrapuestos: una rigurosa planificaci¨®n, un sentido de la organizaci¨®n estructural que en cada nueva partitura se depura y precisa m¨¢s y, de otra parte, una voluntad expresivista (quiero decir, de comunicaci¨®n) que adquiere en la perfecci¨®n estructural nuevas razones de eficacia.
Belleza artesanal
En el caso del Opus 23, escrito para la Semana de M¨²sica Religiosa de Cuenca, Encinar adopta una actitud distanciada y anal¨ªtica frente al tema. No es m¨²sica fervorosa, ni siquiera de inspiraci¨®n religiosa, lo que parece mucho decir cuando est¨¢n presentes, con las de Rilke, las palabras de san Agust¨ªn y san Juan de la Cruz. Encinar afirma que lo religioso fue pretexto que, entre otras cosas, le conduc¨ªa hacia determinadas soluciones formales. Y, por supuesto, le incita a la hora de un trabajo muy artesanal desde la extraordinaria belleza de las palabras elegidas.Hay que aclarar que lo artesanal no excluye el hallazgo, el algo m¨¢s que convierte una creaci¨®n honorable en una obra de arte. Ha sido precisamente ese algo m¨¢s lo que llam¨® la atenci¨®n de los especialistas que constituyen la tribuna internacional y que tuvieron palabras de elogio para Ana Higueras, Manuel Cid y el grupo instrumental que, dirigido por Encinar, garantiz¨® una excelente versi¨®n.
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