En defensa de su padre

Como hijos de Diego Sevilla Andr¨¦s, mencionado, por no decir acusado, en la entrevista a Joan Fuster que public¨® EL PA?S el d¨ªa 5 del actual, nos permitimos formularle las siguientes consideraciones:Es muy de lamentar que el entrevistado aluda -sin venir a cuento, como se desprende del contexto- a una historia que tiene m¨¢s de 20 a?os, cuando nuestro padre s¨®lo hace nueve meses que falleci¨®. Para hacer honor a la usual seriedad del peri¨®dico, no hubiera estado de m¨¢s que el entrevistador hubiera citado esta circunstancia. No obstante, por fortuna, la trayectoria personal de nuestro padre siempre ha estado -y ahora m¨¢s- por encima de excesos verbales como ¨¦ste.

La memoria del se?or Fuster debe ser mala, muy mala, de esas que recuerdan lo que quieren y lo expresan como les parece. El art¨ªculo que en la entrevista se cita atacaba las connotaciones pol¨ªticas de determinadas ideas nacionalistas, pero no a persona alguna, lo que es bastante m¨¢s democr¨¢tico y/o noble que el ataque a personas y no a ideas utilizado en el citado texto. Es, tina vez m¨¢s, injustificable que un escritor como Fuster invente palabras y acciones que otra persona ni dice ni hace. En cuanto a la pretendida intervenci¨®n del gobernador civil y restantes circunstancias alud¨ªdas, discurrieron exactamente al rev¨¦s de como las recuerda el se?or Fuster, quiz¨¢ para sustentar una de las dos ideas que rezuma la entrevista: a) Que Joan Fuster es un gran escritor, cosa sabida; b) Que Joan Fuster es un m¨¢rtir, cosa que parece no est¨¢ tan clara y hace falta apuntalar... Buena prueba de

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