La alegr¨ªa del m¨¢s d¨¦bil

Se?ala El¨ªas Canetti que "La alegr¨ªa del m¨¢s d¨¦bil es darle algo al m¨¢s fuerte". ?sa ha sido, seg¨²n resumen los medios diplom¨¢ticos, la alegr¨ªa experimentada por el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, al visitar a Ronald Reagan en Washington. Entre las d¨¢divas ofrecidas por el m¨¢s d¨¦bil, se apuntan las declaraciones de Gonz¨¢lez afirmando que "el Gobierno puede considerar ¨²til para las necesidades defensivas nacionales cierto grado de integraci¨®n en la OTAN, y que as¨ª se lo propondr¨¢ al pueblo espa?ol en la consulta".Otras d¨¢divas adicionales figuran enumeradas en la alocuci¨®n del presidente Reagan tras la entrevista con su hu¨¦sped espa?ol, el martes d¨ªa 21 de junio, donde dijo que ambos hab¨ªan afirmado la necesidad de un liderazgo firme para mejorar los asuntos pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales, que son la causa de tanto desasosiego en el mundo de hoy". Asegur¨® Reagan que conven¨ªan en la importancia de mantener la fuerza y la solidaridad del Occidente, en estos momentos cr¨ªticos, y en el deseo de trabajar en estrecha colaboraci¨®n "para enfrentamos a los desaflos que nos quedan por delante"; subray¨® que "hay numerosos ¨¢mbitos para una cooperaci¨®n m¨¢s estrecha, incluyendo la persecuci¨®n de nuestros intereses comunes en el ¨¢mbito de la seguridad", y aplaudi¨® "la aspiraci¨®n de Espa?a de asociarse a Europa, y de hacer escuchar su voz en las principales instituciones del continente europeo".

El liderazgo de que se habla trae resonancias del viaje precedente, realizado entre el 30 de mayo y el 6 de junio por el presidente del Gobierno espa?ol, a los pa¨ªses del grupo de Contadora -Colombia, Venezuela, Panam¨¢ y M¨¦xico-.

Por boca de Felipe Gonz¨¢lez se escuch¨® en los jardines de la Casa Blanca una primera confesi¨®n de amistad hacia el pa¨ªs anfitri¨®n. Hubo, luego, una breve lecci¨®n de geografia, al parecer recomendada por los asesores que conocen Estados Unidos y la escasez de instrucci¨®n geogr¨¢fica que se imparte en sus escuelas. La exposici¨®n somera, que sigui¨®, de las direcciones naturales de la pol¨ªtica exterior espa?ola -Europa Occidental, Mediterr¨¢neo, mundo ¨¢rabe y comunidad de lengua castellana- permiti¨®, por contraste, reparar en la ausencia de toda menci¨®n a esos ¨¢mbitos en las palabras de su anfitri¨®n, que confin¨® la voz de Espa?a al auditorio de las instituciones europeas. La excusa adelantada por Felipe Gonz¨¢lez ante la imposibilidad de hablar el ingl¨¦s hubiera tenido mas l¨®gica a la inversa en labios de Ronald Reagan, gobernador durante ocho a?os del Estado de California, donde un alto porcentaje de poblaci¨®n es hispanohablante.

Poco queda de aquellas declaraciones, -noviembre de 1982-, a Politique Etrang¨¨re, donde el presidente Gonz¨¢lez razonaba que, a su entender, con Espa?a en la organizaci¨®n militar poco margen le queda a la pol¨ªtica exterior espa?ola, al tiempo que se enajenan las relaciones especiales con pa¨ªses ¨¢rabes y latinoamericanos y queda mas expuesto a la inseguridad el territorio espa?ol.

Resultan tambi¨¦n inaudibles los ecos de la resoluci¨®n de pol¨ªtica exterior del 29 Congreso del PSOE, celebrado del 21 al 24 de octubre de 1981, donde se afirmaba: "Hoy, la pol¨ªtica latinoamericana de Espa?a no puede estar al margen o desentendida de la convulsa regi¨®n centroamericana, donde se proyecta con mayor intensidad la nefasta pol¨ªtica para Latinoam¨¦rica de la Administraci¨®n Reagan. Debemos ayudar a pa¨ªses como Nicaragua, para que lleguen a consolidar su revoluci¨®n y su reconstrucci¨®n nacional en un marco democr¨¢tico, pluralista y no alineado, y a pueblos como El Salvador para que consigan sacudirse la Junta Militar, sostenida por los Estados Unidos, y se llegue a un proceso negociado de paz justa".

En cuanto a las relaciones econ¨®micas, el presidente Gonz¨¢lez ha comentado con amargura el trato m¨¢s benevolente ofrecido por Washington, al r¨¦gimen franquista. EEUU, como pa¨ªs rico, dan un ejemplo permanente de lo que hay que hacer para llegar a serio ?Qu¨¦ diferencia de la mala conciencia espa?ola negociando, por ejemplo, con Marruecos! Pese al desequilibrio hispanonorteamericano, a los productos espa?oles se les somete a tasas compensatorias, o se establecen contingentes para limitar su difusi¨®n, se bloquea el acceso a caladeros tradicionales de los pescadores espa?oles y aqu¨ª seguimos sin esclarecer a beneficio de qui¨¦n se grava la importaci¨®n de la torta de soja, necesaria para piensos, mientras se liberaliza la del haba de soja de la que resulta adicionalmente un aceite innecesario, cuya venta primada al exterior introduce otro factor de grave perturbaci¨®n en nuestras relaciones comerciales con Washington.