La respuesta inicial de la poblaci¨®n chilena al llamamiento sindical de huelga general no tuvo la amplitud prevista

Desde la noche del mi¨¦rcoles, el centro peatonal de Santiago y las poblaciones obreras de la periferia se encuentran tomados por los pesados furgones de las fuerzas de carabineros. Y ayer, al comienzo de la huegla general indefinida contra el r¨¦gimen de Pinochet, la capital chilena amaneci¨® con id¨¦ntico despliegue policial y con un perceptible descenso de la circulaci¨®n rodada y de personas. El Gobierno ha prohibido la entrada en el pa¨ªs del cantante espa?ol Juan Manuel Serrat, que ten¨ªa previsto llegar a Santiago el pr¨®ximo d¨ªa 30, por haber formulado declaraciones contra el r¨¦gimen r¨¦gimen chileno.

, Durante la ma?ana de ayer circularon los taxis y los autobuses, y los comercios abrieron sus puertas. A las 12.00 horas de la ma?ana del jueves en Santiago (seis de la tarde hora peninsular espa?ola), s¨®lo era detectable el paro de los camioneros en buena parte del pa¨ªs. La ¨²nica manifestaci¨®n de la que se ten¨ªa noticia era la de estudiantes de Derecho de Santiago, al parecer sin incidentes graves.La miner¨ªa del cobre se encuentra enredada por el Gobierno, que ha prometido negociar la readmisi¨®n de los miles de despedidos por la ¨²ltima y recient¨ªsima huelga. Y de las cuencas carbon¨ªferas del sur llegan noticias de la detenci¨®n de otros dirigentes sindicales de este gremio por incitar al paro, pero sin que se sepa hasta ahora si fueron secundados. Tambi¨¦n en el momento de redactar esta informaci¨®n se manten¨ªan reunidos los sindicatos de autobuseros y taxistas, decidiendo su participaci¨®n activa en la huelga general indefinida.

Al tiempo, y desde el mi¨¦rcoles, prosiguen las negociaciones entre dirigentes del transporte y un comit¨¦ especial del Gobierno para suspender la convocatoria de huelga, a cambio de que el r¨¦gimen libere a los sindicalistas apresados -Seguel incluido- y formule cambios en la actual pol¨ªtica econ¨®mica. Los partidos pol¨ªticos permanecen despegados y expectantes ante una huelga general que no han inspirado. La fuerza de la huelga reside en su car¨¢cter indefinido, con el que los convocantes pretende sortear la herm¨¦tica censura y el temor a los despidos. No hay que olvidar que la mayor¨ªa de los chilenos ignoran que han sido convocados por los sindicatos.

Pero el mayor factor de presi¨®n de los huelguistas se centra en el paro de los camioneros. Por razones orogr¨¢ficas, la carretera es el sistema venoso de la econom¨ªa chilena, insustituible por el cabotaje, el ferrocarril o la carga a¨¦rea. Mientras los due?os de los camiones se mantengan firmes en su huelga, ¨¦sta tiene alguna posibilidad de entenderse, y el Gobierno habr¨¢ de negociar bajo presi¨®n.

No en balde en la noche del mi¨¦rcoles el Gobierno dej¨® en libertad, bajo la rid¨ªcula fianza de 800 pesos (menos de 1.500 pesetas), a Adolfo Quinteros, l¨ªder de los propietarios de camiones y detenido el d¨ªa anterior, quien acaba de cifrar en un 70% el paro de los camiones bajo su control.

Dirigentes sindicales en libertad

Los presidentes de los sindicatos de trabajadores p¨²blicos y privados, tambi¨¦n detenidos, fueron igualmente puestos en libertad bajo peque?as fianzas. Y anteanoche -se supone que por obra del Movimiento de Izquierda Revolucionaria-, fue volado con explosivos en el centro de Santiago uno de los locales de artesan¨ªa que patrocina para usos sociales la esposa del general Pinochet. No se registraron v¨ªctimas.

Por otra parte, en la ma?ana de ayer el embajador de los Estados Unidos en Santiago recibi¨® en audiencia a varios l¨ªderes moderados -de entre los que quedan en libertad- del Comando Nacional de Trabajadores.

El general Pinochet suspendi¨® la reuni¨®n del Consejo de M¨ªnistros de todos los mi¨¦rcolel, sustituy¨¦ndola por una reuni¨®n con los ministros de Defensa, Trabajo, secretario general del Gobierno y directores generales de investigaciones, polic¨ªa pol¨ªtica, carabineros y comandantes de la guarnici¨®n de Santiago. De entre ellos, un comit¨¦ reducido qued¨® encargado de negociar con los camioneros la desconvocatoria de la huelga.

Absolutamente nada ha trascendido a la opini¨®n p¨²blica chilena, y mejor es as¨ª para el Gobierno, porque le resultar¨ªa muy arriesgado acusar de comunistas a los propietarios de camiones que hace diez a?os paralizaron la administraci¨®n de Allende. Pero como, acaso con raz¨®n, aduce un dirigente camionero: "Con Allende ten¨ªamos dinero Y no pod¨ªamos comprar nada; con Pinochet est¨¢n llenas las tiendas, pero no hay plata para adquirir nada. Estamos en las mismas".

En otro orden de cosas, "a cara de perro" no es una met¨¢fora, el acto fue p¨²blico- recibi¨® el general Pinochet las cartas credenciales del nuevo embajador de Espa?a, Miguel Solano Aza. Indic¨® Pinochet que en las virtudes espa?olas "nos hemos apoyado cuando, al igual que en su patria, la incomprensi¨®n, la injusticia y la arbitrariedad han, golpeado a nuestras puertas. Los pueblos se prueban en los momentos dificiles, y, como Espa?a, Chile lo sabe enfrentar con decisi¨®n y firme serenidad".

Inteligentemente, nuestro nuevo embajador contest¨® que "Chile se ha caracterizado a lo largo del tiempo por su amor a la libertad, por su capacidad creadora, por su propensi¨®n al di¨¢logo y por su conocimiento de la historia".