El Alto Tribunal de Londres proh¨ªbe a Rumasa embotellar vinos de jerez con la marca Dry Sack, seg¨²n representantes de Ruiz-Mateos

Representantes de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos informaron ayer que el Alto Tribunal de Londres ha dejado sin efecto su decisi¨®n del pasado lunes y ha ordenado que Williams & Humbert, empresa propiedad de Rumasa, no embotelle vinos de jerez bajo la marca Dray Sack. Aunque fuentes del grupo expropiado reconocieron haber recibido por la ma?ana un t¨¦lex en este sentido, el director general de dicha compa?¨ªa, Jos¨¦ Luis Sarmiento, declar¨® anoche que la decisi¨®n no se conocer¨¢ hasta el pr¨®ximo lunes, si bien esperan vender este a?o en 112 pa¨ªses 900.000 cajas de 12 botellas, por un valor de 3.000 millones de pesetas. Un alto cargo del holding precis¨® que la ¨²nica novedad ha sido una apelaci¨®n del ex propietario del grupo.

Los representantes de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos no quisieron ampliar su informaci¨®n; se limitaron a decir que la primera decisi¨®n, difundida en Espa?a el pasado martes como una importante victoria de los administradores de Rumasa, ha sido anulada en favor de la empresa WIH Trade Mark of Jersey, destinataria de la cesi¨®n de las marcas. Frente a esta versi¨®n, un alto cargo de Rumasa dijo que, seg¨²n el bufete brit¨¢nico que defiende los intereses del Estado espa?ol, ¨²nicamente hubo el mi¨¦rcoles una apelaci¨®n de Ruiz-Mateos, ante la cual el tribunal ha mantenido hasta el lunes su primera decisi¨®n (nombrar un depositario judicial y embargar provisionalmente a WIH Trade Mark), al parecer pidiendo a los promotores del recurso una fianza de un mill¨®n de libras para ser parte activa.Seg¨²n dicho alto cargo, la declaraci¨®n jurada del ex propietario del grupo de la abeja se centr¨® en contar su trayectoria vital en Jerez de la Frontera, para insistir en que ¨¦l hac¨ªa las mezclas de vinos Dry Sack. A este respecto, el director general de Williams & Humbert, Jos¨¦ Luis Sarmiento, recuerda que Rumasa compr¨® la empresa en 1972, pero que ya ten¨ªa un siglo de existencia.

Todo parece indicar que esta l¨ªnea argumental ser¨¢ hoy, cuando termina el nuevo plazo de alegaciones dado a los representantes de Rumasa, seg¨²n fuentes de los nuevos administradores, una de las principales alegaciones de los abogados del prestigioso bufete brit¨¢nico que defiende al grupo.

La red exterior del jerez

Adem¨¢s de la titularidad de las marcas Dry Sack, con el fallo del Alto Tribunal de Londres se ventilar¨¢ parte de la batalla por el control de la red de comercializaci¨®n exterior de vinos de jerez. Aunque Dry Sack supone un 65% de la actividad de Williams & Humbert, sus marcas encabezan el mercado mundial de dichos caldos, junto a T¨ªo Pepe, de Gonz¨¢lez Byass, y a Harveys Bristol Cream, de propiedad brit¨¢nica. El 80% de las ventas de Dry Sack, que pueden pasar de los 1.500 millones de 1980 a los 3.000 millones en este a?o, se destinan al extranjero, principalmente a EE UU, Rep¨²blica Federal de Alemania, Holanda, pa¨ªses escandinavos y Reino Unido.

Tanto WIH Trade Mark of Jersey como Williams & Humbert, que comercializa tambi¨¦n las marcas Fino Pando, Canasta Cream y Dos Cortados, se han dirigido en las ¨²ltimas semanas a la red de agentes compradores en todo el mundo para reclamar o confirmar, respectivamente, el uso de Dry Sack. La decisi¨®n de los agentes depender¨¢ sobre todo de la resoluci¨®n final del Alto Tribunal de Londres, en el que para para, el pr¨®ximo 11 de julio hay previsto un juicio sobre la titularidad de las empresas europeas que cre¨® Rumasa.

Una decisi¨®n contraria a Williams & Humbert podr¨ªa provocar el cierre de la empresa, en cuyas instalaciones de Jerez de la Frontera hay 230 trabajadores. La sociedad posee tambi¨¦n cinco grandes vi?as propias. Sin embargo, su director general expres¨® ayer total confianza en el futuro y declar¨® que el contencioso no ha perjudiciado de momento la actividad, pues los pedidos siguen vigentes y las ventas totales han aumentado en lo que va de a?o m¨¢s de un 70%.

Seg¨²n Jos¨¦ Luis Sarmiento, el contrato de cesi¨®n de Dry Sack fue realizado en 1976, sin conocimiento de los administradores y gratuitamente, cuando se estima que las marcas valen unos 6.000 millones de pesetas. La empresa destinataria era una interpuesta creada en las Islas del Canal, como luego se hizo en mayo de 1982 con la marca Gran Duque de Alba, de Zoilo Ruiz-Mateos.